La pastelería, ubicada en el norte de Quito, atiende de martes a sábado de 12:00 a 20:00 y los domingos hasta las 19:00, desde hace dos años. Fotos: Galo Paguay / LÍDERES

La pastelería, ubicada en el norte de Quito, atiende de martes a sábado de 12:00 a 20:00 y los domingos hasta las 19:00, desde hace dos años. Fotos: Galo Paguay / LÍDERES

Una opción gastronómica libre de azúcar y gluten

3 de julio de 2018 08:07

‘Lomágico de la cocina es que todo es una alquimia”, dice Daniela Moreano, la maestra pastelera de D2015 Maracuyá Sugar Free, una pastelería para la que ha desarrollado unas 25 variedades de dulces, libres de azúcar y gluten.

El local, localizado al norte de Quito, es el emprendimiento de Daniela y su pareja David Romero. Ella, publicista, y él, comunicador social, ejercieron anteriormente en el campo televisivo, donde se conocieron. Además tenían en común la pasión por la gastronomía, que incluso llevó a Daniela a especializarse en pastelería.

Las ganas de independizarse con un negocio propio, el gusto por la cocina y ofrecer una alternativa en pastelería para los diabéticos –una condición presente en la familia materna de David– fueron los motivos que les impulsaron a llevar adelante el negocio.

Maracuyá Sugar Free abrió sus puertas en junio del 2016, pero llevó al menos un año previo de investigación con endocrinólogos y nutricionistas, quienes les asesoraron en encontrar sustitutos para el azúcar y la harina de trigo.

Meses antes de inaugurar el establecimiento, estos emprendedores ofrecían sus pasteles en una tienda virtual, modalidad que aún mantienen.

Un valor para Daniela es la empatía con el cliente, es por ello que desde que comenzaron con el emprendimiento dejó de consumir trigo, una decisión que benefició también su salud, porque padece problemas de intestino.

“La comida sana no tiene porque ser fea”, comenta David y este es uno de los mitos que busca derrumbar la pastelería, con su variedad de dulces, que no pierden el buen sabor, a pesar de no contener ni un gramo de azúcar.

La oferta del local es ‘multitarget’, es por eso que una parte de sus productos sí contiene lácteos, pero ninguno azúcar y gluten.

Como edulcorante utilizan la sucralosa. Para sustituir la harina de trigo recurren a la fibra de yuca, y en vez de leche de vaca utilizan leche de coco; materias primas que son preparadas en el local.

El proveedor de la sucralosa es la empresa Frosher, que les abastece de entre ocho a 10 frascos por mes del endulzante líquido, desde hace más de un año. Diana López, jefa de producción de la firma, explica que la sucralosa no es reconocida por el cuerpo como azúcar, por lo que es recomendada para personas diabéticas, al no generarles incremento de glucosa en la sangre. La pastelería trabaja con cerca de 15 proveedores.

Entre las variedades de dulce de la cafetería están las tortas de manzana y nuez, tres leche de maracuyá, mojada de chocolate, maqueño con chocolate, cheesecake de maracuyá y mousse sin lácteos. Los precios por porción van desde USD 2,75 hasta 4,25.

También cuentan con una línea de sal en la que ofrecen panes libres de gluten (de yuca, vegano de maíz, entre otros sabores), lasagna de verde, y tamal de papa.

En bebidas ofrecen limonadas de coco y frutilla, té, café lojano de altura, chocolate...
Esteban Mateus tiene una hija de 26 años, quien desde hace dos es celíaca (el consumo de gluten le genera problemas en el intestino). Tras una búsqueda en la ciudad de locales que ofrecieran productos para celíacos dieron con Maracuyá Sugar Free, a través de la recomendación de un cliente en la red social Facebook.

“Fuimos la primera vez y hasta a mí que no soy celíaco me encantó. Pedí un tiramisú”, comenta Esteban, quien ahora visita el local junto a su hija una vez por semana.
Su postre favorito es el mousse de maracuyá y en salado le gusta la lasagna de verde. Mientras que a su hija le encanta la torta mojada de chocolate.

Sandy Balarezo conoció el local cuando funcionaban solo como tienda virtual. Obsequió un volcán de chocolate a una persona diabética. A partir de entonces Sandy asiste con frecuencia porque es celíaca. “Lo que preparan es delicioso y completamente saludable. Me encanta la torta mojada de chocolate y la de nuez”. Para esta cliente otro valor del local es que el servicio es “personalizado”.

David resalta que el capital más importante del emprendimiento es su credibilidad. La empresa está facturando alrededor de USD 7000 al mes y el plan es franquiciar; las opciones que están en conversación estarían ubicadas en Guayaquil y Manabí.