Javier Flores, de 25 años, diseña muebles personalizados con madera reciclada y técnicas amigables con el ambiente.

Javier Flores, de 25 años, diseña muebles personalizados con madera reciclada y técnicas amigables con el ambiente. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES

La madera reciclada alimenta sus diseños

6 de agosto de 2019 11:07

Los ‘pallets’ que cada semana se desechan en fruterías, mercados y empresas exportadoras se convierten en obras de arte, decoraciones, mesas, sillas, salas, camas y todo tipo de muebles en las manos de Javier Flores.

Su taller se denomina Ébano, y funciona en el centro de Chunchi, un pequeño cantón situado al sur de Chimborazo. Desde allí se hacen envíos a varios destinos del país, aunque los principales clientes están en Riobamba.

Los muebles se caracterizan por su simpleza y rusticidad, por lo que son ideales para decorar espacios minimalistas o para lograr un ambiente moderno de estilo ‘industrial chic’, una tendencia moderna de moda en Riobamba.

El menú de productos incluye opciones para diferentes espacios. Hay mueblería doméstica que incluye camas, veladores, juegos de sala, aparadores y estantes.

La línea para restaurantes y bares es el producto estrella de la marca. Incluye desde los muebles más básicos para los establecimientos como mesas, sillas y mesones, hasta originales lámparas, accesorios para las paredes, tableros para el menú, basureros, maceteros y una variedad de objetos con diseños únicos.

“Los muebles son ideales para el concepto del restaurante. Además tienen alta calidad y estilo”, opina Diego Buenaño, un cliente.

Además del diseño ambiental, otra característica de la marca es la responsabilidad ambiental. Los muebles se tratan con productos orgánicos que no generan impacto ambiental y reducen el uso de pinturas al conservar los tonos naturales de la madera.

“La idea de usar madera reciclada no sólo tiene que ver con esta tendencia de moda industrial, sino con evitar la tala de maderas exóticas y la tala indiscriminada de árboles. Estamos experimentando diferentes terminados y técnicas para en algún momento reemplazar totalmente los químicos”, explica el emprendedor.

El negocio surgió en el 2017. En esa época, Javier dejó su natal Chunchi para estudiar la carrera de artes plásticas en la Universidad Nacional de Chimborazo, situada en Riobamba.

Para cumplir con sus estudios él se mudó a una pequeña habitación estudiantil que estaba desprovista de muebles. “No tenía nada más que mi colchón. Así que decidí usar el poco dinero que tenía para crear mis propios muebles”, cuenta Javier entre risas.

Él aprendió desde su infancia todo lo relacionado con ese arte. Su papá, Segundo Flores, era un ebanistero experto y el propietario de una mueblería de Chunchi,

Los muebles que manufacturó para decorar su habitación llamaron la atención de sus amigos y familiares. Ellos se convirtieron en sus primeros clientes y empezaron a hacerle pedidos.

Javier combinó sus conocimientos de ebanistería con su destreza para las artes plásticas, por lo que sus primeras creaciones, además de los muebles que se caracterizaron la rusticidad complementada con coloridos diseños, también incluían juguetes de madera.

En el 2018, cuando su padre murió, tuvo que regresar a Chunchi para cuidar de su madre y continuar con el legado de su padre. Javier heredó el taller de carpintería y lo convirtió en un espacio de emprendimiento y aprendizaje.

Chunchi es un cantón que se hizo famoso a escala mundial por el ato índice de suicidios adolescentes. Javier piensa que en gran medida se debió a la falta de actividades y espacios para los jóvenes, por lo que destinó un sitio del taller para capacitar a otros jóvenes.

“Ellos experimentan con la madera, les enseñamos cómo hacer juguetes y pequeños accesorios para el hogar. Los chicos pasan aquí tardes enteras y la convivencia con ellos es muy agradable”, cuenta el emprendedor.

Sus diseños se comercializan a través de un catálogo virtual disponible en el fan page de Facebook: Ebano Taller. Javier ofrece asesoría en diseño y decoración, además diseña los muebles acorde al espacio de cada establecimiento. Todas sus creaciones son personalizadas y no se repiten.

La meta del emprendimiento es crecer este año y posesionar la marca en otras ciudades.