Francisco pidió más colaboración entre cooperativas bancarias y empresas, para organizar los recursos y vivir con dignidad. Foto: EFE

Francisco pidió más colaboración entre cooperativas bancarias y empresas, para organizar los recursos y vivir con dignidad. Foto: EFE

Para el Papa Francisco el dinero es el estiércol del diablo

2 de marzo de 2015 12:36

El papa Francisco criticó, nuevamente, a quienes no ofrecen condiciones dignas de trabajo. El pasado 28 de febrero lo hizo contra aquellos que ofrecen 600 euros al mes (USD 670) por 11 horas de trabajo, solamente porque siempre habrá alguien que aceptará debido a la necesidad. Lo hizo durante un discurso dirigido a varias cooperativas italianas.

"Hay quien ofrece 11 horas de trabajo al día por 600 euros al mes. Y si no te gusta, pues te dicen que te vayas a casa. Esto es lo que pasa en este mundo, donde si tú no aceptas otro aceptará. El hambre hace que se acepten también trabajos en negro, como todo el personal doméstico. ¿Cuántos de ellos tienen garantizada la pensión?", cuestionó el Papa.
Francisco, que improvisó en varias ocasiones respecto al discurso preparado, también lamentó el "drama de la cultura del descarte" y dijo, a modo de ejemplo: "¿Y tú qué eres? Soy ingeniero. ¿Cuántos años tienes? 49. Entonces no sirves, vete".

En su intervención, el Sumo Pontífice valoró el trabajo de las cooperativas y pidió que encuentren "formas, métodos e instrumentos para combatir esa cultura del descarte, cultivada por los poderes que manejan las políticas económicas-financieras del mundo globalizado".

Por ello aconsejó a las cooperativas que se conviertan "en el motor que levanta y desarrolla la parte más débil de las comunidades locales y de la sociedad civil". Y que, "especialmente piensen en los jóvenes y mujeres que necesitan entrar en el mundo del trabajo, o a los adultos que pierden el empleo".

También instó a que se activen "como protagonistas para realizar nuevas soluciones de bienestar social, particularmente en la sanidad, un campo delicado donde gente pobre no encuentra respuestas a sus necesidades".

El Papa se refirió asimismo a "la economía y su relación con la justicia social, y con la dignidad de las personas" y criticó "un cierto liberalismo que cree que sea necesario primero producir riqueza, no importa cómo, para después promover alguna política redistributiva por parte del Estado".

También invitó a que "el movimiento cooperativo ejercite un rol importante para apoyar, facilitar y también dar ánimo a la vida de las familias". Entonces instó a que se busquen soluciones para "la armonización entre trabajo y familia".

Francisco pidió que haya más colaboración entre cooperativas bancarias y empresas, para "organizar los recursos para hacer vivir con dignidad y serenidad a las familias; pagar salarios justos a los trabajadores, invertir en las iniciativas que sean realmente necesarias".

Advirtió contra las falsas cooperativas "que se prostituyen con el propio nombre de cooperativa para engañar a la gente con el objetivo de lucrarse".

Afirmó que "el dinero es el estiércol del diablo" y que "en una cooperativa auténtica, verdadera, no manda el capital sobre los hombres, sino los hombres sobre el capital".