Este emprendedor e innovador mexicano considera que los nuevos profesionales están obligados a aprender nuevas disciplinas y explorar más allá de la educación tradicional. Recomienda guiarse bajo el concepto llamado  ‘Lifelong learning’. Foto: Cortesía

Este emprendedor e innovador mexicano considera que los nuevos profesionales están obligados a aprender nuevas disciplinas y explorar más allá de la educación tradicional. Recomienda guiarse bajo el concepto llamado ‘Lifelong learning’. Foto: Cortesía

Manuel Morato: 'La programación nos abre puertas'

9 de marzo de 2020 10:45

¿Qué tan desarrollado está la tecnología aplicada en la educación en México? ¿Cómo miran ustedes el panorama en América Latina?
En Dev.f hemos descubierto que por más que proliferen cursos en línea y nuevas maneras de aprender como los MOOC, con buenos resultados, en América Latina hay muchas personas que no tienen las bases necesarias para ser autodidactas con cursos en línea. Hay millones de personas en situación de pobreza , con precariedad económica. Para nosotros un gran aprendizaje es aprovechar la tecnología para ser más eficientes, pero aún hay una base, un grupo poblacional por generar y eso lo estamos haciendo con cursos presenciales enfocados en programación. Así se desarrollan habilidades de comunicación, trabajo en equipo, habilidades socioemocionales. Desarrollar estas habilidades con cursos en línea es difícil y pensamos que los cursos presenciales aún son necesarios.

¿Qué falencias han detectado ustedes a la hora de educar?
La educación es un tema de acceso. Existen muchas universidades, han crecido y hemos visto que es un problema que no se resuelve con más institutos o universidades porque aún hay personas que no acceden a educación que les lleve a encontrar trabajo para vivir como quieren y que genere movilidad social. Esta movilidad social está limitada a personas que logran ir a universidades de prestigio -públicas o privadas-, pero que tienen acceso limitado y altos costos. Hasta en universidades como la UNAM solo pueden entrar

100 000 estudiantes nuevos al año y eso es un pequeño porcentaje de la población que quiere estudiar la universidad. Por eso surgen oportunidades para iniciativas como la nuestra que tratan de bajar barreras de acceso, con cursos rápidos y accesibles en costos y horarios.

Cuando dice movilidad social ¿a qué se refiere?
A que alguien que nació en una cierta condición socioeconómica pueda, con trabajo y mérito, aspirar a crecer, tener mejores ingresos, cambiar su condición de vida y tener más oportunidades. En América Latina no falta la gente con ganas de hacer cosas, el problema es la falta de oportunidades para transformar sus vidas. Queremos que le gente tenga dinamismo y no se confinen a un cierto estatus.

¿Es parecido al tema de la pobreza crónica que también afecta a la región?
Exacto. Recordemos el sueño americano, cuando luego de la segunda guerra mundial quien se esforzaba y trabajaba duro podía transformar su vida. Con la tecnología se abren oportunidades similares. En el mundo de la tecnología no cuenta a quién se conoce sino saber hacer las cosas. Hoy la gente aunque no tenga un título, pero sabe programar, por ejemplo, tiene oportunidades y eso da paso a una meritocracia para que quien se esfuerce aproveche oportunidades. Es una dinámica motivante.

¿Cómo miran ustedes la pulseada entre la educación tradicional y la educación en línea?
Nuestro caso es lo que se llama ‘blended’, una mezcla. Hay lecciones presenciales, la gente llega y a la hora de usar los contenidos sí metemos tecnología, con ejercicios en plataformas que usan inteligencia artificial, que graba data de cada ejercicio como la manera en que se hizo un ejercicio, cuántos intentos tuvo, etc. Así se crea un historial y podemos usar esa información para cruzarla con empresas que buscan talentos o para sugerir al alumno qué área reforzar. Esto ayuda para que la experiencia de aprendizaje sea más eficiente y de mayor calidad.

¿Cuál es el perfil de los estudiantes que ustedes reciben?
El mundo tecnológico es una actividad altamente cognitiva, no se depende de la fuerza física. Hay muchos universitarios, recién graduados, que quieren aprender programación para complementar lo que hacen en su trabajo. Aprender a programar ya es como antes hablar inglés, es una habilidad que sirve para mucho: para resolver problemas, para automatizar tareas, para comunicarse mejor con equipos donde hay desarrolladores o programadores. Sirve en medio de la transformación digital, además hay mucho trabajo. Nos llega gente de universidades privadas y públicas. Tenemos gente muy diversa.

¿Por qué se enfocaron en enseñar programación?
Porque permite que las personas puedan construir una página web desde cero, que entiendan los fundamentos de distintos lenguajes, que aprendan la lógica de una computadora, de un servidor, que sepan qué hay detrás de una aplicación. En todo el mundo, en especial en América Latina, hay más demanda que oferta de personas con estas habilidades. Es una habilidad muy bien pagada que puede llevar a una persona a trabajar en empresas innovadoras y sirve para emprender aprovechando los bajos costos de la tecnología.

Usted dice que programar es tan importante como saber inglés, sin embargo el dominio del inglés no siempre es tan alto como se esperaría en cierto países. ¿Esto puede dar paso a una brecha?
De pronto sí, pero para el inglés y otros idiomas sí ayudan mucho los cursos en línea. En nuestras clases conocemos a muchas personas que han aprendido inglés por su cuenta, aprovechando sitios web, leyendo, escuchando podcast, preguntando, etc. Lo importante es ponerlo en práctica en el día a día. En México, así como en otros países sí hay un tema con el inglés, pero no es imposible.

¿Entonces se puede decir que la programación viene a ser como una nueva habilidad de todo profesional?
En nuestra escuela hemos visto que hay muchas personas que se sienten intimidados con la programación. Antes era de ingenieros o de científicos de computación, pero hoy ya no es solo de ellos. Se la puede usar para crear una aplicación que resuelva un problema de abogados o un problema de seguridad en las calles. Se puede resolver todo tipo de problemas. Queremos romper la idea mental de que la programación es muy difícil y complicada. Sirve para conectarse mejor con equipos de trabajo y sirve para abrir puertas a oportunidades profesionales.

¿Cómo ha evolucionado el sistema educativo?
Estudiar una carrera universitaria es una oportunidad y una experiencia insustituible porque genera mucho valor. Pero las carreras de cuatro años o más, en el actual contexto de la revolución industrial, vienen a ser demasiado largas y costosas. La cuarta revolución industrial está llena de cambios y la habilidad que más se necesita es la adaptabilidad.

¿Recomienda estudiar varias carreras cortas?
Cuando doy charlas recuerdo el concepto ‘Lifelong learning’, que significa aprender durante toda la vida. Antes se estudiaba una carrera, una maestría y se trabajaba. Hoy se necesita estar constantemente aprendiendo cosas nuevas, explorando disciplinas que nos den herramientas y nos complementen.

La hoja de vida

Ha trabajado  en ‘start ups’ tecnológicas en Silicon Valley, Corea del Sur y México en las áreas de negocios y estrategia.

Es cofundador y  director de Alianzas Estratégicas + BizDev en Dev.f, escuela de programadores de México. Dev.f es una EdTech que capacita a personas de forma accesible e incluyente a través de cursos ágiles en habilidades digitales.

Trabajó en ‘start ups’  mexicanas reconocidas como Kueski. También es co-fundador de Aire Libre Running, empresa de turismo que acaba de ser reconocida como una de las 30 Promesas de Negocio de Forbes México en 2020.