Los productores de sombreros de paja toquilla identificaron en Europa un gran mercado para crecer e intensificar sus exportaciones. El ‘mercado nostálgico’ es otro  nicho. Foto: Archivo LÍDERES

Los productores de sombreros de paja toquilla identificaron en Europa un gran mercado para crecer e intensificar sus exportaciones. El ‘mercado nostálgico’ es otro nicho. Foto: Archivo LÍDERES

La participación de las pymes en el mercado europeo está en alza

11 de mayo de 2021 07:57

Europa es un mercado con potencial de crecimiento para la oferta tradicional y no tradicional de Ecuador. Los acuerdos vigentes con dos bloques importantes como la Unión Europea (UE) y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés) permiten la consolidación y el incremento de la presencia de productos elaborados por pequeñas y medianas empresas (pymes), especialmente, del sector de la agroindustria.

Derivados de cacao, jugos envasados, pulpas de frutas y té son algunos de los bienes que se distribuyen a países como Francia, Italia, España y Alemania.

Estas naciones también son las que concentran la mayor parte de las exportaciones ecuatorianas.

Según datos de la Federación Ecuatoriana de Exportadores del Ecuador (Fedexpor), en todo el 2020 se vendió, por ejemplo, a la Unión Europea USD 2 995 millones en productos variados, que van desde banano y cacao hasta sombreros de paja toquilla. De ese porcentaje, al menos el 85% proviene de firmas pequeñas. El bloque también es el segundo destino de los envíos de Ecuador después de Estados Unidos.

“La UE es el mercado más importante para los bienes que producen las pymes”, señala Francisco Miranda, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao e Industrializados del Ecuador (Anecacao).

En el caso del sector cacaotero, la preferencia del europeo por el grano ecuatoriano hace que se mantenga un crecimiento anual en las exportaciones de derivados de hasta dos dígitos.
“Los chocolateros piensan diferente, en productos y sabores innovadores con alto valor agregado que se atan a las exigencias del mercado”, señala.

Miranda destaca que en los últimos años, el sector se ha especializado para añadir un plus a sus productos. Dentro de la carta de tabletas de chocolate con alta concentración de cacao, por ejemplo, se han adicionado sabores como cáscara de naranja, kiwi, sal en grano e incluso rosas, para captar a clientes de paladar exigente.

Además, se aprovecha toda la pulpa del cacao y se elaboran bebidas que ya se exportan a Holanda y a Francia.

Desde que arrancó el Acuerdo con la Unión Europea el 1 de enero del 2017, al menos, 60 pymes ecuatorianas y 12 asociaciones de la economía popular y solidaria han incursionado por primera vez en ese mercado.

Uno de los puntos a considerar por parte de las pequeñas empresas es llegar a captar a consumidores nuevos y a los ‘nostálgicos’.

Estos últimos constituyen un porcentaje importante en la demanda potencial de productos porque provienen de sus naciones de origen.

De acuerdo con Paúl Montalvo, vocero de Taytta Hats -empresa que elabora sombreros de paja toquilla-, los ecuatorianos pueden reconocer los sombreros a simple vista porque se distinguen por su variedad y colores.

La firma identificó el increíble potencial que tienen las artesanías finas ecuatorianas, especialmente, el sombrero de paja toquilla y se lanzó a exportar a Europa desde el 2014.

Carla Novoa, directora de marketing de Amati -empresa que comercializa productos con base en amaranto-, cuenta que con su producto también aborda a ese mercado nostalgia.

La firma pudo llegar a España en 2021 tras dos años de negociaciones con un comprador que supo del producto por terceros. “Los consumidores europeos buscan buena calidad y transparencia de marca y los ecuatorianos, radicados en el continente, buscan productos que les recuerden su origen”, describe Novoa.

El país ha exportado más de 250 nuevos productos a la UE desde que rige el tratado comercial y hay más oportunidades para crecer.

Para Fedexpor, el mercado europeo se ha constituido como una vitrina para posicionar nuevas líneas de productos no tradicionales y aprovechar la alta disposición al pago en segmentos-nicho que, por su volumen, pueden abrir oportunidades para incrementar escala en pequeñas y medianas empresa exportadoras.