Las maquinarias que se emplean para preparar estos productos son, en su mayoría,  alemanas. La planta de producción se encuentra en Quito. Fotos: Galo Paguay  / LÍDERES

Las maquinarias que se emplean para preparar estos productos son, en su mayoría, alemanas. La planta de producción se encuentra en Quito. Fotos: Galo Paguay / LÍDERES

Una receta alemana hace crecer a Bunz 

29 de mayo de 2018 10:15

La receta original que se utiliza para elaborar embutidos en Alemania se aplica a diario en Bunz, una empresa ecuatoriana. Sebastián Almeida, gerente y propietario de la firma, aprendió a preparar estos alimentos en dicho país europeo, tras involucrarse desde muy joven en el mundo de los cárnicos en ese territorio.

En 1993, cuando tenía 17 años, Almeida cruzó el océano Atlántico para un hacer intercambio cultural y luego estudiar una carrera universitaria. Sin tener algo definido empezó a colaborar en una carnicería alemana. Ahí faenaban cerdos y se elaboraban salchichas, jamones y otros alimentos.

Esta experiencia que duró seis meses le motivó a estudiar Ingeniería en Alimentos, especializado en Carnes, en la Universidad Técnica de Lippe , en Lemgo.

“Yo no tenía idea de cómo se hacía una salchicha, ni jamón. Por eso, decidí hacer embutidos”, comenta Almeida, de 42 años. Para cumplir su meta, este quiteño obtuvo antes el bachillerato alemán y después ingresó a la universidad. Tras culminar su formación superior decidió regresar a Ecuador, en octubre del 2001, aunque no vino solo.

Almeida regresó a su país casado con la alemana Elizabeth Bunz. Ella es economista.
En Ecuador, el título profesional le abrió a Almeida las puertas para ser parte de una importante firma de alimentos. Pero, el sueño de este ingeniero era emprender su propia empresa de embutidos.

En su mente tenía la idea de hacer salchichas de calidad, empleando la receta alemana. Así quería lograr que los ecuatorianos cambiaran la imagen que tienen de estos productos.

Para contar con todas las herramientas necesarias, Almeida volvió con su pareja a Alemania para obtener una maestría en Administración Internacional. En esta etapa, Almeida plasmó en su plan de negocios cómo sería su tipo ideal de embutidos. Pensó en productos con un alto contenido de carne de ternera, cerdo, condimentos, etc. Sin gluten ni harinas.

Ya con el panorama claro, al retornar a Ecuador, su plan de negocios le permitió acceder a un crédito de alrededor de USD 48 000 en la Corporación Financiera Nacional (CFN). Su familia política aportó con USD 21 000.

Con este monto la pareja adquirió maquinarías alemanas, buscó un local en el norte de Quito, hizo contactos con proveedores y empezó a elaborar embutidos con la receta germana, adaptada al mercado nacional. Entonces, eran tres trabajadores.

Francisco Moncayo, gerente de Aditmaq, es uno de los proveedores que está con Bunz desde su inicio. Ellos entregan empaques, diversos condimentos y maquinarias para preparar embutidos.

La primera producción de Bunz se concretó el 20 de noviembre del 2008. La firma sacó tres embutidos: dos tipos de salchichas y un pastel de carne. Se promocionaron en la comunidad alemana y ferias. Seis meses más tarde ingresaron a la cadena de supermercados de Corporación Favorita.

Inicialmente, Bunz entregaba 100 kilos de embutidos por semana. Actualmente, produce tres toneladas de 11 productos (salchichas, pastel de carne, chorizo, paté y jamón) con certificación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). Tiene más de 40 clientes.

Entre estos se encuentran restaurantes, supermercados, hoteles, panaderías, clubes privados, bares, delicatesen, servicio de ‘catering’ y otros. Para algunos de ellos se preparan recetas especiales, según el pedido de cada uno.

Patricia Bueno, de Hamburguesas El Corral, solicita desde hace 10 años salchichas Bunz de ternera para preparar hot dogs. En promedio, se consumen 100 unidades por día. “Nuestros clientes sienten la diferencia y preguntan qué salchicha es, porque es distinta”.

Los productos de Bunz tienen un alto contenido de proteínas. Se emplea carne de ternera y de cerdo. Además, el proceso de elaboración de los productos es artesanal. Los embutidos de la empresa salen listos para su consumo, porque se encuentran ahumados, cocidos u horneados.
Aparte, en esta firma se maquilan tres embutidos para una cadena de supermercados.

Más datos

En Bunz trabajan 14 personas. Los embutidos se comercializan a escala nacional. Los precios van desde un total de USD 1,40. El kilo cuesta cerca de USD 10. La facturación del 2017 fue de USD 800 000 al año.