El gerente, Jaime Garate, dice que se ha  dirigido  esfuerzos para obtener un producto de calidad y con presentación innovadora. Foto: José Luis Rosales /LÍDERES

El gerente, Jaime Garate, dice que se ha dirigido esfuerzos para obtener un producto de calidad y con presentación innovadora. Foto: José Luis Rosales /LÍDERES

Con una receta alemana se producen sus bebidas

19 de octubre de 2020 14:56

Los licores de crema de cacao fino de aroma y de pasta de este fruto y de maracuyá son los productos principales que elabora la compañía Waru Ecuador.

El nombre sale de la raíz kichwa guaro (licor de caña), pero fue editado con un enfoque comercial.

Jaime Garate y su esposa, Tania Drewniok, decidieron invertir en esta línea de bebidas premium, para que una receta familiar trascienda en el mercado local.

La alemana Anna Drewniok abuela de Tania, empezó a preparar un licor de chocolate para ocasiones familiares especiales. Fue en la década de 1940, durante la Segunda Guerra Mundial.

La forma de elaborar la bebida se fue heredando en la familia e incluso rebasó fronteras. En las orillas del lago San Pablo y al pie del volcán Imbabura, la nieta plasmó un emprendimiento. Al inicio fue una producción artesanal y lo envasaba en botella de vidrio.

Jaime Garate, gerente de la compañía, cuenta que en el 2017 apostaron por semindustrializar la fórmula, con estándares y materias primas de calidad, por lo que dieron vida a Waru.

Para transformar la receta casera a una de producción contrataron a un ingeniero chileno especializado en cremas con licor. Después de varias pruebas lograron este importante paso. “La tradición alemana está condensada en esta botella”, agrega Garate.

Luego levantaron la planta, situada en la zona del lago San Pablo, que posee una certificación de buenas prácticas de manufactura. Fue construida con paneles de aluminio, antitérmico y aislante de ruido y piso epóxico.

Cuenta con equipos industriales como una marmita de acero inoxidable, un tolva y una bomba de diafragma. Además de implementos de laboratorio que permiten la medición de porcentajes de alcohol, azúcares y grados.

La producción varía de acuerdo con la demanda de clientes. Se hacen 200 unidades por cada ‘bach’ .

Waru se ha posicionado en tiendas especializadas, aeropuertos, restaurantes y hoteles del país.

Para el proceso de producción, que incluye preparación, envasado, empaquetado y bodega de la crema, se necesitan tres personas.

Waru Ecuador cuida hasta los mínimos detalles en la presentación de sus productos.
Está envasado en una botella de cerámica modelada a mano y horneada. No tiene metales pesados.

La etiqueta está hecha en pan de oro, tiene una tapa de madera y un tapón de material sintético.

Todos estos materiales cuentan con las certificaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y de la Agencia de Protección Ambiental de ese país (EPA).

En la porcelana, de color azul cobalto, va el licor de cacao fino; en la amarilla, el de cacao y ­maracuyá.

También diseñaron un empaque personalizado para cada botella. La idea fue darle una apariencia de regalo. Colocaron una pequeña faja, similar a las que visten las mujeres indígenas otavaleñas, lo que le da un toque andino.

En este empaque se cuenta la historia del producto y su cadena de valor; el cacao fino de aroma que se utiliza posee una certificación orgánica. La Asociación Wiñak, de Archidona, provincia de Napo, provee este fruto que es recolectado por unas 800 mujeres nativas.

En la feria de Grand Bazar, en Guayaquil, Waru fue reconocido como un producto innovador.
Este mes se enviarán las primeras muestras a España y EE.UU., para abrir mercado. Este año los emprendedores desarrollaron un nuevo producto: el mojito enlatado, con el que dieron el salto a la coctelería. Surgió en plena pandemia y han logrado a entrar a un nicho de mercado que es masivo. Preparan nuevos sabores.

200 000 dólares se han invertido en la planta y en el proceso semindustrialización.