Personas que buscan trabajo se congregan para postularse en fábricas de ensamblaje en México, en medio de los efectos de covid-19. Foto: José Luis González / Reuters

Personas que buscan trabajo se congregan para postularse en fábricas de ensamblaje en México, en medio de los efectos de covid-19. Foto: José Luis González / Reuters

En México se pone en marcha un renovado modelo laboral

24 de noviembre de 2020 16:05

El Gobierno mexicano inició la primera etapa del “histórico” nuevo modelo laboral, que le permitirá cumplir con el Tratado entre México, EE.UU. y Canadá (T-MEC).

Los tres pilares del sistema son una nueva justicia laboral, fortalecer la democracia sindical y garantizar la negociación colectiva, expuso Luisa María Alcalde, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en un evento en el Palacio Nacional.

“Estos cambios consolidan la visión del proyecto de nación de garantizar la democracia en todos sus ámbitos, muestra el compromiso firme asumido frente a nuestros socios comerciales, EE.UU. y Canadá, plasmados en el T-MEC, y dan respuesta a una deuda histórica”, afirmó Alcalde.

Las condiciones laborales en México eran uno de los principales reclamos de los sindicatos en EE.UU. y Canadá, para avalar el T-MEC, que en julio sustituyó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan).

Bajo el T-MEC, las empresas de otros países pueden interponer controversias laborales ante los paneles comerciales que podrían derivar en aranceles o restricciones al comercio.

La presentación del plan significa el primer paso de la reforma laboral aprobada por el Congreso mexicano el año pasado, pero también de un longevo reclamo de los trabajadores mexicanos, recordó la titular de la STPS.

“Hoy inicia un proceso histórico, después de años de espera y décadas de lucha, vemos implementada la primera etapa del nuevo modelo laboral, un modelo que rompe con paradigmas y vicios del pasado”, enfatizó.

El principal cambio consiste en reemplazar las actuales Juntas de Conciliación y Arbitraje, que dependen del poder Ejecutivo, por tribunales laborales a cargo del poder Judicial, para erradicar la corrupción e ineficacia en la resolución de conflictos laborales.

La reforma también exige un voto personal, libre, directo y secreto de los trabajadores en la elección de sindicatos, proporcionalidad de género en las directivas sindicales, transparencia y verificación de procesos democráticos.

Además, demanda que los contratos colectivos tengan el apoyo de al menos 30% de los trabajadores, con revisiones cada dos años.

“Inicia una transformación, quizá la más importante en las últimas décadas, haciendo realidad la libertad, la democracia y el acceso a la justicia en el mundo del trabajo”, subrayó la Secretaria del Trabajo. Por ahora, el nuevo modelo arrancará en ocho estados: Campeche, Chiapas, Durango, Estado de México, San Luis Potosí, Tabasco, Zacatecas e Hidalgo.

El presidente, Andrés Manuel López Obrador, prometió que no quedará en ‘letra muerta’. “Poco a poco vamos a cubrir todo el país. Se va a aplicar la reforma en todo México y vamos a dejar las bases para una relación nueva en esta materia de justicia laboral”.