Las nuevas tecnologías están cada vez más presentes en el sector financiero y esta realidad trae una serie de desafíos para las autoridades, los reguladores, las instituciones del sector y los usuarios.

Ante la evolución de la tecnología y su adopción en el sector financiero, la regulación y la confianza se convierten en dos conceptos fundamentales. Lo común hoy en día es hacer una transacción desde un teléfono móvil; a esto se suman nuevas tendencias y términos como ‘fintech’, reconocimiento facial o ‘machine learning’; por nombrar unos pocas.

Bajo este panorama la actualización de conocimientos es un imperativo. Bancos y cooperativas hacen su parte y ya cuentan con un importante número de servicios digitales, que facilitan el día a día de sus clientes.

Las autoridades también tienen un rol que cumplir, no solo desde el control, sino también desde una legislación a tono con los tiempos que vivimos. El reto que tiene Ecuador es similar al de otros países de la región. En este tema, la clave es pensar siempre en el cliente como eje del negocio.