Mónica Orozco. Redacción Quito
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Insumos orgánicos en los licores gourmet

Mandarina, café, cacao, maracuyá e incluso rosas son algunos de los insumos con los que la empresa Lovisone quiere darle al licor gourmet, un sabor ecuatoriano.

El emprendimiento nació como una empresa familiar en el 2005. El negocio arrancó por una iniciativa de Eduardo Pachano, el "patriarca" de la familia como le dicen con cariño. El primer licor que desarrolló fue el de cacao.

El producto se fabricaba en casa de manera artesanal. Entonces, los catadores eran vecinos y familiares. El licor se embotellaba en atractivas jarras de cerámica elaboradas a mano y se vendía a amigos, en especial, para regalo.

Entre el 2010 y el 2011 los pedidos comenzaron a multiplicarse y la capacidad de respuesta se complicaba. Era hora de cambiar, de crecer. Ese año se constituyó formalmente Lovisone, que venía funcionando como persona natural, relata Paúl Reyes, gerente de la empresa, ubicada en Tumbaco.

Además, se invirtieron poco más de USD 70 000 en ampliar la planta, adquirir nueva maquinaria y mejorar las instalaciones. Eduardo no se desligó de la firma y hasta hoy preside el área de desarrollo de productos de la empresa.

Al licor de cacao, se sumaron cremas de rosas, café, maracuyá, licores finos como Mandarinetto, Limoncello, entre otros. Estos se venden en tiendas gourmet y supermercados en dos presentaciones: cerámica (crema) y vidrio (licores).

"La firma decidió conservar los envases de cerámica, porque al tener forma de jarra siempre se pensó que la gente podía darle un segundo uso a la botella", explica Paúl Ruiz administrador de la firma.

Esto exigió un trabajo a mano. Por ello, contrató a Arsilco (en el sur de Quito), como proveedor, hace tres años.

"Es un trabajo artesanal, es una forma muy especial por lo que tiene que ser trabajada a mano, las curvas de la botella no permiten que se haga a máquina", indica Ricardo Montañez, propietario de Arsilco. Fabricar la pieza, secarla, pulirla y esmaltarla demanda unos ocho días.

Montañez comenta que Lovisone es un cliente cumplido y destaca el sabor del licor. "Tienen sabores que son muy interesantes, como el de maracuyá y café, exquisitos para el paladar".

La obtención de los aceites y extractos para los licores de Lovisone toma varios días e incluso meses, como el caso del cacao, explica Reyes. Esto, así como el uso de insumos orgánicos, son los secretos de su sabor. Además, este negocio advierte que no utiliza químicos.

Gracias a un acercamiento con las empresas República del Cacao en el 2009 y Nevado Roses hace cinco meses, la firma pudo llevar a su licor gourmet al exterior. Para ambas empresas, fabrica licores con marcas blancas, de cacao y rosas, respectivamente, con envases realmente originales. Por ejemplo, la botella de la crema de rosas tiene un corcho de cerámica con la forma de esta flor.

"Así se buscó darle valor agregado y resultó. El producto despegó", explica el Gerente de la firma.

Wilmer Pérez, administrador del local principal de Galería Gourmet, en la zona de La Mariscal en Quito, comenta que la presentación y el sabor son las principales fortalezas del producto. "Las cremas de maracuyá y de cacao son las que más se venden".

Para este año, los planes de la empresa son exportar con su propia marca y diversificar. Para esto último, Lovisone está en pleno desarrollo de productos deshidratados.

El emprendimiento

Los clientes.  En el 2010 tenía tres clientes. Hoy cuenta con 30; entre ellos, Supermaxi, Santa María, Galería Gourmet, etc.

La producción. En el 2012 se vendieron 19 000 botellas. En el 2013 creció en un 20%. Ese año las ventas fueron de USD 280 000 y este año espera crecer un 56%.