Las promociones para comprar ahora y pagar en dos o tres meses pueden ser un problema. Foto: Freepik.es

Las promociones para comprar ahora y pagar en dos o tres meses pueden ser un problema. Foto: Freepik.es

Los períodos de gracia son un riesgo

27 de diciembre de 2019 11:29

La temporada navideña es el escenario en el que distintas casas comerciales aplican una promoción que puede convertirse en un problema serio. En estos días es común ver en centros comerciales, negocios, redes sociales y hasta en mensajes de texto del teléfono frases como: “compre ahora y pague desde marzo”.

Son los llamados períodos de gracia, es decir, espacios de tiempo en los que el comprador todavía no empieza a pagar por un bien o un servicio adquirido.

La opción es tentadora, pero puede convertirse en un gran lío para el consumidor. En la lista de bienes pueden encontrarse electrodomésticos, equipos electrónicos, muebles para el hogar, vehículos, entre otros. Los expertos en educación financiera aconsejan tener claro lo que significan estos períodos de gracia, un nombre que viene del marketing financiero que aplican ciertos negocios.

Para Sonia Zurita, profesora de Banca y Finanzas en Espae-Espol, los períodos de gracia ayudan al comprador cuando se trata de una compra planeada, cuando es necesaria. Un bien duradero es un ejemplo. “El problema es cuando no es una compra planificada. Allí empiezan los apuros”.

En este tema juega mucho el tema de los conceptos mal entendidos. Pablo Pérez, consultor y catedrático de la Universidad San Francisco de Quito, comenta que a veces la gente entiende mal lo que es un diferimiento de los pagos.

Según Pérez, suele pasar que una persona se acoge a los períodos de gracia y como en ese momento no tiene que pagar se queda con dinero y adquiere algo más por lo que sí debe cancelar al hacer la compra. Esto en la práctica significa, según Pérez, una doble compra y un golpe para el bolsillo de las personas.

El lío está en que el pago diferido no se lo planifica y cuando llega febrero o marzo muchas personas se ven en aprietos. Esto puede generarse porque en diciembre se paga el decimotercero o bonos que entregan los empleadores y existe un mayor ingreso. Pero eso no ocurre en otros meses y las personas tienen una sensación de liquidez que no es real y se animan a comprar aprovechando los períodos de gracia.

¿Esto es responsabilidad de las casas comerciales? Zurita dice que es una responsabilidad compartida. “El vendedor está entrenado para vender un producto y convencer de que las cuotas son cómodas. Pero no hablan de costos financieros y además la gente no pregunta por esos costos”.

Esta catedrática cree que los negocios deberían dar esa información y así el consumidor puede decidir y actuar sin riesgo.

Para Gary Flor, académico, investigador y consultor en temas de educación financiera, para adquirir un crédito con meses de gracia se debe estar consciente de que al deudor le significará un incremento de la deuda, ya que deberá agregar intereses al capital obtenido.

“Por eso no es aconsejable asumir ese tipo de deudas. Lo mejor es comprar de contado, en vista que incluso podría obtener descuentos por pagos en efectivo, para lo cual, tener una cultura de ahorro es primordial”.

Flor añade que en caso de que la persona tenga plena conciencia de la deuda y los costos adicionales que significan los meses de gracia, será recomendable hacerlo cuando no se tenga la suficiente liquidez y el bien a adquirir sea fundamental para el hogar o el negocio y cuando los intereses a pagar no sean muy elevados.

Unas preguntas

El comprador 
tiene que actuar con inteligencia. Está obligado a pensar y calcular cuánto va a tener que pagar en los próximos meses y visualizar el monto global que va a necesitar para pagar.

Si el pago es en febrero, por ejemplo, hay que tener en cuenta los posibles gastos por carnaval y las vacaciones del período escolar de la Sierra. Pregúntese si su sueldo regular le va a alcanzar. Responda con honestidad y decida.