Estudiantes en los laboratorios de la Facultad de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Politécnica Nacional. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

Estudiantes en los laboratorios de la Facultad de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Politécnica Nacional. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

Los resultados de la innovación, en espera

21 de marzo de 2017 11:43

El año pasado, Ecuador se ubicó en el puesto 100 de un total de 128 países dentro del Índice Mundial de Innovación de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).

Dentro de los parámetros que se consideraron para elaborar este escalafón están el capital humano y la investigación, las instituciones del Estado, la sofisticación de los negocios, el conocimiento y la tecnología, la infraestructura, entre otros.

Ecuador alcanzó una mejor ubicación en temas como infraestructura (78), sofisticación de mercado (82) y creatividad (72). Del otro lado, el indicador más destacado del país en el informe fue la capacidad de las empresas de generar un entrenamiento formal para el recurso humano.

Sin embargo, en lo institucional, que compila temas como regulaciones, ambiente político y de negocios, el país se ubicó en la posición 115 de 128.

Tanto el titular de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), René Ramírez, como el presidente Rafael Correa, estuvieron de acuerdo con considerar que los indicadores como este tienen una alta dosis de ideología y que están construidos para que los países que demuestren políticas capitalistas salgan bien calificados.

Andrés Rosales, profesor principal de la Escuela Politécnica Nacional (EPN) y colaborador del Vicerrectorado de Investigación, señala que cualquier ranking es importante tomarlo en cuenta porque alguien hizo una evaluación, pese a los parámetros que no se hayan considerado.

Para Rosales, la universidad ecuatoriana se ha dedicado más en los últimos años a impulsar el área docente y que la parte de la innovación ha cobrado importancia recientemente.

El catedrático sostiene que desde el Gobierno se ha buscado impulsar este aspecto a través de políticas públicas y que los resultados no son inmediatos, sino que suelen verse en el mediano plazo.

Uno de los aspectos que ha faltado impulsar en los estudiantes para fomentar la innovación, a decir de Rosales, es el emprendimiento.

“La innovación siempre va de la mano del emprendimiento (...) La mayoría de graduados salen a buscar trabajo y muy pocos emprenden y generan empleo”, sostiene el catedrático.
Actualmente, esta casa de estudios busca innovar en las áreas de matemáticas, alimentos, electrónica, telecomunicaciones y gestión tecnológica y otros ámbitos.

Sonia Zurita, coordinadora de la Maestría en Administración de Empresas con mención en Innovación de la Escuela de Negocios de la Escuela Politécnica del Litoral (Espae), sostiene que la innovación se debe entender como un término transversal que tiene que ver con todas las carreras y no solamente con la tecnología. Se puede innovar desde en pedagogía hasta en publicidad.

Para Zurita, en el Ecuador todavía falta articulación de las propuestas de innovación desde las universidades con la política pública. Actualmente, según la catedrática, si bien ya existen proyectos de innovación en las casas de estudio todavía son muy aislados y sin un norte fijo.