En la planta de producción situada en el Parque Industrial de Riobamba se manufacturan mangueras, tuberías de diversos grosores, fundas plásticas y otros materiales.

En la planta de producción situada en el Parque Industrial de Riobamba se manufacturan mangueras, tuberías de diversos grosores, fundas plásticas y otros materiales. Foto: Glenda Giacometti / Líderes

Las mangueras son su especialidad 

10 de diciembre de 2018 09:32

Carlos Romero y su familia sonríen cuando recuerdan cómo transformaron su pequeño negocio, una ferretería que distribuía insumos para la agricultura, en una fábrica de plásticos que actualmente lidera el mercado nacional. Ellos manufacturan mangueras de diversos grosores, tuberías y todo insumo hecho a partir del plástico que requiera la industria agrícola y el sector de la construcción.

Sus productos se distribuyen en 23 provincias del Ecuador, aunque tienen mayor clientela en las que la agricultura es la actividad predominante, como Cotopaxi, Chimborazo, El Oro.
“El futuro de la economía del país está en el campo. La agricultura fue una actividad menospreciada durante años, pero es lo que nos da de comer y todas las ciudades necesitan alimentos”, dice Carlos Romero, quien es el gerente y fundador de Icoplast.

La empresa surgió en 1994. Ese año Romero y su esposa Dora Marroquín se dedicaban a la distribución de materiales ferreteros, pero su fuerte siempre estuvo en el sector agrícola, por lo que también entraron en la venta de insumos para el agro.

“Conocíamos bien el campo, y así nos dimos cuenta de las necesidades insatisfechas y decidimos convertirnos en fabricantes”, recuerda Dora.

El principal desafío en esa época era la falta de tecnología. La gente desconocía sobre riego tecnificado y aunque el agua siempre fue un recurso escaso, no se optimizaba en el campo.

La familia adquirió ese mismo año una máquina de segunda mano para fabricar mangueras de plástico.

Posicionar su producto en el mercado no fue una dificultad debido a la escasez de materiales de ese tipo, pero sí lo fue desarrollar el producto sin conocimientos previos. En Riobamba, donde se instaló el negocio, pocos conocían sobre la industria plástica.

Desarrollar un producto durable, que resistiera las condiciones ambientales, la presión del agua y otros factores externos, les tomó meses de ensayos y capacitaciones. Pero finalmente lograron desarrollar una manguera resistente, que era su único producto y que aún ahora, 14 años después, se mantiene como el artículo estrella de la firma.

Daniel Chalán, de Agroproyectos El Emprendedor, en Loja, dice que las mangueras de Icoplast son las que han dado mejores resultados en el campo y son competitivas en costos. “Somos clientes frecuentes de esa empresa porque le tenemos mucha confianza al producto”.

Cerca del 80% de materias primas para fabricar las mangueras son recicladas. Romero dice que parte del éxito consistió en desarrollar un sistema de reciclaje de alta calidad.

Ese proceso no solo es amigable con el ambiente, sino que también influye en el resultado final del producto.

En el 2002 la familia decidió diversificar la línea de producción de la fábrica. Incrementaron al menú tuberías PVC y así incursionaron en la industria de la construcción.

“La experiencia que logramos al fabricar las mangueras nos ayudó en nuevas líneas que añadimos. Ese conocimiento previo nos ayudó a la hora de seleccionar equipos y definir procesos”, dice el gerente.

De hecho, las metas empresariales a corto plazo incluyen el diseño de nuevos productos. Una línea completa para los invernaderos es una de las prioridades en la investigación de la empresa. Próximamente ellos producirán plásticos para cubiertas con cualidades especiales de resistencia.

Además experimentan para desarrollar una especie de madera plástica que revolucionaría el uso de madera convencional en la construcción y evitaría la tala de bosques.

Otra meta para el 2019 es abrir al menos dos puntos de venta propios para ser aún más competitivos en el mercado con precios de venta directa para los agricultores.