En diciembre del año pasado fue invitada a la cumbre climática de París, Francia. Allí contó a los asistentes la tarea que la asociación Challuwa Mikuna cumple desde el 2010. Foto: Eduardo Terán / LÍDERES

En diciembre del año pasado fue invitada a la cumbre climática de París, Francia. Allí contó a los asistentes la tarea que la asociación Challuwa Mikuna cumple desde el 2010. Foto: Eduardo Terán / LÍDERES

Pedro Maldonado
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La COP21 de París supo de su tarea en la amazonía

14 de febrero de 2016 14:46

La sencillez, el trabajo arduo y el buen ánimo marcan el día a día de Alicia Illanes. Esta mujer nacida en el Coca hace 50 años no se complica: se moviliza por las calles de su ciudad natal en motocicleta; luego, se reúne con las integrantes de la asociación Challuwa Mikuna; toma un bus para ir hasta Lago Agrio y cuida de sus hijos con absoluta tranquilidad, todo en el mismo día.

Además, planifica reuniones con autoridades de Francisco de Orellana (Coca) y coordina trabajo para nuevos proyectos. Eso sí, el eje de sus jornadas es la gastronomía amazónica. El maito, el uchumanga, la sacha inchi, el chontacuro, entre otros, son los platillos por los que trabaja en el Coca y con los cuales ha logrado reconocimiento internacional.

Illanes es una de las fundadoras de la asociación Challuwa Mikuna, que trabaja desde el 2010 por el rescate de la gastronomía amazónica. “Ha sido un camino difícil, había personas que no estaban de acuerdo, pero insistí con las compañeras para recuperar recetas y alimentos que son parte de la historia de la región amazónica”, cuenta Illanes, en un humilde local de paredes de carrizo ubicado en una calle de tierra, a pocos metros del río Napo.

Según esta mujer, madre biológica de cuatro hijos y que ha criado a otros tres, ‘a la gente le daba vergüenza’ salir a vender productos típicos del sector, como la yuca. Para cambiar esa sensación, Illanes trabajó con altas dosis de dedicación y paciencia.

Ella hacía prácticas de cocina amazónica todos los fines de semana, hasta que la gente se fue involucrando. “Usaba mis propios recursos y la idea siempre fue que no se pierdan las tradiciones gastronómicas. Lo que quiero es que los jóvenes prueben los platillos típicos y no solo se enteren de ellos en los libros”.

Los esfuerzos fueron dando frutos dentro y fuera del país. En diciembre del 2015, Illanes asistió a la cumbre climática COP 21, que se desarrolló en París, Francia. Allá llegó luego de recibir una invitación directa de la Organización de la Naciones Unidas (ONU). El trabajo de Illanes y la asociación Challuwa Mikuna fue seleccionada entre otros 19 proyectos de protección de parques nacionales que se ejecutan en territorio ecuatoriano; estos proyectos cuentan con el respaldo del Ministerio de Ambiente.

En la cumbre de París, Illanes contó ante cientos de personas la historia de Challuwa Mikuna y respondió decenas de preguntas sobre la Amazonia ecuatoriana. Habló de su trabajo y de Mandaripanga, la comunidad del parque nacional Yasuní en la que pasa los fines de semana con su familia. “Los representantes de las empresas participantes aplaudieron nuestro trabajo”.

En el Ecuador, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) aporta a la conservación de la reserva natural del Yasuní. Gabriel Jaramillo, responsable del Área de Ambiente y Energía del PNUD en Ecuador, cuenta que conoció a Illanes por el trabajo del organismo.

Él la describe como una líder innata, con una visión clara del potencial de trabajo de las mujeres alrededor de la gastronomía amazónica. “Ella anima a las mujeres kichwas y con su trabajo ha logrado un modelo económico sostenible para las comunidades de Orellana. Lo que ha logrado es motivo de orgullo, porque generó sentido de pertenencia, en especial entre las mujeres de la zona”, dice Jaramillo.

La admiración también viene de sus compañeras de la asociación. Rocío Alvarado, actual presidenta de Challuwa Mikuna, considera a Illanes como una amiga y compañera. “Siempre nos aconseja y nos da fuerzas para seguir adelante con nuestra asociación”.

Pero Illanes comparte el crédito con las demás integrantes de Challuwa Mikuna. “A nosotras no nos paga nadie. Es un esfuerzo de las compañeras; es un esfuerzo personal y grupal. Nos caemos y nos levantamos, estamos en las buenas y en las malas, nos apoyamos entre todas las integrantes de la asociación”, comenta mientras revisa un plato de maito que está casi listo para servirse.

La nostalgia por el pasado se deja sentir en el semblante de Illanes, cuando habla sobre su infancia y adolescencia. “En el Coca y en la Amazonia en general todo era distinto, nadábamos en el río, jugábamos sin temores”.

También, reconoce que en ocasiones tiene ganas de “soltar la toalla”, porque el apoyo que necesitan en su región no siempre llega como ella desea. Pero al mismo tiempo reflexiona: “soy el ejemplo para otras personas, no puedo dejar lo que se ha logrado. Mi papá decía que solo los cobardes huyen cuando hay problemas y eso me da más fortaleza”.

Al rescate de la tradición


Su trabajo
. Es fundadora de la asociación Challuwa Mikuna, que trabaja desde el 2010 por el rescate de la tradición gastronómica de la Amazonía ecuatoriana.

En París. Esta mujer, nacida en Coca, fue invitada para participar en la cumbre climática COP21 en París, Francia. Allí compartió su experiencia en el trabajo por lograr comunidades sostenibles.

Las 12 integrantes se apoyan siempre

La asociación Challuwa Mikuna evoluciona con el tiempo. En principio su objetivo era dar a conocer platillos que se acostumbran comer en la selva amazónica, pero la idea dio un salto hacia la gastronomía sustentable, con recetas que no pusieran en peligro el ecosistema.

La guanta, por ejemplo, quedó atrás y las integrantes de la asociación apuntaron hacia otras recetas como el maito o el uchumanga. El esfuerzo es una de las características de Challuwa Mikuna; ni siquiera un incendio que destruyó su local en el 2009 frenó el entusiasmo y las ganas de estas mujeres microempresarias.

La asociación nació con siete integrantes, pero ahora ya son 12, de las cuales tres son maestras en el Coca. Sus integrantes han participado en ferias gastronómicas en Guayaquil, Quito, Tena y El Coca. Entre sus metas de corto plazo se encuentra la creación de un restaurante gourmet de gastronomía amazónica.

Alicia Illanes es consciente de que lo logrado implica mayor responsabilidad. Tras la participación en la cumbre climática de París, la asociación es considerada un ejemplo de desarrollo sustentable a escala internacional.

Illanes reconoce también que la asociación se convirtió en un actor de la economía popular y solidaria. “La asociatividad y el apoyo mutuo nos permite salir adelante, a pesar de las dificultades cotidianas y de realidades como el machismo que aún se siente en el Coca y otras ciudades”.

Ahora, Illanes y las demás integrantes de la asociación continúan con su trabajo en favor de la gastronomía. Pero también piensan en nuevas ideas vinculadas con el turismo.