Sebastián Angulo / Redacción Quito
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Pablo Coronel es un investigador de talla mundial

Pablo Coronel todavía siente pasión por revelar fotos en un cuarto obscuro. A este quiteño le gusta “jugar con la luz”; es un amante de la fotografía análoga, su pasatiempo.

Pero el resto del tiempo trabaja en la instalación y puesta en marcha de la primera planta del mundo para procesar alimentos, utilizando tecnología de microondas. El proyecto denominado Aseptia utiliza avanzada tecnología de procesamiento para producir alimentos con mejor sabor y más nutrientes, que no requieren refrigeración.

Los puntos claves de esta nueva tecnología son: el procesamiento aséptico, es decir un rápido calentamiento y enfriamiento de los productos; la capacidad para procesar alimentos de gran tamaño y texturas viscosas; y la aprobación de la FDA (Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU.).

Con este procedimiento, que ya está patentado por Aseptia, se eliminan las bacterias que causan que las frutas y verduras se descompongan rápidamente y enfermen a las personas. En este proceso no se pierde el sabor del alimento.

Esta iniciativa nació a partir de las investigaciones que realizó Coronel para obtener su doctorado en la Universidad de Carolina del Norte, en EE.UU. En este trabajo académico se hicieron las primeras pruebas para utilizar microondas a nivel industrial.

En principio, el proyecto de Aseptia consistía en construir una pequeña planta piloto, pero gracias a sus resultados y a la inversión de compañías privadas se construyó en Carolina del Norte una fábrica de gran escala, llamada Wright Foods.

Esta fábrica se puso en marcha en seis meses de trabajo, entre finales del 2010 y principios del 2011. Los productos elaborados allí ya están en las perchas de los supermercados de EE.UU. “Al momento estamos operando con la primera línea de producción. Una segunda y tercera líneas se encuentran en instalación”.

Actualmente, el equipo de este proyecto lo conforman seis norteamericanos: J. Michael Drozd, presidente y director Ejecutivo; Janis Studer, directora financiera; Druga Michael, director de Tecnología; Tom Szymaniak, gerente de la Planta; Walt Lawrence, vicepresidente de Desarrollo de Negocios; Saša Zorović, presidente de la Junta; y Pablo Coronel, vicepresidente de Investigación y Desarrollo.

Para llegar a este proyecto, Coronel tuvo que atravesar un largo recorrido en el mundo académico. Mauro Durango, quien fue su compañero en la escuela Borja 2 y en el colegio Los Andes de Quito, cuenta que Coronel poseía una inteligencia superior a la de sus compañeros de clase. “Cuando estábamos en segundo curso, le dije que me ayudara a resolver un problema de matemáticas; lo resolvió fácilmente por medio de cálculo diferencial, que todavía nuestro profesor no nos había enseñado”.

En eso coincide Roberto Ordóñez, quien también fue su compañero y amigo en esa época. Ordóñez comenta que Coronel era introvertido, pero que le gustaba la música y coleccionaba discos y casetes. Él recuerda que era fanático de The Beatles y Devo.

Luego de concluir sus estudios secundarios, en 1988, Coronel decidió estudiar Ingeniería Química en la Escuela Politécnica Nacional (EPN). José Muñoz, uno de sus compañeros de carrera, lo recuerda como un alumno destacado en clases. A pesar de ser muy estudioso también hacía bromas a sus profesores.

A Pablo Polit no le sorprende a donde ha llegado Coronel. Él fue su director de tesis en la EPN y asegura que su proyecto de grado fue la elaboración de una pequeña planta de procesamiento de alimentos. Polit señala que desde esa época demostraba aptitudes en este campo porque sus diseños y conceptos estaban bien elaborados.

Luego de obtener la ingeniería, en 1995, trabajó para Sumitomo Corp. (empresa que trabaja con recursos naturales, como carbón y gas natural).

Dos años después tuvo su primera experiencia laboral en una planta procesadora de alimentos. En 1997 se incorporó a Moderna Alimentos. Durante los dos años de estancia en esa compañía, Coronel realizó investigaciones en el campo de alimentos y se encargó de la producción en la panificadora y el desarrollo de productos. Así descubrió su pasión por la ingeniería de alimentos.

Esto motivó a que en 1999 decidiera especializarse en esa área. Por medio de la Comisión Fullbright consiguió una beca para realizar una maestría en Ciencia de Alimentos en la Universidad de Carolina del Norte. Antes de viajar a EE.UU. conoció a Ana Katalina Melo, con quien se casó mientras cursaba su plan de estudios de la maestría.

En este mismo centro de estudios obtuvo su doctorado en el 2005. Al poco tiempo (2006) fue contratado por Unilever R&D, con sede en Holanda.

En esa firma formó parte del grupo de Ingeniería de Procesos, el cual desarrolla nuevos procesos que se aplican a todas las fábricas de Unilever, a escala mundial. Coronel comenta que una de las anécdotas de trabajar en esta multinacional fue que pudo trabajar junto con otro ecuatoriano, Christian Almeida, quien fue su compañero en la universidad.

Almeida afirma que él y Coronel eran los únicos ecuatorianos en todo el centro de Unilever R&D, que cuenta con aproximadamente con 1 400 personas. “Pablo ha contribuido muy acertadamente a avances tecnológicos e innovaciones para Unilever a nivel global”.

Almeida cuenta que Coronel es un excelente panadero. Esto se debe a su experiencia laboral en la industria de pan. Por esta razón, cuando se reúnen con sus familias terminan la velada degustando de las preparaciones que Coronel amasó y horneó en su casa.

Gracias a sus investigaciones, la Universidad de Carolina del Norte recibió el premio por logros industriales, en el 2009, otorgado por el IFT (Instituto de Tecnología de Alimentos de EE.UU.).

Ahora, Coronel vive en EE.UU. junto con su esposa y sus dos hijas. Se mantiene en contacto con su familia en Ecuador por medio de Skype. Cuando visita el país, intenta dictar charlas a los estudiantes de la EPN, para compartir sus vivencias y nuevos conocimientos.

EXPERIENCIA EN LA INDUSTRIA

  • 1997. Estuvo a cargo de la planta de producción de Moderna Alimentos, en Quito.
  • 2006. Fue parte del equipo de Ingeniería de Procesos en Unilever R&D, en Holanda. Participó en varios proyectos en Europa y América Latina.
  • 2012. Desde ese año se desempeña como vicepresidente de Investigación y Desarrollo en Aseptia, que procesa alimentos con microondas.