Daniel Legarda tiene la mayoría de sus libros en su oficina. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES

Daniel Legarda, presidente ejecutivo de Fedexport. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES

Optimismo moderado y preocupación en  exportadores ecuatorianos para 2018

27 de diciembre de 2017 13:14

Los exportadores ecuatorianos ven 2018 con un "optimismo moderado" por el aumento en las ventas, pero también con preocupación e incertidumbre por las repercusiones que las políticas internas para promover la competitividad puedan tener en el comercio internacional.

Así lo asegura a Efe Daniel Legarda, presidente ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexport), al informar de que preven un cierre de exportaciones (petroleras y no petroleras) en 2017 con un crecimiento de "alrededor del 22 por ciento y un ligero superávit comercial".

Con cifras calculadas a octubre pasado, indicó que las exportaciones no petroleras crecieron en un 8 %, pero calculan cerrar el año con un crecimiento de alrededor del 7,5 %, lo que representa unos USD 400 millones  más con relación a 2016.

La cifra es positiva pues marca un retorno al crecimiento tras dos años seguidos de cifras negativas, con un decrecimiento de casi el 6 % en 2015 y de algo más de 3 % en 2016.

En el crecimiento de las exportaciones no petroleras hay dos comportamientos distintos entre los productos tradicionales, con una dinámica de alza importante en, por ejemplo, el camarón y banano, mientras que en las no tradicionales, el cacao presenta una caída en las ventas, explica.

Para 2018, los exportadores esperan mantener cifras positivas, aunque "moderadas" en las ventas no petroleras, con porcentajes de entre el 5 y 6 %, adelanta.

Los exportadores consideran que el próximo año, habrá estabilidad en los precios, sin cambios abruptos, "salvo que suceda algo muy particular en alguno de ellos", dice al señalar como "positivo" que la demanda internacional crece, aunque lentamente.

"Lo que preocupa sobremanera es la situación competitiva del país y la afectación que ha tenido el sector productivo y, en particular el sector exportador, lo que dificulta muchísimo el posicionarse en los mercados internacionales y competir" con ellos, indica.

Legarda sostiene que Ecuador es un país "muy caro para producir, con costos extremadamente altos comparativamente hablando y esto genera problemas, sobre todo a las exportaciones", dice.

Considera indispensable el acompañamiento de políticas públicas al esfuerzo de los empresarios, que buscan recuperar competitividad.

"A nivel externo las perspectivas son medianamente positivas porque el consumo va a seguir creciendo. Está previsto que Estados Unidos crezca con una economía mucho más fuerte y robusta", opina al añadir que la economía europea, a pesar de las incertidumbres alrededor del brexit, sigue creciendo.

Asimismo, destaca en una entrevista con Efe, que Asia sigue aumentando el consumo, por lo que resume que en temas de mercado externo ve "bien" la situación, pero le preocupa que su país no tenga, por ejemplo, un acuerdo comercial con Estados Unidos, su principal socio comercial.

La Cancillería ecuatoriana indicó la semana pasada, que el presidente Donald Trump, por recomendación de la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR), firmó una "Proclama Presidencial referida a varios temas comerciales", entre ellos el SGP que confirma que Ecuador se mantiene en este esquema.

"Esta acción confirma que el Ecuador cumple con los llamados criterios de elegibilidad, que son de carácter político, social y económico-comercial, para beneficiarse de este sistema, tal como ha sido planteado por el Gobierno" ecuatoriano, señaló entonces el Ministerio de Exteriores en un comunicado.

Para Legarda es "positivo" que Ecuador no sea excluido del SGP, pero, aparte de que se mantiene la incertidumbre sobre su extensión en el tiempo, le preocupa que el país dependa de preferencias unilaterales, por lo que insiste en la necesidad de un acuerdo comercial con Washington.

"Creemos que hay alrededor de casi 1.000 millones de dólares que entran en este escenario de incertidumbre sobre cuáles van a ser sus condiciones para exportar hacia Estados Unidos y eso pone en una posición difícil a los productores y exportadores porque puede ser que sus compradores compren menos o empiecen a negociar con otro proveedor en caso de que los aranceles se incrementen mucho", dice.

Esto se traduciría -especula- en oportunidades perdidas para el país, en no poder exportar más y en no poder recuperar el empleo productivo en una nación cuyos principales mercados para exportaciones son Europa, EE.UU., algunas naciones asiáticas y otras de Latinoamericana.