La tecnología minera australiana es de las más demandadas en los países con yacimientos de minerales y metales. Países de la región como Perú y Chile usan sus innovaciones. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES

La tecnología minera australiana es de las más demandadas en los países con yacimientos de minerales y metales. Países de la región como Perú y Chile usan sus innovaciones. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES

La minería se automatiza cada día más

2 de agosto de 2018 09:06

Minas robotizadas, puertos de embarque con tecnología de punta y minería a control remoto. Estas tecnologías encabezan el listado de las innovaciones mineras más eficaces del mundo. Países como Australia y Canadá se destacan hoy por sus centros de investigación y fuertes inversiones en el mejoramiento de la tecnología extractiva.


En Latinoamérica, Chile y Perú, los dos países con más experiencia en la extracción de minerales, empiezan a modernizarse con tecnología extranjera, que no solo mejora la eficacia de la explotación y la ubicación de nuevos yacimientos, sino que también contribuye al cuidado ambiental.

La tecnología minera australiana es de las más demandadas en los países con yacimientos de minerales y metales. Allí, los gigantes de la minería como BHP Billiton, Fortescue Metals Group y Río Tinto Group se disputan el liderazgo en el desarrollo de software minero.

Las tres empresas cuentan con concesiones en Pilbara, al este de Australia. Sus maquinarias están instaladas en extensiones gigantes de terrenos desérticos, donde hay grandes cantidades de cobre y hierro.

Pero a diferencia de otros grandes proyectos mineros del mundo, los procesos de exploración y explotación están totalmente automatizados. Eso disminuye los residuos, mejora la eficiencia energética y agilita las operaciones mientras se reduce la necesitad de mover el equipo y darle mantenimiento preventivo.

Fortescue Metals, una empresa que también explora yacimientos de cobre y oro en Ecuador desde el 2009, en el proyecto Cascabel en Imbabura, opera una de las cadenas de suministro integrado más eficientes de ese país. Ellos logran transportar hasta 36 000 toneladas de hierro desde sus centros mineros hasta cinco puertos en Port Hedland (Australia), y casi la totalidad del proceso se hace sin intervención humana.

Esta empresa también es la propietaria del ferrocarril de cargas más rápido del mundo. Tiene una capacidad de carga de 42 toneladas y se mueve a 80 kilómetros por hora, a lo largo de un tendido férreo de 620 kilómetros. Esa tecnología que fue desarrollada durante unas tres décadas agiliza el envío del mineral a China, donde están sus principales clientes.


“En Ecuador estamos iniciando nuestras operaciones, estamos tomando muestras y analizando el tipo de tecnología que utilizaremos. Periódicamente viajamos con dos expertos para realizar estudios”, cuenta Tony Swiericzuk, director de desarrollo de negocios de la firma.

BHP Billiton destaca por su centro remoto de operaciones. Está equipado con tecnología que les permite monitorear 1 500 kilómetros de rieles, dos estaciones separadas en el puerto Herb Elliott, y operar la maquinaria que extrae cobre en su mina en Pílbara, a unos 2 000 kilómetros de distancia, todo esto a control remoto.

En Perú la tecnología minera se enfoca al descubrimiento de nuevos yacimientos. En ese país, con una larga trayectoria en explotación minera, los avances de los últimos 25 años han sido vitales para el desarrollo de la industria, según Ricardo Labó, quien fue viceministro de Minas y Energías de Perú, y representó a su país en el foro de minería Latin American Down Under, que fue en Australia.

Entre los proyectos mineros más importantes de ese país están La Granja con una inversión de unos USD 5 000 millones, Quellaveco, con una inversión de USD 4 882 millones, y Minas Conga, con una inversión de 4 800 millones.

La Granja es el proyecto de explotación de cobre más grande de Perú. Está ubicado en Cajamarca y fue concesionado en el 2006 a la empresa australiana Río Tinto. Ellos invirtieron unos USD 800 millones solo en la etapa de exploración.

En el 2015, debido al potencial cuprífero de la zona, Río Tinto amplió el proyecto. Para ellos el desafío principal fue el alto nivel de arsénico que contenía el suelo donde están las grandes cantidades de cobre, por lo que ensayan nuevos métodos químicos de separación de minerales.