El empleo de la mujer ha sido más golpeado en este año en el mundo por la pandemia por del coronavirus. Yander Zamora / EFE

El empleo de la mujer ha sido más golpeado en este año en el mundo por la pandemia por del coronavirus. Yander Zamora / EFE

La mujer tiene un rol clave para recuperar la economía poscovid

23 de noviembre de 2020 13:38

El impacto económico de la pandemia en el mundo ha golpeado con mayor fuerza a las mujeres debido a dos principales factores: los sectores económicos donde más se emplean y el incremento de las horas de trabajo no remunerado que desempeñan.

En este contexto, entidades multilaterales enfatizan en que el papel de la mujer para la recuperación económica global es determinante. A escala local, son justamente las mujeres quienes más emprenden cuando hay escasez de trabajo según datos del Global Enterpreneurship Monitor, lo que las hace más protagónicas en el actual contexto.

Según datos preliminares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las medidas de confinamiento y de cierres de ciertos sectores de la economía provocaron la disminución de 400 millones de empleos a tiempo completo en todo el mundo.

Este grave impacto ha sido mayor para las mujeres, ya que los sectores más afectados por los cierres están en servicios de hotelería, alojamiento y restaurantes, la restauración, el comercio y la industria manufacturera.

Estos sectores emplean al 40% de las mujeres que trabajan frente al 36% de los hombres. En la región, la situación es similar.

De acuerdo con la Cepal, el parón económico provocará solo este año el cierre de 2,7 millones de empresas en Latinoamérica, elevará la tasa de desempleo regional al 13,5% y llevará a la pobreza a los niveles de 2005.

En ese contexto, las mujeres jóvenes asimilan el mayor efecto. En el tramo de edad de 25 a 34 años habrá 117 mujeres en extrema pobreza por cada 100 hombres, según datos de la ONU.
Se estima que el primer semestre del 2020 cerró con un 62,9% de las mujeres en Latinoamérica en inactividad laboral. En medio de estas cifras, el rol de la mujer será aún más protagónico.

De acuerdo con los resultados del estudio Global Entrepreneurship Monitor Ecuador 2019-2020, publicado en octubre pasado por la Escuela de Negocios de la Espol, las mujeres emprenden en mayor proporción para ganarse la vida ante la escasez de empleo.

Es decir, esta es una de las principales motivaciones para crear un negocio entre en el 86% de las mujeres que emprenden, frente a un 79% de los hombres con la misma motivación.

De hecho, justamente la crisis de la pandemia ha derivado en la escasez de empleo y la búsqueda de medios de subsistencia. Por ello, la motivación de las mujeres para emprender, al menos en Ecuador, empata perfectamente con esta necesidad.

Estas oportunidades, sin embargo, deben ir acompañadas con un mayor acceso al financiamiento que permita hacer florecer los emprendimientos y que estos lleguen a consolidarse.

“El negocio está en las mujeres, en los emprendimientos femeninos y la recuperación debe tener rostro de mujer”, afirmó el economista jefe y gerente general de Investigación del BID, Eric Parrado Herrera, en un foro sobre recuperación económica en la región, realizado en Chile.

La atención de las necesidades específicas de las mujeres es clave para una recuperación económica sostenible tras la pandemia, indicó en la cita, la secretaria Ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena.

Los países de la región tienen más mujeres en cargos ejecutivos

Las mujeres en cargos ejecutivos han ganado espacio tanto en la región como en el mundo, según estudios. Foto: Freepik.es

Las mujeres en cargos ejecutivos han ganado espacio tanto en la región como en el mundo, según estudios. Foto: Freepik.es



Redacción Quito (I)
El banco alemán N26, con sede en España, presentó la semana pasada el Índice de Oportunidades para las Mujeres 2020-2021.

El estudio reveló que en cuanto a mujeres en roles gerenciales dentro de los países latinoamericanos, las naciones con mejor calificación fueron Perú, Brasil, Paraguay, El Salvador y Uruguay.

Ecuador se situó en el puesto 11 de 14 países de América Central y América del Sur, en esta variable. Dentro de los 100 países analizados se ubicó en el puesto 50.

El Índice de Oportunidades para las mujeres 2020-2021, de N26, es un análisis de la igualdad de género en 100 países y cinco ciudades españolas, que determina los avances en el liderazgo femenino dentro del gobierno, las empresas, las ciencias y tecnología, y el emprendimiento.

También examina los factores facilitadores del éxito de la mujer como el acceso a la educación y al permiso por maternidad.

Para elaborar este índice, los técnicos seleccionaron 100 países alrededor del mundo, en todos los continentes, con datos comparables acerca de las mujeres en el lugar de trabajo.

A fin de establecer el nivel de paridad de género desde lo más alto, se investigó primero cuántos años ha estado gobernado un país por una mujer desde 1970, así como el número total de mujeres en puestos gubernamentales o parlamentarios.

Después, se buscó a las mujeres en puestos directivos, así como los datos sobre mujeres emprendedoras en cada país, para determinar cuáles naciones contribuyen a promover las más sólidas oportunidades y logros para el liderazgo femenino.

En el mundo, el índice nombra a Noruega como el país con mayores oportunidades para la mujer, seguido de Finlandia, Islandia, Reino Unido y Alemania.

Ruanda tiene el mayor número de mujeres en puestos gubernamentales, seguido de España y
de Finlandia.

Suecia tiene la mayor cantidad de mujeres en puestos de alta dirección. Mientras que Estados Unidos, la mayor cantidad de emprendedoras; y Japón, la puntuación más alta en el acceso de las mujeres a la educación.

Estonia ofrece la mayor cantidad de días de permiso por maternidad (1 162), seguida de Eslovaquia (1 148) y Finlandia (1 127).

En América Latina, el país mejor posicionado en este índice es Argentina seguido de Chile, Costa Rica, Brasil y Bolivia. Ecuador se encuentra en el puesto 10 de 14 en la región y en el puesto 59 respecto de los 100 países medidos.

El país con más alta puntuación en cuanto a emprendimiento femenino en la región en Colombia, seguido de Perú, Bolivia, Argentina y El Salvador. Los datos están disponibles en la página web https://n26.com/es-es

De acuerdo con el estudio Mujeres Ejecutivas en Ecuador, de la consultora Deloitte, de marzo del 2018, un 43% de las mujeres que trabajaba en 94 empresas de distintos sectores, consultadas para esa medición, ocupaban un cargo de presidenta, vicepresidenta o gerenta general.

Estos índices mejoraron respecto de la medición del 2017.

Cifras relevantes
El estudio de N26 revela también que en la región el país con más mujeres en el gobierno es Costa Rica, seguido de México y Perú. Ecuador se encuentra en el puesto 7 de 14 países.
En cuanto a la brecha salarial entre hombres y mujeres, el país mejor puntuado de la región es Costa Rica, seguido de México y Perú. Ecuador ocupa el puesto 7 de 14 países de a región por encima de Colombia, Argentina y Chile, en esta variable.

El equilibrio entre lo laboral y personal se afectó

María Pía Villamar, médica de profesión, acompaña en las mañanas a su hija menor en sus clases virtuales. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

María Pía Villamar, médica de profesión, acompaña en las mañanas a su hija menor en sus clases virtuales. Foto: Vicente Costales / LÍDERES


Patricia González (I)  patriciag@elcomercio.com

A María Pía Villamar Urquiza la pandemia del covid-19 le hizo poner las prioridades de su vida en una balanza y tomar decisiones difíciles, por el bienes­tar personal y familiar.

Es médica con maestría en Salud Ocupacional. Tiene 36 años, es madre de una niña de 5 años y de una adolescente de 17; está casada con un médico anestesiólogo.

En marzo, cuando comenzó la pandemia, ella laboraba para una clínica privada como Jefa de Servicio Médico Ocupacional. Su jornada era de medio tiempo, pero las circunstancias la obligaban a estar siempre conectada cuando retornaba a casa y mucho más durante un corto período en el que hizo teletrabajo.

“Había días que trabajaba más de 12 horas, incluso de madrugada, o fines de semana. Las responsabilidades fueron desproporcionadas. Sentí el síndrome del trabajador quemado (estrés laboral crónico)”, cuenta Villamar. A esta sobrecarga laboral se sumó la preocupación de que algún miembro de la familia se contagiara de covid-19, siendo los dos padres médicos.

En casa, su hija mayor la ayudaba con las clases virtuales de la más pequeña, a quien a su corta edad le resultaba muy difícil prestar atención. En las tardes, María Pía hacía de profesora y reforzaba la clase con su hija. Adicionalmente, durante los primeros meses de la cuarentena se ocupaba de la limpieza del hogar.

“Por más que lo intentaba, sentía mi hogar abandonado. No estaba conectada con mi familia y lo que vivían mis hijas. En junio decidí renunciar al trabajo. Fue una decisión difícil pero acertada, porque logré brindar estabilidad emocional a mi familia”.

La historia de María Pía es la de muchas mujeres en Ecuador y el mundo, durante la pandemia.

infografia líderes

Una encuesta de Deloitte, realizada entre agosto y septiembre pasado, a 385 mujeres trabajadoras en nueve países, arrojó que el 82% de sus encuestadas se ha visto afectado negativamente por la pandemia, con impactos en el bienestar físico y mental, así como en el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.

“Todos hemos tenido que adaptar nuestra vida diaria. Sin embargo, las mujeres están siendo impactadas de manera profunda, ya que enfrentan grandes desafíos y, generalmente, asumen tareas más amplias en el hogar mientras continúan haciendo malabarismos con sus carreras”, señala Emma Codd, líder de Inclusión en Deloitte Global.

Entre las mujeres que experimentaron cambios en su rutina, un 65% dijo que ahora tiene más responsabilidades en el hogar y un 37% dijo que su carga laboral ha aumentado (ver gráfico).
Esta realidad la experimentan también las mujeres en Ecuador, donde proporcionalmente son ellas las más afectadas en lo laboral, con menor acceso a un empleo adecuado que los hombres, al igual que una mayor tasa de desempleo (8%).

Valeria Hurtado, consultora de la bolsa de empleo Lila Working Moms, recuerda que hay una presencia fuerte de mujeres en áreas que han sido muy impactadas por la pandemia, como el comercio, la venta directa, el turismo, la educación y el empleo doméstico. Por otro lado, están las que han resultado muy expuestas, como el caso de las enfermeras.

Para Hurtado, la pandemia ha acentuado las desigualdades, que “no solo es un problema social, sino económico, al no ser parte del mercado laboral”. La experta considera que el confinamiento afectará a la reinserción de las mujeres en el campo de trabajo.

infografia líderes

“Muchas mujeres han optado por dejar el trabajo para cuidar a sus hijos o a familiares enfermos, a otras las han despedido. Los efectos han sido devastadores”, subraya Alexandra Moncada, directora de CARE Ecuador, quien recuerda que otra consecuencia ha sido el incremento de la violencia de género en los hogares.

Deloitte señala en su estudio algunos pasos que las organizaciones pueden implementar para apoyar a las mujeres en la pandemia. Entre ellos, una mayor flexibilidad, enfatizar la empatía, brindar oportunidades de creación de redes y tutoría,

Acciones que promueven la equidad

Vanessa Estévez junto a su madre, Mariana Varela. Ambas son agentes aduaneras, un sector integrado en su mayoría por hombres. Foto: cortesía Vanessa Estevez

Vanessa Estévez junto a su madre, Mariana Varela. Ambas son agentes aduaneras, un sector integrado en su mayoría por hombres. Foto: cortesía Vanessa Estevez


Redacción Quito  (I)

Para evitar una mayor profundización de las condiciones de desigualdad que afrontan las mujeres en el mercado laboral, el Gobierno nacional está impulsando a una nueva política pública, denominada ‘economía violeta’ (EV), lanzada el pasado 21 de octubre.

La iniciativa gubernamental, que cuenta con cooperación internacional, también tiene entre sus objetivos minimizar el impacto de la emergencia en los ciudadanos y favorecer la consolidación de un proceso de reactivación económica.

La ‘economía violeta’ integra proyectos en materia de productividad, emprendimientos, créditos y empoderamiento en derechos. Estas acciones se llevarán adelante entre diferentes entidades públicas.

El presidente de la República, Lenín Moreno, señaló durante el acto de lanzamiento que el propósito de impulsar esta política es mitigar la pobreza y la desnutrición, evitar la deserción escolar y atacar un problema social que afecta a las mujeres, como es la violencia doméstica.

En la empresa privada también se promueve la equidad de género. Vanessa Estévez, gerente general de la agencia de aduana WD Ecuador, asegura que en esta firma no hay ningún tipo de restricciones de contratación por género o edad: “Estoy abierta a contratar a mujeres jóvenes con planes de hacer familia”.

Entre las políticas de la empresa también está brindar flexibilidad a las mujeres en horarios o permisos, para que puedan desempeñarse adecuadamente en otros roles, como el de madre.
En WD, el 52% de la nómina de 28 personas está integrado por mujeres. Además, fomenta la equidad en cargos directivos: “eso ayuda a tener diferentes perspectivas”, subraya Estévez, quien es también presidenta de la Federación Ecuatoriana de Agentes de Aduana y la primera mujer en ocupar ese cargo.

Como representante gremial, admite que aún hay un camino por recorrer en la equidad de género en su profesión, donde apenas el 17% son mujeres. La ejecutiva considera que la mejor forma de incrementar su participación es con formación.

Para fomentar la capacitación, la Federación está lanzando la escuela de comercio exterior Feda School, compuesta de dos módulos de tres meses de duración.

En el holding de empresas del que forma parte Phytopharma, NaturalDerm, el 40% de la nómina (150 personas) son mujeres. Pero en el caso de las jefaturas, el 80% está integrado por mujeres, indica Tania Pazmiño, gerente general de Naturalderm.

Pazmiño destacó el desempeño de las mujeres durante la pandemia en áreas como call center, cartera y fuerza de venta, a pesar de sus responsabilidades con el cuidado de los hijos en casa.

Para Pazmiño, quien es directora de la Cámara de Comercio de Quito, es importante fortalecer el empoderamiento femenino, mediante capacitaciones.