Francesca Petrilli es la creadora de Di Simona Pastas. La fábrica está en Guayas. Su producto se distribuye, actualmente, en más de 50 puntos.

Francesca Petrilli es la creadora de Di Simona Pastas. La fábrica está en Guayas. Su producto se distribuye, actualmente, en más de 50 puntos.

Pastas y raviolis, para servirse en 8 provincias

17 de septiembre de 2020 17:35

La variedad de sabores y un marcado gusto italiano son las fortalezas de Di Simona Pastas. Francesca Petrilli es la propietaria de la firma, que surgió en Guayas y que ahora distribuye a otras ocho provincias del Ecuador.

Su gusto por la comida italiana la motivó a crear su propia marca de raviolis. Ese es el nombre de un tipo de pasta italiana rellena con diversos ingredientes, generalmente de forma cuadrada y que se acompaña con aderezos o salsas.

Francesca investigó el mercado ecuatoriano y detectó que no existía una empresa que ofreciera similar producto en el país. Con esta premisa, diseñó un menú inspirado en las tradicionales pastas italianas, pero con adaptaciones de sabor que le aporten su propia identidad al producto.

El menú incluye, por ejemplo, raviolis de jamón curado y pera; así como espinaca, queso ricota, pollo y tocino. “La idea es que la gente al consumir el producto sienta que tiene un poquito de Italia en su mesa. Además, conservar la calidad que tienen las pastas de ese país, sobre todo, el sabor de casa”, cuenta Petrilli, de 28 años.

Tras graduarse de la universidad, empezó a cristalizar la idea de tener una marca, en el 2016.
“Nunca lo vi como un negocio en el que se proyectara un crecimiento exponencial, simplemente quería hacer algo que me gustaba”, recuerda.

Aunque ella estudió Finanzas en Italia, su pasión por la cocina y los sabores la llevaron a tomar un curso especializado para elaborar pastas. Durante su estancia en Europa, la emprendedora visitó un centenar de restaurantes e hizo prácticas en varios de ellos.

Petrilli se capacitó en la preparación de las masas, los rellenos, las maquinarias, insumos, entre otros detalles del negocio.

A su retorno a Ecuador, en junio de ese mismo año, Francesca, con su marca Di Simona, empezó e inscribirse en todas las ferias de degustación de comida que se realizaban en Guayaquil y Samborondón. Allí, asegura, logró educar a los consumidores sobre el producto que estaba ofreciendo.

Para ese entonces, también, la marca ya tenía un logo y un concepto. Los colores rosado y blanco primaban en los empaques.

Inicialmente, la joven inició sus preparaciones en la cocina de su domicilio, pero poco a poco, con la acogida que tuvo el producto, tuvo que migrar en el 2018 a una fábrica ubicada en Samborondón.

En la parte de producción y empacado, los colaboradores se encargan de ser cuidadosos para preservar la forma y calidad del producto. Fotos: cortesía de Di Simone Pastas

En la parte de producción y empacado, los colaboradores se encargan de ser cuidadosos para preservar la forma y calidad del producto. Fotos: cortesía de Di Simone Pastas

En el lugar invirtió alrededor de USD 50 000. Con el dinero de la primera inversión importó maquinarias para la preparación de las pastas y materia prima. Además, contrató a un equipo para el desarrollo de los productos ya que, poco a poco, los pedidos se fueron incrementando.

En la fábrica se producen, semanalmente, unas 50 fundas de 300 gramos de cada sabor de raviolis, 30 cajas de fideos largos y 30 envases de salsas; el monto varía acorde a la demanda. Di Simona está colocado en las perchas de más de 50 puntos en ocho provincias del país.

Guayaquil, Quito, Manta, Loja y Cuenca son algunas de las plazas donde se puede encontrar el catálogo de la empresa. Además, distribuye a restaurantes, hoteles y servicios de catering.

Para Mariuxi Ludeña, encargada de compras en Ecuagourmet -establecimiento que adquiere sus productos desde hace tres años-, los raviolis y las pastas tienen gran calidad, frescura y buen sabor. “Es interesante hacer negocios con personas jóvenes y con grandes visiones.

Francesca tiene muy bien pensada su marca y a dónde apunta con sus productos. Tiene el plus de que cuida cada detalle, desde el empaque hasta el sabor”, señala Ludeña.

Fabiana Jalil consume los raviolis desde sus inicios, en el 2016. “Siempre están innovando, con sabores y variedades para todos los gustos. Existe la consigna de que es algo rápido que estará en tu plato con un sabor fabuloso y, sobre todo, que al pasar los años la receta se mantiene y se mejora”.

La meta a corto plazo es expandirse y ganar nuevos mercados dentro del país, principalmente.
El primer paso es producir para las grandes corporaciones y maquilar su producto. Para ese fin, la propietaria de esta firma está experimentando con nuevos sabores para cubrir todas las necesidades de los consumidores. Además, no descarta, en el mediano plazo, iniciar con la exportación.

‘Un sabor de casa bien elaborado’
Las pastas y raviolis tienen un sabor muy especial y en ellos se refleja una marca personal. Cada detalle de la presentación está muy bien pensado y, al probar un bocado, te transporta al hogar, en donde existe mucho cuidado y detalle. Los productos son originales y creo que no hay alguno parecido colocado en las perchas. Todo esto es parte de una experiencia gastronómica que está ideada por Francesca. Ella buscaba un sabor italiano, de casa; alcanzar a las familias. Por algo, ahora estamos colocados en ocho provincias y con la perspectiva de seguir creciendo. Como jefa de producción, mi función es vigilar que el equipo de colaboradores respete la misma calidad de presentación y el sabor en las pastas. El crecimiento dentro de la empresa creo que ha sido compartido. La marca ha ido madurando con los años.

La innovación también caracteriza a Di Simona.. Francesca, constantemente, está involucrada en la producción, probando nuevas preparaciones y nuevos ingredientes, pero sin perder la calidad original.