El canciller Santiago Gangotena habla de los logros y los retos de la USFQ. Foto: cortesía

El canciller Santiago Gangotena habla de los logros y los retos de la USFQ. Foto: cortesía

‘El liderazgo en la enseñanza marca el camino de la USFQ’

9 de septiembre de 2020 12:24

La Universidad San Francisco de Quito (USFQ) cumple en este mes de septiembre 32 años de fundación. Es el resultado del sueño y el empuje de Santiago Gangotena González, su Canciller y fundador, quien habla de los logros alcanzados y de la proyección de la institución.

¿Con qué logros llega la universidad San Francisco luego de 32 años de trayectoria?

Hace algunos años ya éramos considerados la primera universidad en el Ecuador, según los rankings internacionales. Somos la primera en investigación, con la biblioteca más grande del país, con 1,2 millones de títulos. Además, disponemos del sistema de computación más grande y con uno de los 10 mejores campus de América Latina, con los mejores servicios, laboratorios y enseñanza en ciencias e ingenierías del país. Todo esto sin dinero de impuestos. Es una universidad totalmente privada.

¿Cuáles han sido los principales retos en su historia?
Mi visión fue no estar atado a las garras del Gobierno. Y el gran reto fue sufrir al correísmo que trató de acabar con la educación privada en el Ecuador. El otro gran reto fue llegar a ser la primera universidad de investigación del país sin recibir dinero del Estado. Se logró que el Gobierno ecuatoriano acepte a la universidad con la condición de no recibir dineros públicos, a pesar de que todos los que estamos aquí pagamos impuestos. Además, hemos logrado tener el mayor programa de intercambio de estudiantes de la región. Recibíamos 1 000 estudiantes extranjeros de 43 países antes de la pandemia. Tenemos alrededor de 300 convenios para programas internaciones y de investigación. Y el reconocimiento mundial está claro. Recibimos entre uno y dos académicos de afuera del país al día, como el presidente de la Universidad de Cornell, de la Universidad de California en Los Ángeles, de la Universidad de Houston, además de premios Nobel. Somos la primera universidad de la República en participar de un descubrimiento científico mundial como partícula Quark Top. También estamos en el grupo de las principales universidades del Pacífico donde también están la UCLA o el Caltech.

Ustedes ya tenían experiencia en educación virtual. ¿Trajo la pandemia algún obstáculo en este servicio?
Nuestro sistema de informática es muy avanzado. Por ello, fue un cambio casi natural. Pero más allá de eso, la universidad es una comunidad de amigos que trata de salir adelante. Cuando se presentan problemas, todos nos sentamos a resolverlos. Inmediatamente todos estábamos en las plataformas virtuales. Claro que se tuvo que cambiar procesos, pero fue rápido. El grupo de tecnología y los profesores nos acomodamos sin problemas.

¿Qué tipo de carreras cree que la universidad va a ofertar más luego de la pandemia?
El punto de vista nuestro no es de especialidades. La USFQ es una universidad de artes liberales. Es decir, de formación integral de la persona y no de una especialidad solamente. Para mí la educación más que instruir, es formar. Nuestra idea es que no importa lo que estudie el alumno, tendrá un rango cultural tan amplio que le permitirá ingresar a cualquier área. Obviamente en las profesiones como Arquitectura, Medicina, Leyes y algunas Ingenierías se requiere más especialidad. Por eso, no creo que después de la pandemia se requiera algo más. Pero sí necesitamos una visión más integral de la vida.

¿Cómo se ve la universidad hacia el futuro?
Seguimos batallando a pesar de todos estos avatares. Pasamos la guerra con el Perú, la dolarización y los problemas con todos los entes del Gobierno. Pero hay que tratar de sobrevivir. Uno no está tan preocupado en la esencia de la academia que es el pensamiento. Pasamos preocupados más en cumplir regulaciones que se le ocurren a un señor sentado en un escritorio y que no tiene la más remota idea de lo que es hacer universidad. La educación es arte, no existe un solo sistema educativo. Pero con este sistema socialista, autoritario, con falta de libertad es muy difícil crecer. Por eso mi idea era crear una universidad con la filosofía de libertad de hacer.