Redacción Quito
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La pasión por el diseño se derivó en tres iniciativas

Patricia Dueñas convirtió su pasatiempo en decoración de interiores en un negocio. Pero fue a partir de 1998 que Arrienco se constituyó formalmente. “No fue planificado, esto se fue dando junto a mi afición, porque no podía desarrollarlo en otro sentido. No tenía la parte técnica o de estudio, y lo que conozco es por leer sobre el tema y asistir a ferias. Antes lo hacía por pedido de amigos y de compañías”, recuerda Dueñas.

Pero la falta de un título formal no le impidió a esta emprendedora incursionar en el alquiler de menaje de casa (muebles, vajillas, electrodomésticos...). Con el tiempo también vio la necesidad de importar tapices, tanto para revitalizar los muebles, como para complacer los diferentes gustos de sus clientes.

El principal mercado de Arrienco, con el 90%, son las empresas multinacionales, especialmente sus ejecutivos que se instalan a vivir en Ecuador, por un lapso de tres a cinco años. Este servicio les permite decorar el hogar, de acuerdo con sus necesidades y las de los miembros de la familia.

Una de las 15 firmas con las que trabajan es Weatherford Sudamérica. María Fernanda Niemes, analista de compensaciones de esta compañía, dice que el servicio “permite ubicar, con rapidez, a la persona expatriada, en su nueva casa y con todo el menaje”. La firma utiliza estos servicios desde septiembre del 2011 y actualmente tiene a tres ejecutivos que han escogido los muebles en esta iniciativa.

Pero Arrienco también se convirtió en una solución para publicistas, organizadores de eventos y cinematógrafos, que necesitan muebles por cierto tiempo.

Así lo explica David Gil ‘Tano’, director de Arte de la Productora Índigo. “Es una ventaja, porque antes debíamos pedir prestados los muebles a los almacenes, y era difícil... Arrienco ha facilitado esta tarea; hay una gran variedad y calidad de muebles”. Para el último proyecto alquiló cuatro menajes de casa.

Para satisfacer los gustos de cada cliente, Paulina Reyes, gerenta del negocio, explica que poseen los insumos para amoblar 100 casas completas. Estos son renovados a través de la venta, dos veces al año. Reyes añade que “el servicio se maneja como un arriendo mensual y el valor depende de los objetos que seleccione el cliente”. Su facturación mensual es de unos USD 25 000.

Para Dueñas, el éxito de Arrienco también se debe al trabajo en equipo. “Un líder debe motivar a la gente que le acompaña, por eso trabajar en conjunto con las personas es importante”. Hoy, 11 personas colaboran en este negocio.

Pero el interés de Dueñas en el diseño no terminó con este emprendimiento. Hace siete años, incursionó en la importación y venta de telas, a través de la firma Seda y Algodón. Las telas son usadas por diseñadores de moda, como Carolina Crespo. Ella ha confeccionado ternos, blusa, vestidos de novia y de grado. “Es uno de los lugares que más gusta, por el tipo y la exclusividad de las telas”.

Con dos negocios consolidados, Dueñas, junto con una socia italiana, incursionó en la joyería con el negocio Oroargento. Hace cinco meses implementó una isla en el Mall El Jardín y realizó las adecuaciones en el local, ubicado en La Floresta, en el norte de Quito.