Laura Guanoluisa es líder de la Asociación de Gestores Ambientales y de la Red Nacional de Recicladores del Ecuador (Renarec). Foto: Vicente Costales/ LÍDERES.

Laura Guanoluisa es líder de la Asociación de Gestores Ambientales y de la Red Nacional de Recicladores del Ecuador (Renarec). Foto: Vicente Costales/ LÍDERES.

Sofía Ramírez (I)
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En el reciclaje se formó como líder de una organización

18 de octubre de 2015 12:29

Laura Guanoluisa cuenta que a sus 5 años, acom­pañaba a su abuelo Belisario Guanoluisa (+) en sus actividades, en la quebrada junto al río Machángara, en el sector La Recoleta (sur de Quito). En ese lugar, él recogía papeles, cartones y botellas; mientras ella acopiaba y limpiaba peluches y muñecos que estaban en la basura.

Ellos viajaban una vez por semana desde Pastocalle, en Cotopaxi, hasta la capital ecuatoriana para reciclar. Esta mujer, hoy con 40 años, desde entonces se formó como ‘recicladora base’ y ahora es Presidenta de la Asociación de Gestores Ambientales del DMQ y es líder de la Red Nacional de Recicladores del Ecuador (Renarec).

Su actividad tiene el objetivo de organizar a hombres y mujeres que trabajan en la recuperación de residuos sólidos, potencialmente reciclables, como el papel, cartón, plástico y metal.

Los ‘recicladores base’ se encargan de recolectar, seleccionar, transformar y reutilizar los residuos sólidos. En los 221 municipios del Ecuador se genera un aproximado de 4,1 millones de toneladas métricas de basura al año.

De este volumen, el 25% se puede reciclar, según datos del Programa Nacional para la Gestión Integral de Desechos Sólidos, del Ministerio del Ambiente del 2014.

Guanoluisa cuenta que a los 12 años vino a Quito, para trabajar como empleada doméstica.
Mientras cumplía con esta labor, también reciclaba latas de atún. A sus 15 años estudió en una academia de belleza, pero también se casó con César Sanguña. Ambos fueron a vivir a Calderón, y Luisa explica que él y su suegra también reciclaban en barrios como Carapungo (norte de Quito).

En el 2006, mientras cumplía estas actividades con su esposo, vio que otros recicladores trabajaban de manera individual.

A la par, tanto el Municipio como la Secretaría del Ambiente solicitaron a los recicladores que se organizaran, además de evitar que los niños trabajasen en las escombreras. Tras ese pedido, Guanoluisa y otras 74 personas conformaron la organización Minadores del Sector Carretas. Los ‘recicladores base’ de este grupo se dispersaron por varias zonas de Quito, para recolectar el material.

Trabajaban de lunes a domingo, de 07:00 a 17:00, y recolectaban semanalmente una tonelada de basura. Estos desechos se vendían a intermediarios, en aproximadamente a USD 3 el quintal de chatarra, por ejemplo. Todo esto sin recibir un sueldo básico.

En el 2007, la organización cambió de denominación a Gestores Ambientales del Distrito Metropolitano de Quito, una vez que se involucraron con el proyecto Puntos Limpios, del Cabildo y de la Administración Zonal La Delicia (en el norte). De los 74 recicladores quedaron 38, y asistían a charlas de fundaciones como Avina, que les dieron las pautas para trabajar de forma asociativa.

Verónica Arias, secretaria de Ambiente del Municipio de Quito, cuenta que hace cinco años decidieron incluir a toda la cadena de valor que realizan los recicladores, como una opción para formalizar esta actividad.

Por eso, la organización que lidera Laura Guanoluisa arrendó un terreno en USD 40 cerca de La Delicia y vendían a USD 3 cuatro toneladas de material, que recogían de los Puntos Limpios.

Al ver la gestión organizada durante un año, el Municipio les otorgó un terreno en ese sector, máquinas y transporte. Hasta la fecha, 18 personas trabajan en los 225 Puntos Limpios. Este material se recoge y se clasifica manualmente, alcanzando 48 toneladas mensuales. También se logró que los recicladores reciban un sueldo básico. Además, reciben papel y cartón como donación de empresas privadas, y les permite tener ingresos de USD 6 000 por mes.


INSIGNIA

“Reciclar es un oficio que se hereda”

Faustino Simbaña, 55 años reciclador del Cegam. Foto: Vicente Costales/ LÍDERES.

Faustino Simbaña, 55 años reciclador del Cegam. Foto: Vicente Costales/ LÍDERES.

Ser reciclador es un oficio que se hereda hace años. Cuando tenía 10 años, empecé a ­reciclar con mi familia en varios sectores de Quito.

La clasificación manual de lo que encontramos en las calles como cartón, botellas, vidrios, plásticos, papel, etc; es una responsabilidad que debemos cumplir hacia la ciudadanía y con el cuidado del medioambiente.

Ser parte del Cegam es un orgullo, porque somos una especie de microempresa que a través de una recolección ordenada, podemos acceder a un sueldo básico.

Incluirnos en estos procesos productivos, recibir charlas sobre ambiente, autoestima, visibiliza nuestro trabajo diario en este sector.

Por ahora, en el Cegam apoyo con la clasificación de cartón y papel; también recibo a las personas o instituciones que vienen a depositar el material en nuestro centro de acopio.

Mientras se siga fortaleciendo el Cegam, seguiré reciclando y clasificando el material. Ese es y será mi aporte, para quienes trabajamos en este oficio y para la ciudadanía en general.