Eduardo García, fundador, diseña los diferentes productos.  Junto a él laboran seis personas en la compañía. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

Eduardo García, fundador, diseña los diferentes productos. Junto a él laboran seis personas en la compañía. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

Rasgoseg: souvenirs para todas las regiones

1 de diciembre de 2017 19:39

La tenacidad de Eduardo García se ha puesto a prueba en varias etapas de su vida. A los 24 años cruzó la frontera entre México y EE.UU., a pie. En ese último país vivió por dos años y medio ejerciendo varios oficios, pero volvió.

En 1999, año de la crisis económica, asaltaron su empresa, Génesis, de servicios gráficos. “Se llevaron todo”, recuerda.

Un año después, su segunda hija fue operada –con apenas 1 año de edad– de una alteración congénita. Para cubrir los gastos de la intervención, Eduardo pidió prestados USD 2 000 entre amigos.

Su voluntad y el tener que sostener a una familia –hoy de tres hijos– le ha permitido levantarse y seguir adelante. Solo cursó un año de Arquitectura, pero es un emprendedor nato, empírico.

Aprendió diseño gráfico desde muy joven, gracias a un amigo que trabajaba de forma independiente para una agencia de publicidad, realizando artes finales para anuncios publicitarios. Luego de aprender, comenzó a compartir los trabajos con su amigo.

Años más tarde, fundaron juntos el emprendimiento Garabato, una pequeña agencia de publicidad que duró dos años. Tras ese primer intento, Eduardo creó Génesis, con la que hasta ahora brinda servicios gráficos y publicitarios. Con esta empresa dio los primeros pasos de lo que sería su próximo emprendimiento: la elaboración de souvenirs, en el 2000.

Comenzó elaborando jarros con motivos de diferentes lugares del país. Este proyecto, vinculado al turismo, era su Plan B. Sin embargo, tras el asalto que sufrió Génesis, le tocó comenzar de cero y decidió enfocarse en esta nueva iniciativa económica.

Incluso, hizo un curso de serigrafía para estampar camisetas. Su primera herramienta fue una computadora Mac, con la que hacía los diseños en casa. Luego, con USD 2 000 –que había recolectado su hermana en EE.UU. para la operación de su hija, pero que no requirió usar– adquirió una máquina de serigrafía, tintas, mesas para los grabados y camisetas.

Los primeros años, la empresa operaba en el sur de Quito, pero desde el 2003 se mudó a La Armenia, en el valle de Los Chillos, donde vive Eduardo con su familia.

Los motivos de sus diseños son principalmente la fauna característica de las distintas regiones del país, como las tortugas de Galápagos y los tucanes o serpientes de la Amazonía. Además, sitios emblemáticos como el Panecillo o la Mitad del Mundo, en Quito, y el Malecón, en Guayaquil.

El primer lugar donde se posicionó la marca Rasgos –nombre con el que se dio a conocer, aunque hace cuatro años registró la compañía como Rasgoseg– fue en Galápagos. Con el tiempo fue buscando otros clientes en ciudades del Oriente del país, Cuenca, Guayaquil y Quito.

También amplió la oferta de souvenirs con gorras, llaveros, magnéticos de caucho para el refrigerador, entre otros.

Eulalia Villegas comercializa los recuerdos en Galápagos desde hace mucho tiempo atrás. Al comienzo solo en la ciudad de Puerto Ayora (isla Santa Cruz) y desde hace cerca de 10 años en dos locales, que incluso llevan el nombre de Rasgos, en el Aeropuerto Seymour, en la isla de Baltra.

“Sus diseños son bonitos y de muy buena calidad. Lo que más se vende son las camisetas y los jarros”, comenta la comercializadora. En sus almacenes, las camisetas para adultos se venden a USD 23 y los jarros, a USD 14.

En el Mercado Artesanal de Guayaquil, Rosa Tierra ofrece los souvenirs Rasgoseg desde hace más de 15 años. Al año le realiza dos grandes pedidos. “Los motivos de los diseños son muy buenos”, resalta.

Por varios años, García compró las camisetas a un proveedor. Pero esto no le resultaba rentable porque el plazo de pago era de apenas 30 días y en ocasiones los clientes no le pagaban en el tiempo adecuado para cubrir el gasto.

Por esto decidió comenzar a fabricar él mismo las camisetas. En El 2009 instaló su propio taller de costura, para el cual destinó USD 5 000 para comprar maquinaria.

Adicionalmente, comenzó a probar diseños innovadores en las camisetas, con motivos cruzados, en la parte delantera y de espalda, no solo con el diseño tradicional en el centro. Este cambio le generó mayor demanda del producto.

SJ Jersey es ahora uno de sus proveedores de telas jersey 100% algodón, con la que Rasgoseg ha logrado obtener créditos de 60 y hasta 90 días. Para esta empresa, los productos de Rasgoseg son de muy buena confección.

Para telas y tintas, la empresa dedicada a la producción de camisetas y souvenirs cuenta con siete proveedores.

En el 2015, facturó alrededor de USD 350 000. Sin embargo, el 2016 las ventas bajaron a USD
300 000 y para este año proyectan una facturación similar. “Entre 2014 y 2015, el Gobierno impulsó el turismo. Pero en los dos últimos años, el sector ha tenido una caída del 30%”, señala García, quien atribuye el retroceso a causas naturales, como el terremoto, y a la “crisis política y económica”.

En el 2018, García comenzará a explorar con la técnica de sublimación en sus diseños. Para ello invertirá en la compra de nuevas maquinarias.