Jorge Rivera Jr, David Bastidas, Jorge Rivera y Santiago Rivera son parte del equipo de Sanriver.  Su local comercial está en el centro de Riobamba

Jorge Rivera Jr, David Bastidas, Jorge Rivera y Santiago Rivera son parte del equipo de Sanriver. Su local comercial está en el centro de Riobamba. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES

Los ‘puzzles’ 3D son el atractivo de este negocio nacido en Riobamba

29 de octubre de 2018 09:11

La perseverancia es la cualidad característica de Jorge Rivera Jr. A pesar de los obstáculos que halló en el camino, él y sus socios convirtieron una buena idea en un exitoso emprendimiento.

Sanriver, una agencia de publicidad que funciona desde el 2013 en Riobamba, ahora manufactura rompecabezas en tres dimensiones que, además, son réplicas de los estadios Rodrigo Paz, de Liga de Quito, y del Estadio Monumental Banco Pichincha, del Barcelona Sporting Club.

Los ‘puzzles’ se comercializan en las tiendas de Orocash, Mi Jugetería y Marathon Sports. Son artículos ideales para coleccionar, y, además, son productos oficiales de ambos equipos.
Desarrollar la idea y llegar a las perchas de las tiendas más grandes del país fue un proceso que les tomó a los emprendedores cerca de tres años. Su historia está llena de anécdotas y de aciertos que llegaron tras cada dificultad.

“Aprendimos mucho en este tiempo. Llegamos hasta este punto en nuestro negocio porque persistimos y nos aferramos al proyecto”, cuenta Rivera.

La idea de manufacturar los rompecabezas surgió en el 2015, tras una conversación familiar. Santiago Rivera, quien vivió en España junto a su padre Jorge por 15 años, trajo consigo, al volver, un rompecabezas del estadio del Real Madrid que se exhibió en la vitrina de su agencia de publicidad durante más de dos años.

Cuando los hermanos investigaron un poco más, descubrieron que el único fabricante era una multinacional española y que en Ecuador no había ningún producto parecido. Así, se animaron a diseñar su propio rompecabezas.

Los estudios en diseño 3D que Santiago cursó en España se convirtieron en el activo más importante de la empresa. Él empezó a diseñar el rompecabezas del Estadio George Capwell, de Emelec, en junio del 2016.

Diseñar piezas que encajaran con una precisión milimétrica y no necesitaran de ningún tipo de pegamento para sostenerse entre sí, requirió tres meses de trabajo arduo. Santiago, quien es hábil en elaborar maquetas desde su infancia, tomó fotografías, investigó los detalles y diseñó en su computadora cada una de las pequeñas piezas con minuciosidad.

En la primera fase del negocio los hermanos invirtieron USD 3 000. La primera dificultad que enfrentaron fue la caída de las negociaciones con el departamento de marketing de Emelec, por lo que no obtuvieron la licencia exclusiva de la marca.

Sin embargo, sí consiguieron las licencias de Barcelona y Liga de Quito. Conseguir financiamiento y un proveedor que imprimiera las piezas con precisión en una especie de plástico acolchonado fue la siguiente dificultad, debido que la tecnología para ese tipo de trabajos no existe en Ecuador.

Así fue como David Bastidas, propietario de la empresa textil Finatex, entró al negocio como inversionista. Él no sólo tenía una amplia experiencia en importaciones y contactos en el extranjero, sino que también aportó un capital de USD 110 000.

Su inyección de fondos impulsó el negocio y la idea pudo ejecutarse. La familia logró contactos con una empresa china, que imprimió los diseños de Santiago.

“En cuanto supe del proyecto, vi que tenía potencial, eso me animó a invertir”, cuenta Bastidas.
El primer pedido de 15 000 unidades llegó de China justo a tiempo para el Barcefest de abril del 2017, en el que los puzzles se introdujeron oficialmente al mercado.

“Ese día estábamos llenos de sentimientos. La carga llegó sólo un día antes de la feria y era la primera vez que veíamos el rompecabezas ya en su versión original. Cuando armamos el primer estadio y lo exhibimos en la feria nos abrazamos de la emoción”, recuerda Santiago.
Los productos tuvieron una alta acogida desde el primer día de ventas. Luego, ingresaron a las perchas de Mi Juguetería, Orocash y Marathon Sports.

Los puzzles cuestan USD 40. Cada uno incluye las 127 piezas para armar, un manual de instrucciones y el link de un tutorial.

“Me emocioné cuando empecé a armar el estadio del Barcelona, no sólo porque soy un fan muy apasionado, sino porque fue divertido ensamblarlo”, dice Carlos Cedeño, uno de los clientes.