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Perla Organic Chocolate exporta chocolates con sabores exóticos a Suiza, España, Canadá, Corea del Sur y Estados Unidos. Foto: Archivo EL COMERCIO

Mipymes generan el 20% de los ingresos del tejido empresarial

9 de octubre de 2018 09:04

Nueve de cada diez empresas en el Ecuador están en el segmento de las mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas); es decir, tienen ingresos anuales brutos que no sobrepasan los USD 5 millones y emplean a menos de 200 personas.

Aunque las empresas pequeñas son las más numerosas, su participación en el flujo de dinero que se mueve en el tejido empresarial ecuatoriano se ha mantenido estancado en los últimos cinco años.

En 2013, de cada USD 100 de ingresos por ventas de bienes y servicios en el Ecuador, USD 20 los aportaron las mipymes, mientras que en el 2017 el aporte subió a USD 21, según el informe ‘Panorama de las mipymes y grandes empresas del Ecuador 2013-2017’ que presentó en septiembre pasado la Superintendencia de Compañías.

De ahí que el Gobierno ha intentado impulsar el crecimiento de este sector durante su gestión.
En diciembre del año pasado entró en vigencia la Ley de Reactivación Económica, que dispone la exoneración del impuesto a la renta durante tres años a las nuevas microempresas.

En agosto, la Ley de Fomento Productivo, que entre otros incentivos propuso dar prioridad en la contratación pública a las mipymes y que se exonere por 20 años del impuesto a la renta a las mipymes del sector turístico.

Ese mes, en el Plan Prosperidad, el Gobierno presentó un programa de reactivación mediante crédito para este sector, por USD 235 millones.

Para Pablo Arosemena, presi­dente de la Federación de Cámaras de Comercio, la Ley de Fomento no es suficiente mientras el Gobierno no realice reformas a las modalidades contractuales, que hacen que el mercado laboral del país sea rígido.

Francisco García, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria del Guayas, coincide con Arosemena. Añade que los incentivos para el sector son necesarios, pero critica que estos todavía no son bien conocidos y entendidos.

Otro de los problemas que limita el crecimiento del sector es la tramitología, añade García.
“Hay muchos requisitos de varias entidades y aunque hay entidades que sí se han modernizado, aún hay instancias que no están digitalizadas, como por ejemplo ciertos municipios. El emprendedor termina gastando tiempo y dinero que podría invertir en innovar y producir más”.

Segundo Camino, director nacional de Investigación y Estudios de la Superintendencia de Compañías, que estuvo a cargo del estudio, destaca que pese a que la participación de las mipymes no ha despuntado, en el análisis se encontró que en época de crisis, este tipo de empresas respondió mejor que las más grandes.

En el 2016, cuando la economía atravesó una recesión por la caída de los precios del petróleo y el PIB decreció un 1,5%, las grandes empresas tuvieron un decrecimiento de sus ventas del 8,6% respecto del 2015, mientras las mipymes registraron decrecimiento de un 4,8% en el mismo período.

Según Camino, una hipótesis que explica este comportamiento es que la apreciación del dólar en el 2016 afectó principalmente a las empresas que más importan y exportan: las firmas más grandes.

“Las mipymes se concentran en el mercado local, viéndose menos afectadas. Más bien este tipo de empresas pudieron verse afectadas por ‘shocksinternos como restricción de crédito, productividad de sus trabajadores, ambiente de negocios, entre otros”, indica.

Tras la crisis del 2016, el panorama que enfrentan las mipymes se avizora complejo. Los ingresos por ventas registrados en el 2017 cayeron USD 635 millones por debajo de las ventas del 2016.

Para García, esto refleja la merma de inversión pública que deriva en una caída de la contratación pública y atrasos en los pagos por parte del Estado.

El sector generó el 49% de empleo

La participación de las mipymes en la generación de empleo ganó espacio en los últimos cinco años, de acuerdo con el informe ‘Panorama de las Mipymes y las grandes empresas del Ecuador 2013-2017’, realizado por la Superintendencia de Compañías.

El documento detalla que las micro, pequeñas y medianas empresas generaron el 46% del empleo en el 2013; mientras que el año pasado fueron responsables del 49% de las plazas de empleo.

Este análisis señala además que el sector con mayor peso en el pastel del empleo es el del comercio, que representa el 19% del empleo generado por las Mipymes. Le siguen el sector agrícola y el de servicios administrativos, con un 12% cada uno. Se trata de los sectores que generan mayores ingresos por ventas en el segmento de las Mipymes, de ahí que la demanda de mano de obra es más alta.

Segundo Camino, que formó parte del equipo de la Superintendencia de Compañías que realizó el informe, destaca que la seguridad privada, por ejemplo, es un rubro que, a pesar de que se ubica en séptimo lugar en cuanto a la generación de ingresos, aporta una importante proporción del empleo mipyme, con el 6%.

La desaceleración económica del 2016 marca un hito en el período de análisis que realiza la Superintendencia de Compañías. Ese año, la cantidad de trabajadores reportados por los negocios ecuatorianos disminuyó en un 4,1% respecto al 2015.

Pero mientras el empleo proveniente de las grandes empresas disminuyó en 6% frente al 2015, en las mipymes la reducción fue de un 1, 8%.

Para Francisco García, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria del Guayas, esa cifra debe analizarse tomando en cuenta la naturaleza de las Mipymes.

“Los negocios de este segmento tienen tiempos de vida más cortos que las grandes. En el período de cinco años, muchas empresas murieron y nacieron otras nuevas”, advierte el dirigente.

Para el dirigente, el sector es el más vulnerable ante la desaceleración económica que atraviesa el país, principalmente, por la rigidez laboral del país. Señala que en este tipo de negocios, las probabilidades de requerir reducir personal son más altas y en este escenario, prescindir de los empleados “resulta demasiado costoso”, dice.

Carlos Zambrano, presidente ejecutivo de Farmavet, una pyme que comercializa productos para el sector pecuario, dice que los costos de producción para las mipymes ecuatorianas resultan más altos porque contratar mano de obra en Ecuador es más caro que en Colombia o en Perú.

“La empresa invierte en contratar, en capacitar y si el empleado se va, es dinero que se pierde. Además, en el caso de que se requiera despedir al empleado, las indemnizaciones son muy elevadas”, cuestiona.

El estudio además destaca que las actividades que desempeñan las mipymes se distinguen por ser actividades de bajo grado de complejidad tecnológica. El reto está en adaptarse “a nuevos procesos e incorporar tecnologías disruptivas que les brinden ventaja frente a la competencia”, detalla el documento.

Para Carol Marcial, propietaria de Perla Organic Chocolate, la innovación tecnológica es clave para una empresa de este segmento, porque al ser las más numerosas, tienen mucho más competencia. Además, le permite ganar mercado internacional. “Es necesario dar valor agregado para competir y diferenciarnos. La mayor parte de la inversión de mi negocio está destinada a innovación”.