Mónica Orozco
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En sus manos el plástico tiene una nueva vida

Las fundas plásticas de las compras, las tapas de gaseosas o recipientes de plástico pueden terminar su vida en un tacho de basura. Pero dos emprendedores decidieron convertir estos desechos en una oportunidad de negocio.

El abogado Juan Barragán Moreira, socio e inventor de la iniciativa que aún no se ha constituido en compañía, se dedicó por cinco años a la compra y venta de plástico reciclado, que vendía a empresas en Guayaquil.

Pero hace siete años pensó en crear su propio producto a partir de este material reciclado. Así nacieron los postes ecológicos, que hoy entrega principalmente para cercas en el sector agrícola.

Patricio Égüez, propietario de la Finca de Avestruces INGA, ubicada en Pifo, Pichincha, es uno de sus clientes.

Comenta que cada dos años debía cambiar la cerca construida con pingos de eucalipto, dentro de su propiedad. "Por más que ponía brea, los palos se podrían y, por eso, busqué un producto alternativo". Égüez emprendió el cambio progresivo de la madera que utilizaba para las cercas de sus corrales, por postes ecológicos desde hace un año. "Me ha dado excelente resultado, no se pudren y son de color verde, lo cual está acorde con la naturaleza".

En el último año ha comprado unos 300 postes para su finca. Además, los postes son más livianos que aquellos que se fabrican de hormigón, dice.

La búsqueda de la fórmula que le dé la resistencia y otras características que buscaba Barragán en el producto, empezó en el 2007. A la par, diseñó y envió a construir o adaptar maquinarias para procesar el material.

Las máquinas se importaron de España e Italia. "En el Ecuador sí hay inventores", dice mientras muestra con orgullo el funcionamiento de la maquinaria.

Barragán patentó su invento en el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI), en el 2008.

El producto puede durar aproximadamente 100 años y puede utilizarse en todo tipo de suelo. "Buscamos que el poste ecológico reemplace la tala indiscriminada de bosques para construir cercas", explica Barragán.

Pablo Tenesaca, socio de la empresa Arquiestudios, que fabrica casas de madera a medida y gusto del cliente, adquiere el producto para utilizarlo en los cimientos de las viviendas.

"El mayor problema que tenía era la humedad, en especial en la Costa y Galápagos, que puede afectar la infraestructura. Los postes ecológicos de plástico solucionaron ese problema", comenta.

El constructor añade que el material ha facilitado el mantenimiento que debe realizar a las viviendas. "He construido casas de madera de hasta dos pisos y resiste bien el material", indica Tenesaca.

Lupe Benavides, socia de Barragán y quien se dedica a la comercialización del producto, dice que actualmente la planta, ubicada en Sangolquí, produce unas 120 toneladas al año. En este 2014, los socios esperan tener un incremento de hasta el 50% de la producción.

El material también se ha utilizado para elaborar cercas decorativas en jardines o parterres de calles y avenidas.

Este año, el emprendimiento logró una alianza con la empresa de textiles Enkador que, además, procesa botellas plásticas recicladas.

Con ello, Barragán adquiere las tapas, etiquetas y otros materiales que salen como desperdicios de los procesos. "Ese material nos sirve a nosotros como insumo para elaborar los postes".

Los productos

Usos del poste. El poste de plástico reciclado se utiliza para soportar cercas eléctricas, alambrados, infraestructuras para vivienda, puentes peatonales en zonas de difícil acceso, entre otros.

Los precios. Los postes cuestan desde USD 3 hasta 20, cada uno.