Pese a los nuevos puestos creativos, las empresas aún tienen en cuenta la formalidad en la presentación y la actitud de los candidatos. Foto: Referencial / Internet

Pese a los nuevos puestos creativos, las empresas aún tienen en cuenta la formalidad en la presentación y la actitud de los candidatos. Foto: Referencial / Internet

La primera impresión todavía es la que cuenta

3 de mayo de 2017 15:18

Cuando una persona se encuentra en la búsqueda de trabajo, además de tener un currículum que demuestre sus conocimientos y habilidades, todavía debe tener en cuenta su presentación física.

Si bien los tiempos y las profesiones cambian, la primera impresión sigue siendo un factor preponderante que toman en cuenta los reclutadores, sobre todo porque la imagen se puede convertir en un referente del tipo de trabajador con el que se topará el empleador.

Algunos consejos para tomar en cuenta sobre la vestimenta son, por ejemplo, no llevar prendas muy cortas, ajustadas, con escotes pronunciados, además de evitar los jeans, camisetas y sandalias. Asimismo, dicen expertos, los hombres deben cuidar de que la cara esté bien afeitada o si lleva barba y bigote, que estén bien recortados y limpios, mientras que las mujeres deben llevar un maquillaje ligero y sobrio, acorde a la ropa, con esmalte de uñas discreto. El cabello, tanto masculino como femenino, debe estar limpio y con un peinado adecuado.

“Los profesionales de reclutamiento vemos el tema de una manera sistémica”, explica María Elena González, especialista en Recursos Humanos. Ella asegura que al acudir a una entrevista de trabajo “no solo hay que ser, sino parecer”.

Xavier Verdesoto, presidente ejecutivo de Nexos Talent-Efh Ecuador, indica que la imagen personal es importante al momento de la toma de decisión cuando se busca incorporar un talento. Esto, porque las compañías tratan de que las personas que ingresan formen parte de su imagen corporativa.

“Es decir, si una organización transmite confianza, respeto, valores, la gente que se incorpore debe estar alineada con esa imagen corporativa”, afirma el directivo de Nexos Talent.

Pablo Terán, coordinador de Recursos Humanos de Oriente Seguros, considera que la presentación para la entrevista debe ser siempre impecable, aunque dependiendo del giro de negocio el vestuario puede variar.

“Pero hay que recordar que se debe estar vestido para cada ocasión, y la entrevista es la primera carta de presentación”, señala Terán, al explicar que para empresas de su sector y otros como la banca, sigue siendo indispensable el uso de atuendos formales.

Los expertos coinciden en que el complemento ideal para la presentación física es la actitud del candidato. “Una persona que es segura de sí misma, que tiene buena actitud y una elevada autoestima, hace que su presencia física brille, imponga y hable de la persona”, señala González.

Sin embargo, hay que tomar en cuenta evitar los extremos, ya que por más buena actitud de una persona, no es factible que llegue a una entrevista, por ejemplo, con ropa deportiva. Por ello, la conducta y la presencia deben cuadrar.

Verdesoto añade que entre los factores que se analizan sobre la actitud está cómo la persona se presenta, cómo llega, cómo maneja sus perfiles en redes sociales, cómo se expresa.

Terán enfatiza que la puntualidad es otro factor importante porque le da al reclutador una idea de la educación y la responsabilidad del candidato.

“Independientemente de la posición, el momento que una persona va a ingresar a una empresa siempre va a tratar de dar su mejor versión”, comenta Verdesoto, al asegurar que las nuevas tendencias de profesiones no exigen al candidato mantener una imagen pulcra.

González confirma que hay una evolución en cuanto a la formalidad del uso del traje, sobre todo cuando se trata de cargos en los que por su naturaleza no es indispensable su uso. Con ella coincide Terán, al recomendar que si es el caso, es preferible asistir un poco más formal a la entrevista y luego ir acoplando la vestimenta a las normas de la empresa.

En este tipo de casos, la experta señala que ya en funciones y respetando los extremos, es importante que el colaborador se sienta bien con lo que viste, por lo que hay que respetarlo como empleador, pero siempre recordando que la “imagen del colaborador es la imagen de la empresa”

Una recomendación de González es por ejemplo hacer un “viernes casual”, permitiendo que los trabajadores tengan más libertad sin perder la personalidad de la empresa.
Para Verdesoto es importante además, que las empresas y los empleados se vayan acoplando uno con el otro.