De izquierda a derecha, las empresarias Pamela Salvador, Carmen Guerra y Dominique Acuña impulsan este emprendimiento de alimentos funcionales. Foto: Carlos Noriega / LÍDERES

De izquierda a derecha, las empresarias Pamela Salvador, Carmen Guerra y Dominique Acuña impulsan este emprendimiento de alimentos funcionales. Foto: Carlos Noriega / LÍDERES

El kéfir está en la línea de negocios de tres emprendedoras ecuatorianas

30 de marzo de 2022 16:49

Pamela Salvador y Carmen Guerra dejaron de soñar al crear tres líneas de negocios con el kéfir.

El kéfir es un producto elaborado, a partir de una larga fermentación de la leche. Es un proceso parecido al del yogur, aunque en el primero dura 12 horas; por eso contiene una variedad de probióticos beneficiosos para la salud, explica Salvador.

Las dos emprendedoras desarrollaron este producto funcional, para fortalecer la salud intestinal, donde se encuentra el 80% del sistema inmune del cuerpo, dice Salvador.

Su kéfir contiene 12 tipos de probióticos, que se obtienen de la materia prima de una tradicional hacienda ganadera de Pichincha. Con esa leche se hizo el primer experimento en 2018 y a finales del siguiente año las primeras botellas ingresaron a las tiendas, bajo la marca Keif Organics, su pequeña empresa.

La propuesta llegó de Guerra y Salvador se puso a investigar y aprender sobre los beneficios del kéfir y sus probióticos (bacterias beneficiosas); analizó el mercado, la marca y validaron su prototipo de producto en el mercado.

Al llegar la pandemia del covid-19, su bebida láctea tuvo aceptación y repunte, por su enfoque de producto saludable, 99% libre de lactosa, natural y de origen (con trazabilidad, porque se puede conocer de dónde proviene la leche). La fábrica támbién está certificada con Buenas Prácticas de Manufactura y en los planes está conseguir hasta 2023 la certificación del sello B, como una empresa sostenible de triple impacto.

Como empresa -comenta Salvador- buscan tener un impacto, para mejorar la salud de las personas. Con ese propósito, por ejemplo, han hecho alianzas con una red de profesionales y nutricionistas, para educar y hacer prevención con una cobertura a escala nacional.

En un principio elaboraron cuatro productos y cada uno con un sabor diferente; en 2021 sacaron los súper mix, una mezcla de kéfir y yogur. Para este año tienen previsto lanzar dos nuevos productos lácteos, como parte de su plan de crecimiento.

Su segunda línea de negocios es la producción de bebidas veganas con probióticos y gasificadas o también llamandas sodas.

En el tercer segmento se encuentran los suplementos funcionales probióticos, que se elaboran desde finales de 2020, cuenta Salvador.

Estos últimos se comercializan en las farmacias Medicity y Pharmacys. Las bebidas se distribuyen desde 2019 a través de las cadenas de Supermaxi y Megamaxi, el año pasado entraron a Mi Comisariato y este año a Santa María.

A escala nacional, Keif Organics tiene 230 puntos de venta; están incluidas las tiendas en Guayaquil de las estaciones de servicio Primax y Terpel, y los supermercados Del Portal y Nelson Market.

La proyección para este año es ampliarse a cafeterías y panaderías; y en este 2022  producirán un suplemento probiótico para la salud de la piel para otra empresa.

Las mujeres y las mamás son -en su mayoría- consumidoras de estos productos; ellas tienen entre 25 y 50 años; este grupo representa el 70% de sus clientes. El resto se comparte entre deportistas y personas mayores de 65 años.

La pandemia representó una oportunidad de posicionamiento de Keif Organics en el mercado. En ese 2020, las emprendedoras fueron parte de la aceleradora de negocios Impaqto Lab Google for Startup, de Impaqto del Municipio de Quito.

Con ese soporte formalizaron sus procesos, entendieron mejor el modelo de negocio, hicieron networking y las ha ayudado a crecer ordenadamente. La Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI) es otro de los puntales para esta iniciativa. Keif Organic es uno de los 50 mejores emprendimientos de la AEI y Salvador se ganó una beca para viajar a Israel, donde hará conocer su negocio.

En esta pequeña empresa y su fábrica trabajan 12 personas, de las que 10 son mujeres. Salvador y Guerra tienen una tercera socia: Dominique Acuña, que se unió en 2020.

La inversión de estas mujeres llega a los USD 300 000, incluida la compra de su planta, conformada por las tres líneas de negocios.