Semillas

En la primera cosecha con la semilla elaborada en la Universidad de Quevedo se obtuvieron 18 toneladas por hectárea. Foto: Juan Carlos Pérez / LÍDERES

Bolívar Velasco (I)
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Una investigación de 12 años germinó semilla para el agro

12 de July de 2015 16:51

Los resultados del trabajo científico para obtener una semilla híbrida triple de maíz, desarrollada en la Universidad Técnica Estatal de Quevedo (UTEQ), superaron las expectativas.

Luego de 12 años de estudios y ensayos, estudiantes y docentes sacaron al mercado maicero una ‘pepa’ de alto rendimiento y resistente a todo tipo de plagas.

Esta variedad se deriva de un proceso de selección de los mejores germoplasmas del Litoral ecuatoriano, que sirvieron como ‘madre y padre’ para el experimento.

En una primera fase se hicieron mejoramientos genéticos que derivaron en híbridos simples.
De este grupo se obtuvieron los de mejores condiciones (hijos), los cuales fueron cruzados con un tercero que finalmente arrojaron los resultados deseados.

Gabriel Liu-Ba Delfini, responsable del proyecto, señala que el híbrido triple es 100% nacional y económico para el agricultor. Él plantea diferencias frente a las semillas comerciales.

Por ejemplo, el paquete de la UTEQ requiere de una inversión de USD 600 con un alcance de 18 toneladas de producción a los 108 días, lapso en el que se consigue una humedad del 18 al 21%.

En cambio, los kits corrientes demandan una inversión de USD 800 y 1 000, con un tiempo de cosecha de 120 días, 20 toneladas de producción y humedad al 35%.

Las primeras pruebas de este proyecto universitario se proyectaron para la cosecha de este año, que coincidió con un impacto para el sector maicero de la provincia de Los Ríos.

César Herrera, dirigente de la Federación Nacional de Maiceros, señala que el invierno de este año, de siete meses, causó problemas a los sembríos y no arrojó los resultados esperados.

Debido a eso, considera que hubo un empate con la producción del año pasado, que fue de 650 000 toneladas. Eso representó el 65% de la producción a escala nacional (1 400 000 toneladas).

Bajo esas condiciones, Herrera sostiene que no se esperan excedentes de maíz para este año y plantea que se busquen alternativas para superar la adversidad.

El docente Gabriel Liu-Ba Delfini explica que el problema radica en que los híbridos de semillas que circulan en el país, muy poco se están adaptando a las constantes variaciones del clima.
“Una variedad puede funcionar muy bien en Vinces, pero no en Balzar, donde quizás el invierno fue diferente. Esta dinámica explica cómo surgieron la gran cantidad de semillas que actualmente se tiene en el Ecuador”.

En el 2012, la Asociación de Proveedores de Semillas reportó que en el país se distribuyen 27 semillas híbridas de alto rendimiento para el segmento comercial.

Un año después, el Ministerio de Agricultura, Acuacultura, Ganadería y Pesca (Magap) firmó convenios con seis empresas privadas, para poner en marcha el Plan de Semillas de alto rendimiento de Maíz y Arroz. El plan diversificó el tipo de semillas para estos sectores que hasta los años 80 acudían a las recicladas.

A la par, el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Iniap) presentó las semillas H-551, H-601, H-553 y H-602 que entonces rindieron 100 quintales por hectárea.

Pero los investigadores de la UTEQ dicen que la semilla que produjeron muestra eficiencia en climas extremos y se acopla a diversas zonas del país.

En las pruebas realizadas, obtuvieron resultados alentadores en terrenos de las provincias de Los Ríos, Guayas y Santo Domingo de los Tsáchilas.

El maíz tuvo una cosecha más temprana y produjo una mazorca con pepas cristalinas y duras. El proceso es seguido de cerca por los técnicos del Iniap.

Ante este organismo, la UTEQ busca obtener el certificado de adaptación y eficiencia de la semilla híbrida triple de maíz.

El rector de la entidad, Eduardo Díaz, comenta que la idea en el largo plazo es que sea un insumo que se incluya en el kit, que proporciona el Magap a los agricultores.

Para esto están en la capacidad de producir alrededor de medio quintal de semillas.

Díaz sostiene que una vez que se cuente con la certificación se adecuarán los terrenos para producir la cantidad de semillas que se necesiten para el proyecto. Los estudiantes tendrán la oportunidad de colaborar.

Evolución

Fundamento. El proyecto de semilla del maíz es parte de los 40 trabajos investigativos de la UTEQ, que se financian con los fondos concursables.

Seguimiento. Bajo el paraguas de este trabajo científico se han desarrollado 15 tesis de pregrado. Estas propuestas abonaron para la investigación.

Beneficios. Las primeras pruebas se aplicaron en predios de agricultores que tuvieron deficiencias en cosechas pasadas.