Vinicio Torres oferta sus productos a ferias artesanales en Quito. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

Vinicio Torres oferta sus productos a ferias artesanales en Quito. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

El rescate de cultivos andinos es su meta

5 de enero de 2018 14:42

Frutos secos y deshidratados se combinan con amaranto, quinua y avena para convertirse en apetecibles bocadillos con un alto valor nutricional. Kipa tiene en su menú siete productos entre granolas de diferentes sabores, galletas, harinas y amaranto reventado con frutos secos.

Verónica Cruz, una ingeniera agrónoma apasionada por los cultivos andinos, es la creadora de las recetas y la propietaria de este emprendimiento. Ella investigó y experimentó con su familia cada una de sus creaciones, antes de lanzarlas al mercado.

Kipa tiene una línea para personas diabéticas endulzada con jícama, un tubérculo andino que estuvo cerca de extinguirse por su poca popularidad en el mercado. También hay productos pensados especialmente para los niños, con trozos grandes de frutas deshidratadas, pasas y cereales.

Pero los productos más demandados son los de la línea fitness. Se trata de refrigerios sin endulzantes artificiales y con un nivel nutricional tan alto, que equivalen a una ración grande de alimentos. El amaranto reventado con frutos secos, por ejemplo, es uno de los refrigerios más solicitados en las ferias artesanales de Riobamba.

Los productos cuestan entre USD 1,50 y 2,50, y se comercializan en tres puntos de venta en Riobamba, uno en Quito, en las ferias Yo Prefiero, del Ministerio de Agricultura y Ganadería y envíos a todo el país a través de la página de Facebook Kipa Amaranto.

Para Mónica Chalán, una de las consumidoras más asiduas de la marca, lo mejor de los productos es el sabor agradable. “Empecé a consumir amaranto porque en mi familia todos tenían problemas digestivos, esos alimentos contienen fibra y nos han dado muy buenos resultados. Compramos granolas, amaranto reventado y colaciones para mi sobrino pequeño”.

La idea de preparar estos productos saludables surgió en el 2009, cuando Verónica y un grupo de amigos de la carrera de Agronomía decidieron investigar los productos andinos y sus cualidades nutricionales. Sin embargo, meses después cada uno tomó un rumbo diferente y el emprendimiento no se concretó.

A finales del 2015, Verónica, quien trabajaba como coordinadora nacional del programa de promoción de quinua en el Ministerio de Agricultura y Ganadería, y luego como técnica agrícola de Cervecería Nacional, decidió renunciar para emprender un negocio propio. “Siempre me gustaron los cultivos andinos, son muy saludables y ayudan a mantener la vitalidad y la energía de las personas que los consumen”. Así nació el negocio.

La adquisición de los cereales andinos es otro aspecto importante. Verónica ofrece capacitaciones a pequeños productores locales, les entrega semilla de buena calidad y cambio recibe el doble de semilla entregada. Además, compra toda la producción.