La psicóloga cuencana atendió mediante plataformas tecnológicas a las personas de la tercera edad de España y Ecuador

La psicóloga cuencana atendió mediante plataformas tecnológicas a las personas de la tercera edad de España y Ecuador. Foto: Cortesía Andrea Alvarado

OMS publicó su trabajo del adulto mayor en cuarentena

27 de mayo de 2020 10:32

Desde agosto del 2019 vive en la ciudad española de Salamanca. Allí, estudia una maestría en psicogerontología y hasta antes de las medidas de confinamiento -dictadas por el Gobierno de España- realizaba sus prácticas en centros geriátricos.

En el tiempo que estaba trabajando en esos lugares, la psicóloga cuencana, Andrea Alvarado Rodas, pudo percibir que los pacientes tenían miedo al pensar qué sucedería en la cuarentena y la soledad que tendrían. Eso desencadenaba sentimientos de tristeza, ansiedad y estrés.

Cuando no pudo ingresar a estos centros por el confinamiento, ella no se quedó tranquila en su casa y buscó alternativas para ayudar a los adultos mayores de España e, incluso, de Ecuador.

Su investigación

“Tuve la idea de realizar un estudio sobre los efectos negativos que ocasionaron los anteriores confinamientos. Extrapolé toda la información de lo que ocurrió en el pasado para realizar una intervención en la actualidad.

Determiné que las personas en las cuarentenas experimentan miedo, tristeza y ansiedad, que si no son atendidas en ese momento pueden enfrentar cuadros más críticos como estrés postraumático. Mi objetivo fue prevenir que las personas presentaran esos efectos negativos en la cuarentena por covid-19.

Busqué las alternativas para comunicarme con mis pacientes porque ya no lo podía hacer de forma presencial. Pensé en los medios tecnológicos, pero los adultos mayores tienen limitaciones para acceder a estos, por lo que me valí de sus cuidadores o familiares para contactarme a través de Whatsapp y Facebook.

La intención fue llegar a la mayor cantidad de personas usando estas alternativas de uso común. Lo hice mediante videollamadas. Atendí 80 personas mayores de Salamanca y Cuenca, que tienen más de 65 años de edad.

El proyecto intervino por cuatro semanas; y se dividió en varios aspectos. Al inicio fueron los primeros auxilios psicológicos mediante videollamadas. Luego mediante la psicoeducación, expliqué temas relacionados con el virus y sus medios de transmisión. Mi idea era que estén bien informados de la situación.

Ofrecí terapia de relajación con ejercicios sencillos mediante video y explicaciones para que los pueden replicar en casa. Además, recomendé que los adultos mayores tengan una rutina similar a la que tenían anteriormente. Es decir, que se mantenga el mismo horario para dormir, alimentarse y para el ocio. Que no sean aislados del resto de la familia y entorno, que expresen sus emociones y que reciban estimulación de lenguaje, atención y memoria con fichas psicológicas. Esas son las principales estrategias psicológicas de enfrentamiento”.

El interés de la OMS

“Este trabajo finalizó el 9 de este mes y desde entonces los resultados están siendo analizados para obtener las conclusiones respectivas. La investigación debe finalizar hasta el próximo 7 de julio. Mi propósito es que quede un procedimiento para que sea replicado en el futuro para las nuevas cuarentenas.

Una colega en España me comentó que la OMS buscaba experiencias positivas de profesionales que trabajaban en salud mental en este confinamiento. Por ello, me contactó con un investigador canadiense, quien recibió el estudio y fue el nexo con esta organización internacional.

Envié todo el marco teórico, objetivos y los resultados que espero obtener para que efectúen un monitoreo. Ellos revisaron si el trabajo cumplía con los procedimientos y estándares para determinar si podía o no ser calificada como historia de éxito.

El pasado 6 de este mes recibí un e-mail con la felicitación y me informaron que mi trabajo había sido elegido. Fue publicado primero en inglés y luego en español. Mi estudio fue presentado por la OMS”.

Su proyecto a futuro

“Cuando retorne a Ecuador buscaré erradicar los estereotipos que existen en torno al envejecimiento y que la imagen psicoló­gica del adulto mayor se centre en la evidencia científica. Eso falta mucho por realizar en el territorio de Ecuador.

Además, visibilizaré la necesidad de lograr una atención integral de este segmento de la población y que la especialización del psicogerontólogo sea conocida en el país