Los centros comerciales aplicaron descuentos en diciembre del año pasado. Este mes es considerado como el de mayor movimiento comercial, aunque en el 2015 la tendencia varió. Foto: Mario Faustos/ LÍDERES

Los centros comerciales aplicaron descuentos en diciembre del año pasado. Este mes es considerado como el de mayor movimiento comercial, aunque en el 2015 la tendencia varió. Foto: Mario Faustos/ LÍDERES

La meta en la recaudación de impuestos llegó al 95% en 2015

31 de enero de 2016 16:08

Los niveles de recaudaciones en tributos como el Impuesto al Valor Agregado (IVA), a la Renta (IR), a la Salida de Divisas (ISD) y a los Consumos Especiales (ICE) registraron una reducción en los últimos cinco meses del año pasado, en comparación con el mismo período del 2014.

La falta de liquidez, la desaceleración económica y el impacto de las salvaguardias arancelarias implementadas en marzo del 2015 fueron los tres factores que incidieron en las recaudaciones.

Ximena Amoroso, directora Nacional del Servicio de Rentas Internas (SRI), en una entrevista con Andrés Carrión, en Radio Platinum, el pasado 11 de enero, sostuvo que era previsible que los niveles de recaudación disminuyan debido a las decisiones económicas que se tomaron para enfrentar la situación del país.

Según la funcionaria, pese a que algunos sectores, como el del comercio, se vieron afectados en sus ventas, lo que recayó en el cobro de impuestos, otros se dinamizaron como el turismo: “Hubo quizás una sustitución momentánea de consumo, es decir, lo importado se sustituyó por lo local”, expresó.

Amoroso también indicó que cuando se implementaron las salvaguardias, el SRI propuso al Ejecutivo la Ley de Remisión de Intereses y Multas, porque al reducir las importaciones se esperaba un impacto en el IVA por importaciones, el ISD y el ICE. Con la Ley se pretendió tener un ingreso extra a la meta de recaudación del 2015.

Desde mayo hasta septiembre, cuando se aplicó la amnistía tributaria -en la que los contribuyentes se beneficiaron de la condonación de multas, intereses y recargos si cancelaban el total del capital-, el SRI captó USD 917 millones. Con estos ingresos, hasta diciembre del 2015 se alcanzó el 95% de la meta por cobro de impuestos.

Carlos de la Torre, director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Católica de Quito, señala que la recaudación de impuestos está vinculada con el dinamismo que tiene la economía de un país.

Y si la recaudación disminuye, en especial en aquellos impuestos relacionados con las compras, se trata de un síntoma de que los ecuatorianos ya no tienen el poder adquisitivo que tenían antes o que prefieren el ahorro para enfrentar emergencias como el desempleo, menciona este investigador.

El Impuesto al Valor Agregado (IVA) varió de USD 574,6 millones en diciembre del 2014 a 470,9 millones solo en diciembre del año anterior. La caída fue de un 18%.
Para este año, el SRI espera obtener USD 14 086 millones. La titular de la entidad considera que la recaudación se mantendrá en alza, pero no con el mismo ritmo de años anteriores.

Wilson Araque, director del Área de Gestión de la Universidad Andina Simón Bolívar, indica que la meta impuesta por el SRI este año dependerá del desenvolvimiento económico del país. Según Araque, si organismos internacionales como la Cepal o el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevén que la economía ecuatoriana tendrá un decrecimiento será difícil alcanzar la meta señalada por el SRI.

Esto, según Araque, tendría un impacto en el financiamiento del gasto corriente y en el Presupuesto General del Estado. Para el analista económico Andrés Vergara, las cifras que presenta la autoridad tributaria son un termómetro de la situación económica del país.

Esto afecta directamente al ecuatoriano, porque ahora tiene menor capacidad para adquirir productos como televisiones, perfumes, maquillajes o vehículos importados. Y en un escenario más complejo no podría consumir bienes de la canasta básica, dice Vergara.

Esto afectaría tanto al IVA como al Impuesto a la Renta, porque si empresas o pequeños negocios no tienen capital o utilidades para invertir en su producción existen menos opciones de generar empleo y también se limita la posibilidad de subir los salarios.

Para Vergara, si firmas internacionales hubiesen venido al país para emprender nuevas líneas de negocios sin tener que pagar por un impuesto del 5% a la salida de divisas (ISD), se tendría mejores resultados en el arca tributaria.

La recaudación del ISD también registró un descenso. Pasó de USD 1 259 millones a 1 093 millones entre el 2014 y el año pasado. Otro tributo que registró un bajón fue el pago del Anticipo al Impuesto a la Renta, que pasó de USD 380,6 millones en el 2014 a 335,4 en el año anterior. Esto representó un descenso del 12%, según las estadísticas del SRI.

Al menos tres factores impactaron al Fisco

El retraso de los pagos a los proveedores del Estado, la caída del precio del petróleo y el modelo económico concentrado en el Estado son factores que incidieron en el bajón de la recaudación tributaria de los últimos cinco meses del 2015.

Para Wilson Mariño, consultor empresarial, las ventas tuvieron un ritmo aceptable en el primer semestre del año pasado. Pero luego llegó la demora en el pago a los proveedores estatales, las ventas cayeron y los impuestos que se derivan de la actividad comercial, como el IVA y el Impuesto a la Renta, tuvieron un bajón: “esto tiene un efecto dominó en las empresas, en las importaciones y en consumidores”.

Para el analista económico, Marcelo Vázquez, desde mediados del año pasado, la desaceleración de la economía impactó directamente en la demanda de los consumidores.
Por este motivo el consumo disminuyó y eso se reflejó en la recaudación tributaria.

Las familias se volvieron más austeras y privilegiaron determinados gastos dice Vázquez. Además, hubo personas que perdieron sus puestos y se quedaron sin recursos. “El panorama para el 2016 es similar. Al Estado le afecta, porque sus ingresos se reducen para financiar el Presupuesto General del Estado (PGE)”.

Según Vázquez, la política del Ecuador de los últimos años es eminentemente fiscalista y ha pretendido poner (a los impuestos) como uno de los pilares del financiamiento del Presupuesto”. Vázquez agrega que las dos alternativas que le quedan al Gobierno son buscar más financiamiento en el exterior, para financiar el déficit presupuestario, o eliminar los subsidios.

Para el coordinador del Grupo de Investigación en Economía Regional de la Universidad de Cuenca, Rodrigo Mendieta, la caída del precio del crudo afectó a la economía, porque se perdió liquidez en un país dolarizado sin capacidad de emitir su moneda.

Él agrega que el Gobierno, al quedarse sin la liquidez que también generan los impuestos, tiene que compensar con deuda que se vuelve más compleja y costosa porque el riesgo país de Ecuador aumentó.

Según Mendieta, no es el momento para presionar más por el lado fiscal sino de buscar políticas para reactivar la economía. Él recuerda los planteamientos que un grupo de economistas del Foro de Diálogo Económico hizo al Gobierno el año pasado.

Allí se solicitaba formular un presupuesto basado en una metodología de balance estructural que proyecte los ingresos del Estado, con base en tendencias de crecimiento y precio del petróleo de largo plazo, de tal forma que se incorporen los principios de sostenibilidad fiscal en el Ecuador.

También se planteó reducir la tasa del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) como una señal de que el Gobierno está dispuesto a favorecer el ingreso de capitales extranjeros y generar confianza en el sector privado. Y disminuir los impuestos al sector productivo exportador.

Para Juan Fernando Carpio, docente de la Universidad San Francisco de Quito, lo que ocurre con la situación económica del país, incluida la reducción de los impuestos era algo previsible por el modelo económico que maneja el Gobierno y que pone al Estado como motor económico.

Este catedrático indica que la inversión mejora la capacidad de consumo. Pero los recursos no llegan y la consecuencia es falta de liquidez, disminución en la compra de productos considerados de lujo y menos impuestos.

Cuando los empresarios no pueden invertir para producir se genera un efecto dominó que repercute en ventas, consumo y empleo. “Si el Ecuador no tiene ingresos se afecta la actividad productiva”, dice Carpio. Para esto, una de las soluciones que propone este profesor universitario pasa por la reducción del gasto del Estado y fijar metas de recaudación acorde con la actual situación del Ecuador.

El escenario económico del 2016 aún es incierto

El sector empresarial teme que la desaceleración económica que el Ecuador siente desde el año pasado se replique con mayor fuerza en este 2016, lo que se traduciría en menores ventas y por lo tanto, en menores ingresos para tributar.

“Habrá menos recaudación de impuestos este año con certeza. El FMI proyectó un decrecimiento del 0,6% en el país, si decrece la economía, decrece el volumen de las empresas”, comenta Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito.

El dirigente gremial añade que si este año se implementan modelos como el timbre cambiario, las recaudaciones de impuestos como el ICE y el IVA decrecerían, puesto que los importadores reducirían sus compras.

En este contexto, la dirigencia empresarial cuestiona que se aplique el cobro del anticipo al impuesto a la renta, que en el 2015 recaudó USD 335 millones, es decir, un 7% del total del impuesto a la renta.

“Consideramos que sería prudente que el Gobierno no cobre este anticipo a ciertos sectores. Eliminarlo nos ayudaría con el tema de liquidez, porque la banca no está otorgando los créditos necesarios”, dice Alarcón.

El Servicio de Rentas Internas proyecta una mayor recaudación este año frente al 2015 y las reformas tributarias implementadas en el 2014 podrían contribuir, según un análisis de la consultora Inteligencia Estratégica. Una de las reformas establece, por ejemplo, que desde marzo las sociedades con accionistas en paraísos fiscales pagarán 25% de impuesto a la renta en lugar de 22% .

Jaime Carrera, del Observatorio de la Política Fiscal, advierte que en el actual escenario, en el que las recaudaciones vienen cayendo, “se va a ampliar el déficit fiscal que ya es elevado”, por la desaceleración de la economía y los menores ingresos de las empresas.

Carrera explica que el efecto no solo impactará a los negocios. “Las empresas venden menos, hay menos ingresos para el Estado. Algunas empresas tendrán que despedir trabajadores, hay más desempleo y el ciudadano en general va a sentir que pierde los ingresos que tiene y toda la economía se contrae”, señala.

El Gobierno tiene tres fuentes de financiamiento: el petróleo, la recaudación de impuestos y el crédito. Walter Spurrier, analista, explica que con las dos fuentes de ingresos cayendo (petróleo y tributos), al Gobierno le queda la opción de conseguir más créditos externos para compensar el desequilibrio. Con menores ingresos, añade Spurrier, los contratistas del Estado también seguirían sufriendo atrasos en sus pagos.

“El Gobierno va a necesitar 10 000 millones de dólares en créditos para poder cubrir su plan de gastos, difícilmente lo va a conseguir”, dice Spurrier. Además, los expertos coinciden en que con el riesgo país, que el 29 de enero estuvo en 1 495 puntos, el Ecuador no cumple con el perfil idóneo que atrae a inversores y prestamistas.