Bertha Ponce, cofundadora de Aents, en la elaboración del chocolate con ishpingo, uno de los productos de la Asociación. Foto: Cortesía Aents

Bertha Ponce, cofundadora de Aents, en la elaboración del chocolate con ishpingo, uno de los productos de la Asociación. Foto: Cortesía Aents

Un proyecto con visión sustentable

11 de febrero de 2021 12:22

Bertha Ponce y Óscar Reyes son una joven pareja que dejó la estabilidad financiera que les ofrecía ser contratista en servicios generales para la firma energética Sertecpet, por emprender en un negocio propio que les brindara estabilidad familiar y emocional.

Provienen de Santo Domingo de los Tsáchilas, pero se asentaron en Orellana, donde en 2016 formaron la contratista Multiservicios Reyes, que operó hasta mediados del 2019. Paralelamente, Bertha ha estudiado Licenciatura en Turismo en la extensión de la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, de la ciudad de El Coca.

La idea de cambiar de rumbo en el negocio familiar surgió tras conocer el bioemprendimiento de un amigo, Diego Tapia, especializado en la ‘fruta milagrosa’ y sus bondades para la salud. Luego de haber invertido en este proyecto, se entusiasmaron por dar vida a otro bioemprendimiento, que les propuso Tapia: la restauración de la Amazonía con canela amazónica. Esta es una planta endémica de la región que produce el ishpingo, fruto utilizado en la preparación de la colada morada.

“Estuvimos dos años en estudio, hasta madurar la idea”, comenta Óscar. En el camino, conocieron a Ángel Suco, miembro de la Red Internacional de Forestería Análoga (Rifa), dedicada al diseño de bosques, mediante imitación, para la restauración de ecosistemas.
Suco se convirtió en un mentor del proyecto y la forestación análoga en el mapa de esta iniciativa, cuyo objetivo es la recuperación ecológica de zonas degradadas con árboles de canela amazónica dentro de un sistema biodiverso, que les permita aprovechar las bondades de la canela en sus diferentes etapas de desarrollo y obtener productos con valor agregado.

Así nació en 2018 la Asociación agroindustrial y artesanal en tierra sana - Aents (persona en quichua), integrada por cinco miembros de la familia y constituida finalmente en 2019.

Con el dinero que habían ganado en la otra empresa invirtieron USD 70 000 en la compra de una finca de 20 hectáreas en el Valle de los Aucas, parroquia Inés Arango, de Orellana. Allí viven actualmente y han dado vida a su emprendimiento. Desde mediados del 2019 y hasta la fecha han sembrado alrededor de 2 000 árboles de diversas especies, entre ellas la canela amazónica, que se encuentra en peligro de extinción.

Bertha Ponce y Oscar Reyes, junto a su hija Isabela, en la entrada de la finca Canela, donde opera el proyecto Aents.

Bertha Ponce y Oscar Reyes, junto a su hija Isabela, en la entrada de la finca Canela, donde opera el proyecto Aents.

Ecuaforestar, empresa de Diego Tapia, les provee de los árboles madres, semillas y, en general, del material vegetativo. Adicionalmente, el proyecto ha contado con el apoyo de entidades públicas y privadas, como la Red Ecuatoriana de Forestería Análoga, la Gobernación de Orellana y la estatal Petroecuador, que les colaboró en la instalación de un vivero forestal.

Bertha explica que Aents es un proyecto a largo plazo. A los tres años de sembrada la canela amazónica se aprovechan sus hojas para extraer aceite esencial; luego, desde el quinto año, su corteza, mediante buenas prácticas de poda, para ser comercializada. Finalmente, a los 12 años, en su etapa de maduración, se produce el ishpingo, del cual se pueden obtener productos derivados.

La proyección del bioemprendimiento para dentro de 12 años es obtener al menos 90 litros de aceite esencial y 3 000 libras de ishpingo, por año.

Al momento, venden árboles de canela en el vivero forestal de la finca. Además, producen chocolate con ishpingo, que venden en tabletas y bombones, maquilados en la empresa Aromas de Yasuní. Y están elaborando aceite esencial de hojas de canela, en pequeñas cantidades; lo ofrecen en frascos de 5 ml, en USD 30.

El aceite tiene beneficios terapéuticos en personas con problemas de glucosa, presión arterial, ansiedad y estrés, explica Reyes.

Julia Jácome, de 66 años, utiliza el producto desde hace un mes. Se coloca tres gotas debajo de la lengua antes de dormir o cuando se siente descompensada. Esto le ha ayudado a conciliar el sueño y estabilizar su sistema nervioso, cuenta Jácome, quien es operada del corazón y sufre de la presión, padece de estrés y ansiedad.

Bertha Ponce, en representación de Aents, fue la ganadora de la sexta edición del concurso GSEA(Global Student Entrepreneur Awards), de Entrepreneurs Organization (EO), celebrado el 14 de enero pasado, en Quito.

Como ganadora, Ponce recibió USD 1 000 en capital semilla, acceso a un programa de incubación de empresas y a otro de mentoría personalizada. En abril de este año deberá representar al país en la final mundial del concurso.

Para finales de febrero, Bertha y Óscar tienen previsto lanzar la iniciativa ‘100 000 árboles por Orellana’, cuyo propósito es la recuperación de árboles de la provincia, proyecto en el que esperan sumar a la empresa privada; con esto prevén dar impulso a la etapa de restauración ecológica del bioemprendimiento Aents.