La participación de los alumnos en debates virtuales y trabajos en grupos es parte primordial de la evaluación.

La participación de los alumnos en debates virtuales y trabajos en grupos es parte primordial de la evaluación. Foto: freepik.es

El pensamiento crítico se fomenta en el aula virtual

22 de marzo de 2021 06:44

Durante el último año, las universidades del país han avanzado aceleradamente hacia la educación en línea o híbrida, con clases en vivo por medio de plataformas tecnológicas y actividades asincrónicas.

Una metodología común para la evaluación constante del aprendizaje en la teleeducación es la clase invertida, en la cual los estudiantes deben prepararse antes de la clase, con lecturas, videos, participación en foros, elaboración de mapas conceptuales. Luego, en el aula virtual se desarrollan debates, trabajos en grupo y conclusiones en torno al tema investigado.

Esta estrategia, especialmente útil en cátedras de ciencias sociales, ha sido adoptada en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y la Universidad de las Fuerzas Armadas, Espe.

Mónica Mancheno, directora de Aseguramiento de la Calidad de la PUCE, explica que esto permite evaluar la capacidad y profundidad de análisis de los estudiantes, además de sus habilidades en el desarrollo de presentaciones.

En la Espe, la evaluación se alimenta de tareas, actividades grupales, ensayos y proyectos; con apoyo de chats, cuestionarios en línea o foros de discusión, explica Paulina Ortiz, directora de la Unidad de Educación a Distancia.

En la misma línea, la Universidad Espíritu Santo (UEES), de Guayaquil, también ha implementado metodologías que fomentan el pensamiento crítico, con el uso de tecnologías educativas interactivas que les permitan fomentar la participación del estudiante, indica la vicerrectora Eliana Molina.

Esta casa de estudios venía utilizando la plataforma de gestión educativa Blackboard desde hace 12 años. La diferencia es que ahora migraron todas las clases presenciales a la modalidad virtual, que antes existía solo para algunas carreras. Otras herramientas de apoyo que utilizan son: Mentimeter, Edpuzzle, Sumadi y Class­room Screem Pro.

Los exámenes siguen siendo un componente de la evaluación. Sin embargo, los formatos utilizados apuntan mayormente al desarrollo del pensamiento crítico.

“Se utilizan preguntas abiertas, de análisis, en las que se interrelacionan los temas vistos en el aula. Lo que se pretende es la reflexión”, explica Mancheno. La PUCE utiliza la plataforma educativa EVA (Entorno Virtual de Aprendizaje), que permite crear salas grupales en Zoom.

Para corroborar la presencia del estudiante en un examen en línea, tecnologías como Blackboard -utilizada por la UEES- cuentan con reconocimiento facial. En la Espe exigen al estudiante que mantenga la cámara encendida mientras rinde la prueba, que puede ser también en formato de respuestas objetivas.

Para la Vicerrectora de la UEES, estos cambios -acelerados por la pandemia- han sido favorables para el proceso de aprendizaje. “Si bien es cierto que la presencialidad es necesaria para la socialización, estas herramientas también permiten el desarrollo de debates en salas virtuales”, añade.

En un futuro cercano, de retorno voluntario a las aulas, esta universidad manejará tanto clases presenciales como virtuales, de manera sincronizada. Para ello, han adecuado sus aulas con cámaras y pizarras digitales. La PUCE y la Espe también prevén continuar utilizando estas metodologías en los próximos años.

Universidades y la meta de la aldea académica global

La colaboración cada vez más intensa entre universidades a nivel mundial permitirá convertir en realidad el concepto de aldea académica global, han señalado los expertos que intervinieron el jueves anterior en el Foro Latinoamericano de Universidades.

Esta afirmación la ha realizado el director de la Cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria de la Universidad Politécnica de Madrid, Javier Uceda, durante el foro, organizado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y que se transmitió ‘online’ desde España, Ecuador, Perú, México y Colombia.

Internacionalización y movilidad como retos de las universidades del siglo XXI” centró la tercera sesión del “Foro Latinoamericano de Universidades: II Jornadas de Dirección y Gestión de instituciones de educación superior”, en la que Uceda ha defendido que, “en todo el mundo, la demanda de educación superior sigue siendo creciente y no está satisfecha de forma local”.

Ha precisado que la internacionalización es “un tema que abarca e impregna la actividad universitaria en global”, por lo que “conocer el estado de una institución pide disponer de elementos de medida y valoración”.

Además, el secretario general de la Unión de Universidades de América Latina y El Caribe (Udual), Roberto Escalante, ha indicado que “la digitalización y los medios electrónicos son un instrumento muy poderoso para lograr la interconexión de las personas” y, “antes de que tuvieran esta importancia, ya se desarrollaba el proceso de la globalización del mundo productivo”.

Ha mostrado su preocupación ante el hecho de que “la internacionalización auspiciada por las tecnologías pueda significar un para qué más excluyente del que hay ahora”, ya que, antes de la pandemia de la covid-19, había “una suerte de internacionalización del mundo que significó la profundización de una serie de brechas sociales, económicas y políticas”.

El director del Instituto de Postgrado de la Universidad Técnica de Manabí (UTM), en Ecuador, Santiago Quiroz, ha destacado que “este cambio abrupto de la educación superior” que ha provocado la pandemia “ha obligado a un contexto netamente virtual”.

La UTM, ha proseguido, ha llevado a cabo sus procesos de docencia, investigación y movilidad de forma virtual en 2020, donde, a través de diferentes convenios institucionales, se permitió poder fortalecer aquellos campos en los que se podía transferir conocimientos.

El jefe de la Oficina de Cooperación y Relaciones Interinstitucionales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Unmsm), en Perú, Heli Barron, ha señalado que, cuando se cerraron las fronteras y se suspendieron las actividades por la pandemia, “fue complicado continuar con la política de internacionalización”.

“Se nos vino la movilidad virtual y esto generó problemas porque no es lo mismo tomar unas clases grabadas que tener una interacción presencial en el momento y uno de los problemas más importantes es el tiempo”, ha subrayado, aunque han podido participar en programas de intercambio virtual con otras universidades de AL.

El rector de la Corporación Universitaria Minuto de Dios (Uniminuto), en Colombia, Harold de Jesús Castilla, ha remarcado que es “un imperativo, como desafío, evaluar y reimaginar un modelo educativo acorde con los contextos” que se viven en la actualidad. “El proyecto educativo de nuestros alumnos tiene que estar vinculado con un entorno social, si no, es muy difícil, y esa relación global-local es necesaria a la hora de internar esas competencias y habilidades del mundo actual”, señala.