La fiebre por el iPhone continúa a escala global. La foto muestra la tienda de Apple en Central Pak, Nueva York. Foto: AFP

La fiebre por el iPhone continúa a escala global. La foto muestra la tienda de Apple en Central Pak, Nueva York. Foto: AFP

¿Es posible el iPhone Made in USA’?

6 de febrero de 2017 12:35

Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, que puso el “made in USA” a la moda, ¿podrá Apple, una de las empresas más emblemáticas de Estados Unidos, seguir fabricando sus dispositivos en China?

El nuevo Presidente prometió varias veces que obligaría a la marca de la manzana a repatriar su producción. Sin embargo, mientras muchos de los grandes grupos optaron tras la elección por prometer puestos de trabajo o inversiones en Estados Unidos, Apple se ha mantenido con un perfil mucho más bajo.

Foxconn, una de sus principales subcontratistas, sin embargo, tiene previsto invertir USD 7 000 millones en una planta en EE.UU. para hacer pantallas planas.

Pero el fundador del grupo taiwanés, Terry Gou, alimentó las especulaciones al afirmar que sus principales clientes estaban “dispuestos a invertir (en EE.UU.), incluyendo Apple”.

La empresa fundada por el fallecido Steve Jobs se negó a hacer comentarios. Para Trip Chowdhry, analista de Global Equities Research, la empresa terminará fabricando dispositivos en EE.UU., y no únicamente para hacer un gesto político. “La tendencia es que hay que fabricar productos locales para mercados locales”, para que la cadena de suministro sea más adaptable y se puedan proponer dispositivos “a medida, para cada mercado”, argumenta.
Rompecabezas logístico

Sea o no por motivos políticos, Apple no está en la misma situación que los fabricantes de automóviles que han deslocalizado fábricas de Estados Unidos en el extranjero para reducir costos, dice Dan Panzica, experto en subcontratación manufacturera en la firma IHS. “Los puestos de trabajo de Apple nunca han estado aquí”, dice. “Toda la cadena de suministro se construyó en China”.

Apple dispone en Asia de un complejo sistema de fabricación que va mucho más allá de los subcontratados que ensamblan sus dispositivos. Se apoya en un enorme sistema de fabricantes de componentes y repuestos.

China le ofrece también importantes fuentes de materias primas y mano de obra barata, flexible y muy abundante, para ensamblar cada año decenas de millones de iPhone. Para Roger Kay, analista de Endpoint Technologies, sería “muy difícil de replicar” ese ­proceso con trabajadores estadounidenses, a menos que se opte por un sistema de automatización masiva, lo cual desvirtuaría el objetivo inicial de la creación de empleos.

“No tiene sentido fabricar teléfonos aquí si se tienen que traer todos los componentes desde China”, estima Jack Gold, otro especialista en tecnología.

Sacrificar márgenes

La MIT Technology Review había considerado en junio varios escenarios, desde traer solo el ensamblaje a EE.UU. hasta la repatriación paralela de la fabricación de piezas, y había estimado el costo adicional de un iPhone 6S Plus entre USD 30 y 10.

Es difícil imaginar que Apple arriesgue su condición de empresa más rentable del mundo para absorber ese costo adicional. “Apple nunca bajará sus márgenes de su producto estrella, el iPhone”, especialmente en el contexto actual de desaceleración de sus ventas, opina Ronan de Renesse, especialista en tecnología de consumo de la firma Ovum. ¿Los consumidores estadounidenses estarían dispuestos a pagar más por un iPhone “Made in USA”? Los analistas no están seguros. Para Jack Gold, Apple debería negociar con Washington, pero ello será simbólico. “Ellos ya han hablado de construir servidores aquí, y fabrican productos en volúmenes relativamente bajos en las plantas de Estados Unidos”, en particular, determinados ordenadores Mac, dice. “Pero me sorprendería ver una mudanza masiva de la producción a EE.UU.”.

Impuestos y aduanas

El gobierno de Trump no puede romper el modelo de negocio de la estrella de la tecnología estadounidense y, en definitiva, “seguramente habrá un compromiso”, como “los incentivos financieros o fiscales” contra la deslocalización de algunos modelos o dispositivos, estima Ronan de Renesse.

Foxconn ya está tratando de hacer subir las ofertas entre los diferentes estados de EE.UU. para la concesión de terrenos, energía barata o exención de impuestos. Y Apple podría condicionar sus inversiones a una amnistía fiscal sobre la repatriación de su fondo de unos USD 200 000 millones en el extranjero. La ecuación también cambiaría si Trump impusiera fuertes aranceles a las importaciones chinas y Apple sería una de las primeras víctimas de eventuales represalias de Pekín.

Bajo este contexto, la firma estadounidense marcó en el primer trimestre de su ejercicio de 2017 un nuevo récord histórico de ingresos, pero la mala noticia para la compañía liderada por Tim Cook fue que su beneficio neto volvió a caer (ver puntuales).

Cifras de Apple

La facturación del trimestre que cerró a fines de diciembre subió un 3,3% a 78 400 millones. En el período, Apple vendió 78,3 millones de iPhones, un récord en comparación con los 74,8 millones de teléfonos vendidos en el trimestre pasado.

Las ganancias,  que se ubicaron en los USD 17 900 millones, estuvieron cerca de igualar el récord del mismo trimestre del año anterior, de 18 400 millones. La acción de Apple subió en principio casi un 3%, ya que sus resultados superaron las expectativas de los analistas.