Los participantes de la conferencia celebrada en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura, en Roma. Foto: EFE

Los participantes de la conferencia celebrada en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura, en Roma. Foto: EFE

La ONU lanzó la década de agricultura familiar

6 de junio de 2019 12:35

La ONU inauguró la semana pasada la Década de la Agricultura Familiar, que durará hasta el 2028, con el objetivo de poner en práctica un plan de acción global que luche contra el hambre y la pobreza en las zonas rurales.

El director general de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, subrayó en el acto de inauguración celebrado en Roma que “los agricultores familiares producen alimentos frescos y locales de manera sostenible”, una contribución clave para la lucha global contra el hambre y la obesidad.

También indicó que durante los próximos diez años trabajarán con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y las alianzas de parlamentarios en los distintos países, con el fin de promover el plan de acción global.

Así buscan crear un entorno político propicio para fortalecer la agricultura familiar, apoyar a los jóvenes, fomentar la equidad de género, impulsar las organizaciones de dichos productores, mejorar su inclusión y resiliencia, lograr sostenibilidad e innovar a favor del desarrollo territorial, según los siete pilares de los que se compone el plan.

El presidente del FIDA, Gilbert Houngbo, destacó que los 500 millones de pequeños agricultores que viven en el mundo son la “columna vertebral” de las economías rurales y los sistemas alimentarios a largo plazo, además de importantes generadores de empleo en el campo.

“Este decenio llama a la comunidad internacional a aumentar los esfuerzos para un mundo sin pobreza ni hambre”, dos problemas que afectan especialmente a las poblaciones rurales de los países en desarrollo, afirmó.

Theo De Jager, presidente de la Organización Mundial de Agricultores, criticó los obstáculos que siguen enfrentando los productores más pobres, incluyendo el dominio de las grandes corporaciones, las disputas comerciales, las barreras de los países ricos, la competencia desleal, el acaparamiento de tierras, los conflictos y el cambio climático.

Desde el Foro Rural Mundial, su presidente, Martín Uriarte, instó a la elaboración de planes nacionales y a la asignación de presupuestos para mejorar la vida de los agricultores familiares, fortalecer los espacios de diálogo político y las organizaciones de productores, y supervisar el cumplimiento de las políticas.

En el mundo existen más de 600 millones de explotaciones agrícolas, de las que más del 90% son gestionadas por una sola persona o familia y producen más del 80% de los alimentos.

Los agricultores de la región

Más de 60 millones de personas son agricultores familiares en Latinoamérica, un importante motor de la economía rural al que más le vale encontrar socios si no quiere quedarse estancado.

Agruparse en organizaciones, cooperativas o asociaciones más amplias les da la posibilidad de defender sus derechos y desarrollarse con más ímpetu a esos campesinos protagonistas de la Década de la Agricultura Familiar.

“Trabajamos autofinanciados. Con algunos aportes y voluntad luchamos por nuestra gente. ¿Quién va a hacer algo si nosotros no lo hacemos?”, plantea la paraguaya Florinda Silva, de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de América Latina y el Caribe.

Silva saca adelante su finca de 20 hectáreas junto a su marido y uno de sus seis hijos, produciendo alimentos sobre todo para consumo propio, y desde hace dos décadas milita en organizaciones agrícolas, como hiciera su padre. Ella echa en falta políticas públicas que atiendan sus necesidades y comprendan que para ellos, los agricultores familiares, el campo es su vida.