Hernán Ponce, su esposa Nuvia Franco y su hija Belén son socios. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES

Hernán Ponce, su esposa Nuvia Franco y su hija Belén son socios. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES

La moringa impulsó este negocio familiar

4 de julio de 2018 07:50

La moringa es una opción saludable para reducir la presión arterial, bajar de peso, incrementar el volumen de la leche materna, reducir la glucosa en sangre, entre otros beneficios, según los últimos estudios realizados por universidades y laboratorios en todo el mundo. La popularidad de esta planta motivó a la familia Ponce a invertir en un emprendimiento.

Ellos siembran y procesan la planta, para luego comercializarla en todo el país. Disponen de siete puntos de distribución y también realizan envíos directos.

La empresa, que se fundó en marzo del 2016, lleva el nombre de una leyenda indígena que habla sobre los beneficios de las plantas y el conocimiento de la naturaleza. Se llama Aywa y ofrece la hoja de la planta, deshidratada, en dos presentaciones.

En polvo, ideal para adicionar a las comidas, jugos y batidos. “El sabor es casi imperceptible, pero los efectos pueden sentirse al poco tiempo de consumirla”, asegura Hernán Ponce.

También se vende en hoja entera para la preparación de infusiones que pueden consumirse como refrescos o como después de cada comida. Las fundas cuestan entre USD 5 y 10.
Ponce fue el primero en probar los beneficios de la planta. Él fue diagnosticado con un quiste que afectaba uno de sus testículos, por lo que decidió probar un tratamiento natural en base a esta planta en España, donde la moringa está en boga.

“Me pareció una planta increíble. Empecé a investigar y descubrí que en Ecuador sólo había un par de productores y que el mercado estaba insatisfecho”, cuenta.

Su yerno, Walter Aldaz y su hija Belén, también investigaron el mercado en Ecuador y decidieron iniciar una empresa. Ellos invirtieron unos USD 85 000.

El dinero, que lo obtuvieron de sus ahorros familiares, lo utilizaron en la importación de la semilla desde la India y en la tecnificación del cultivo para que se adaptara al clima de Loreto, en Orellana.

“Fue todo un desafío. Primero tuvimos que contactar a exportadores de semillas certificadas y pedir que nos enviaran muestras porque no sabíamos si la plantación iba a adaptarse a nuestras tierras”, cuenta Belén Ponce.

La primera siembra fracasó debido a que la planta es oriunda de un clima cálido y seco. La cantidad de lluvias que usualmente hay en la Amazonía hizo que las plantas se marchitaran.
Pero la familia no se desanimó. Contrataron especialistas y analizaron el suelo para determinar una técnica agrícola que permitiera que el cultivo prosperara. Así, la segunda siembra fue exitosa.

La cosecha se sometió a exámenes de laboratorio para verificar que los beneficios de la planta se mantuvieran en sembríos ecuatorianos. Los resultados certificados, mostraron 18 aminoácidos, 46 antioxidantes y 90 nutrientes.

Ahora los sembríos copan las 20 hectáreas de esa propiedad y producen hasta una tonelada mensual del producto. Tras la cosecha, las hojas de moringa se limpian, se deshidratan y se pulverizan o se empacan como hojas enteras.

Para el proceso de producción también fue necesaria la adquisición de maquinarias que procesaran la hoja sin estropearla ni contaminarla. Cuentan con una máquina moledora, una tamizadora y una empacadora.

“Hemos tenido muy buenos resultados en la venta de nuestras primeras cosechas, pero aún estamos en etapa de difusión y márketing”, dice Belén Ponce.

Una estrategia que la empresa aplica para darse a conocer es participar en la mayor cantidad de ferias. Allí se exponen los beneficios del producto y se demuestran las formas de consumirlo.

Isac Pérez conoció del producto en una de las ferias de emprendimientos de Riobamba. “Es un alimento maravilloso, había escuchado de esta planta pero era difícil conseguirla en Ecuador, la probé y mi salud ha mejorado muchísimo”, cuenta Pérez.

La construcción de un laboratorio propio y una nueva planta es ahora la prioridad de la familia. En el futuro ellos esperan incrementar el menú de productos y agregar otros “súper alimentos”, como la quinua, por lo que trabajan en nuevas investigaciones.