Los negocios han cerrado tras la pandemia y cada vez se observan más apartamentos en renta debido a que los trabajadores se van del lugar. Foto: EFE

Los negocios han cerrado tras la pandemia y cada vez se observan más apartamentos en renta debido a que los trabajadores se van del lugar. Foto: EFE

La pandemia modificó los modelos de trabajo

30 de diciembre de 2020 14:06

Hasta ahora, si eras un programador muy capacitado, pero tu pareja tenía un buen empleo en Chicago y no te querías trasladar a Silicon Valley, tenías las puertas de Facebook prácticamente cerradas”, cuenta Rob Atkinson, fundador y presidente de la Fundación de Información, Tecnología e Innovación (ITIF, siglas en inglés)

La pandemia ha acabado con ese mito: con prácticamente todo el mundo en la industria tecnológica trabajando de forma remota -y con visos de seguir haciéndolo durante mucho tiempo o incluso permanentemente-, la necesidad de estar físicamente en el área de San Francisco ya no se justifica.

“Sabemos que hay talento tecnológico fuera de estos ‘hubs’ y el empleo remoto abrirá muchas puertas que hasta ahora permanecían cerradas”, indica .

Es un golpe duro para la región, que está notando cómo los años de vacas gordas ya son cosa del pasado. Tras años de superávits, el ayuntamiento de San Francisco ha pasado a los números rojos -entre otras cosas, los ingresos por impuestos indirectos se han desplomado un 43%-, y ha alertado de que es posible que se produzcan despidos en el sector público.

En febrero, Silicon Valley era uno de los lugares de EE.UU. más apetecibles para vivir. En diciembre, trabajadores, ejecutivos y empresas históricas como Hewlett Packard y Oracle lo están abandonando a marchas forzadas. La pandemia ha desnudado el sitio y su futuro se pone en duda.

Según datos del Servicio Postal de EE.UU., entre marzo y noviembre 90 000 vecinos de San Francisco notificaron un cambio de domicilio fuera de la ciudad (en su mayoría con destino a Florida, Nevada y Colorado).

De acuerdo con la estimación del censo, la ciudad tenía en 2019 881 500 habitantes, por lo que una pérdida de 90 000 vecinos equivaldría a una reducción de la población de más del 10%.