Nathan Lustig, socio de Magma Partners. Foto: cortesía

Nathan Lustig, socio de Magma Partners. Foto: cortesía

Nathan Lustig: ‘Las start ups de Ecuador impresionan’

27 de enero de 2020 11:17

Nathan Lustig, socio de Magma Partners y experto en inversiones en emprendimientos de base tecnológica, explica los factores que pesan a la hora de levantar fondos. Habla del potencial que tiene el emprendedor de la región y del país para competir a escala global.

¿Qué factores toman en cuenta en Magma Partners a la hora de buscar fondos para ‘start ups’?

Buscamos a personas o ‘family office’ de alto patrimonio que tengan un interés en diversificar su cartera de inversiones. Nuestra red se alimenta mucho de ex-emprendedores y personas de negocios que buscan devolver algo al ecosistema para apoyar a la próxima generación de fundadores y compañías.

Con ‘start ups’ buscamos tres cosas: que quepan en nuestra tesis de inversión, la que se enfoca en ‘start ups’, ‘fintech’ e ‘insurtech’ en Latinoamérica además de soluciones tecnológicas que apoyan a las fintechs y compañías con su equipo tech en Latinoamérica, pero con la mayoría de sus ventas en EE.UU.; también preguntamos si los fundadores han tenido éxito con otros negocios en el pasado y queremos saber que están 100% dedicados a su compañía actual. Finalmente, queremos ver que el modelo de negocios funcione y que el producto resuelva un problema real y urgente para sus clientes. Nos gusta ver que tienen un plan para avanzar.

¿Cómo definen los montos que se van a invertir?

Invertimos en tres etapas: pre-semilla, semilla y Serie A. Nos gusta invertir cheques pequeños en ‘start ups’ que están bastante tempranas para ver cómo crecen y cómo usan el dinero. Esas primeras inversiones pueden ser entre USD 25 000 y 75 000 en etapa presemilla, a veces antes de que tengan ingresos. Si ya están creciendo bien con ese capital, podemos volver a invertir entre USD 100 000 y 250 000. Y para nuestras mejores compañías, podemos hacer follow-on entre USD 300 000 y USD 1 millón.

¿Existe un monto mínimo?

No. De hecho, a veces invertimos montos muy pequeños para empezar a trabajar con los emprendedores y seguir su start up. Estos montos nos sirven para aprender con el emprendedor mientras desarrolla los primeros pasos de su negocio. Normalmente invertimos desde USD 10 000 en adelante para las ‘start ups’ en etapa muy temprana.

¿En estas decisiones pesan los países de origen?

No pesa tanto el país de origen como el mercado donde hacen las ventas. Si empiezan en un país bastante pequeño, es importante escalar rápidamente para tener mercados internacionales que le van a permitir tener un crecimiento y un impacto más grande. Además, estar en más de un mercado disminuye el riesgo de la inversión, porque la start up se hace menos vulnerable a los cambios económicos o políticos dentro de su mercado principal. Si la start up propone enfocarse en un solo mercado, tendría que estar en un país que tenga un mercado muy grande para que el emprendimiento tenga espacio para crecer.

¿Qué comentan los inversionistas sobre el ecosistema latinoamericano de start ups?

El ecosistema latinoamericano sigue siendo subvalorado. Por ejemplo, el sur de Asia tiene la misma población (aproximadamente 650 millones de personas) y un PIB que alcanza la mitad del PIB de Latinoamérica, pero recibe cuatro veces más ‘venture capital’. Si Latinoamérica recibiera esa cantidad de capital las ‘start ups’ podría escalar más rápido y veríamos a las soluciones ‘tech’ siendo usadas por una gran porción de la población. Por la falta de capital, tenemos muchas start ups en Latinoamérica que ya son rentables aunque han levantado muy poca inversión de ‘venture capital’ y existe una tremenda oportunidad para ayudarles a escalar su modelo para resolver problemas alrededor de la región. Dentro de los próximos dos a cinco años, esperamos ver a las ‘start ups’ comiéndose los márgenes de las empresas tradicionales -como lo que ha pasado en EE.UU., Europa y Asia- y empezando a ganar el mercado. Los ganadores de hoy serán los ganadores de los próximos 20 a 50 años. No hay mejor momento para invertir en la región.

¿Qué fortalezas destacan? ¿Y qué debilidades se tienen que corregir?

Los emprendedores en Latinoamérica están acostumbrados a crear negocios sin acceso a mucho capital, entonces siempre tienen que buscar la rentabilidad para sobrevivir. Aunque ese esfuerzo puede a veces desacelerar el crecimiento de la start up, también presiona para tener un modelo de negocios funcional antes de escalar, lo que sale mejor para el inversionista y los emprendedores en el largo plazo. Esa resiliencia hace que los emprendedores de la región puedan hacer “más con menos”, siendo más eficientes para llegar a la meta de crear un negocio rentable. Por el otro lado, el ecosistema aún carece del capital inteligente para apoyar a las mejores start ups de la región. Existen muchos inversionistas con buenas intenciones que saben poco de tecnología y pueden matar a buenas inversiones usando un modelo de inversión incorrecto. Las start ups necesitan inversionistas que les puedan dar redes internacionales, en la región. EE.UU. o Europa para que puedan escalar. Además, faltan materias educativas; la mayoría de las clases, los podcasts y otros recursos están en inglés y los emprendedores frecuentemente cometen errores comunes que podrían haber evitado si tuviesen acceso a la mentoría y las materias educacionales antes de emprender.

¿En qué sectores existe mayor potencial de inversión?

Fintech sigue siendo uno de los mejores sectores para inversión, y es la industria que más recibe inversión en la región. Esta tendencia se debe a la baja inclusión financiera alrededor de la región, combinada con la alta penetración de ‘smartphones’, lo que crea una oportunidad para bancarizar a la población a través de los celulares o la Internet. Este fenómeno pasó en China y lo mismo podría pasar en Latinoamérica. También vemos potencial en compañías que crean infraestructura tecnológica para otras start ups, como las que trabajan en anti-fraude, ciberseguridad, pagos, ‘open banking’ y automatización del servicio al cliente.

Muchas start ups se plantean ser un unicornio en un plazo determinado. ¿Qué beneficios trae ser unicornio?

Ser un unicornio es una meta que pocas start ups podrán alcanzar por su modelo de negocios o el mercado que buscan tener. Ese logro no necesariamente refleja que sea rentable o que esté resolviendo el problema de la mejor manera. Si bien puede ser bueno recibir el estatus de unicornio, pero no se debería usar como la única métrica para medir el éxito de las start ups.

¿Qué se conoce de las start ups ecuatorianas?

Ecuador es el cuarto país donde más tenemos inversiones de Magma Partners. Nunca pensamos que íbamos a tener tantas inversiones en Ecuador, pero empezamos a conocer los emprendedores que estaban resolviendo problemas regionales y nos quedamos impresionados con la calidad de las start ups. El ecosistema ecuatoriano sigue siendo bastante nuevo. Existen algunos emprendimientos que la están rompiendo en la región y en EE.UU., pero no han recibido el mismo reconocimiento que los emprendimientos de otros países. Estamos muy orgullosos de lo que han logrado nuestras start ups del país -Kushki, Kriptos, Nuvocargo y MiPos- y esperamos seguir apoyando a más. Ecuador tiene una fuerte historia de emprendedores en software que tuvieron éxito en las décadas de 1980 y 1990, y han empezado a ofrecer mentoría a la siguiente generación de start ups.

Su CV

Cargo.
 Es Managing Partner de Magma Partners, un fondo de ‘venture capital’ latinoamericano, que ha invertido en 65 startu ps tecnológicas en 13 países de la región desde el 2014.

Experiencia. Fundó dos emprendimientos de base tecnológica: Exchangehut.com y Entrustet.com. También fue profesor universitario en Chile. Es uno de los fundadores de Capital Entrepreneurs, una organización enfocada en emprendedores ‘tech’.

Formación. Estadounidense con estudios en la Universidad de Wisconsin, en EE.UU. Escribió el libro ‘Startup Chile 101’, una guía de negocios en Chile.