En el parque eólico de Kitakyushu, ubicado al sur del archipiélago de Japón, están instalados 10 generadores de energía eólica. Estos se encuentran frente al mar Hibiki-nada.

En el parque eólico de Kitakyushu, ubicado al sur del archipiélago de Japón, están instalados 10 generadores de energía eólica. Estos se encuentran frente al mar Hibiki-nada. Foto: Mayra Pacheco / Líderes

La innovación marca el uso de energía en Japón

11 de diciembre de 2018 09:36

Una tarjeta magnética que cabe en la palma de la mano permite, con solo dos movimientos, abrir una puerta, encender las luces y activar el sistema de aire acondicionado en una habitación de hotel en Tokio, Japón.

Todo está tecnificado: el sistema de transporte público, los restaurantes, los llamativos rótulos de locales comerciales, las máquinas dispensadoras de bebidas en las calles o estaciones. Incluso los sanitarios cuentan con mecanismos especiales de confort. Pero para que todo esto funcione se requiere de electricidad.

Durante un programa de invitación a medios de comunicación de Latinoamérica al país nipón, por parte de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), LÍDERES conoció que este país emplea agua, sol, viento, calor interno de la tierra (geotermia) y otras fuentes para generar energía eléctrica. En total se utilizan ocho recursos, entre renovables y no renovables.

Estas fuentes permiten que el país asiático cuente con una capacidad instalada de 972 teravatios hora (TWh), según información de la compañía Kyushu Electric Power CO. Inc, una de las 10 empresas responsables de entregar este suministro en Japón.

La potencia instalada para generar energía en Japón supera en 122 veces la capacidad de Ecuador.

Esta diferencia se explica debido a que Japón tiene que abastecer una demanda mayor. Tiene 124,7 millones de habitantes, mientras que en Ecuador son 17 millones de personas, refiere Ricardo Buitrón, especialista en proyectos de generación eléctrica.

Del total de la capacidad instalada en el país asiático, un 17,4% proviene de recursos naturales. Es decir, de hidroeléctricas, parques eólicos, plantas geotérmicas y paneles fotovoltaicos (solares).

Los paneles solares son instalados en espacios abiertos, en Kitakyushu.

Los paneles solares son instalados en espacios abiertos, en Kitakyushu. Foto: Mayra Pacheco / Líderes

Una de las ciudades, en las que se promueve el uso de estas fuentes de energía es Kitakyushu, ubicado al sur del archipiélago de Japón. Allí se aprovecha el viento y el sol para producir energía. También se usa fuentes térmicas.

Los parques eólicos y los paneles solares ocupan amplios terrenos. Allí no se divisa altos edificios como en Tokio, esto permite que el viento corra libremente y no se genera sombra.
El propósito de emplear estas fuentes de energía es reducir las emisiones de CO2.

Actualmente, se producen 18 millones de toneladas de estos gases, pero la meta es bajar a la mitad en el 2050.

Para cumplir con este objetivo las fábricas que funcionan en esta zona emplean también técnicas innovadoras para reducir las emisiones de gases contaminantes. Esta zona cuenta con 27 Ecoempresas. Minami Chiho, guía de Kitakyushu Next Generation Energy Park, expresa que en esta ciudad se quiere promover el desarrollo económico y el cuidado del ambiente, a la vez.

En Akihabara, un barrio de Tokio, letreros iluminados cubren gran parte de los edificios, donde funcionan los negocios.

En Akihabara, un barrio de Tokio, letreros iluminados cubren gran parte de los edificios, donde funcionan los negocios. Foto: Mayra Pacheco / Líderes

Por estas características, Kitakyushu fue reconocida por el Gobierno de Japón, en el 2007, como la primera Ecociudad. Y en el 2008 fue elegida ciudad ejemplar en la conservación del ambiente.

Más al sureste de esta zona, en Oita, en medio de montañas a 1 600 metros de altura, se aprovecha el calor interno de la tierra para generar energía.

En esta fuente, Japón tiene más de 50 años de experiencia. En total, estas centrales tienen una capacidad de 519 megavatios (MW).