El exministro de Economía de Argentina estuvo en el país para hablar sobre ahorro, inversión y desarrollo económico. Cree que Ecuador debe apoyarse en organismos multilaterales antes de que los números se compliquen más. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

El exministro de Economía de Argentina estuvo en el país para hablar sobre ahorro, inversión y desarrollo económico. Cree que Ecuador debe apoyarse en organismos multilaterales antes de que los números se compliquen más. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Ricardo López Murphy: Ecuador aún tiene tiempo de corregir

4 de julio de 2018 07:32

Argentina acaba de lograr un acuerdo con el FMI y re­cibirá USD 50 000 millones. La noticia genera expectativa y temor. ¿Qué lectura se puede hacer de esta ayuda que recibe Argentina?
Argentina, durante un tiempo largo, confió en el gradualismo, en endeudarse como una manera de atenuar los desequilibrios que tenía. Yo creo que esa política no fue la más inteligente. Los argentinos hemos postergado el hecho de enfrentar los problemas, los enormes desequilibrios fiscales que teníamos, con la idea de que con el endeudamiento gradual íbamos a ganar tiempo ante los mercados internacionales. Eso creó una enorme vulnerabilidad en el sentido de que el endeudamiento evitaba el ahorro interno, revalúa la moneda y obstaculiza la inversión.

Creo que el actual gobierno argentino no lo apreció correctamente y se expuso. Tuvimos una crisis de confianza, que afortunadamente el gobierno se dio cuenta de que no iba a poder con ella, y fue a buscar apoyo internacional que ha sido enorme. Pero los desequilibrios que debemos enfrentar son muy grandes, hay un déficit de algo como 6 puntos del PIB.

¿Esta reacción del Gobierno argentino fue a tiempo?
Hubiera sido mejor que ocurra antes, hace dos años. Eso hubiera sido inteligente.

¿Hubo presiones?
No. Creo que tuvimos un exceso de optimismo, se pensó que teníamos tiempo, que podíamos conseguir deuda para prolongar en el tiempo la corrección. Pero hay un día en que se produce la desconfianza y ese día un país se convierte en una marioneta de los mercados internacionales.

¿Lo ocurrido en Argentina nos dice que en economía las decisiones tienen que ser tempranas?
Yo soy partidario,en Argentina o en Ecuador, de enfrentar los problemas al comienzo, haciendo lo que parece imposible, pero que es imprescindible. Si al gobierno argentino se le planteaba antes la actual corrección, hubiera dicho que no se podía hacer y sospecho que lo mismo pasa en Ecuador. Ahora en Argentina la tenemos que hacer en una situación de mucha mayor debilidad.

A las malas...

Cuando no hay más remedio. Es mejor hacerlo antes de que los problemas ocurran, porque sino es muy traumático.

¿Es curarse en sano?
Exactamente, es ser prevenido, evitar que la corrección tenga todos los traumas de una emergencia.

¿Ahora que el Fondo Monetario retorna a Argentina, vuelven los traumas de hace casi 20 años?
No. Si no estuviera el Fondo en Argentina éramos ‘boleta’, estábamos perdidos. Entrábamos en una crisis sin final, en un colapso económico monstruoso. No teníamos alternativa: o era el apoyo internacional o era un colapso de magnitudes nunca vistas.

¿Mayor que el del 2001?
Mucho peor. En Argentina no es que hemos hecho esto por un cálculo, simplemente no había margen y había que actuar.

Usted trabajó en Ecuador. ¿Cómo mira la economía del país hoy en día?

Yo miraría el programa argentino que tiene dos características. Una es el saneamiento del banco central argentino que trampeaba, tenía un balance que no reflejaba la realidad, activos que no valían nada y una deuda enorme que no se registraba. Un núcleo del programa del FMI es sanear el banco central. El segundo núcleo es sanear el déficit fiscal. Yo diría que en Ecuador ambas cosas son importantes.

Con una economía dola­rizada...
En ese sentido, la situación de Ecuador es más exigente. Nosotros podíamos devaluar, acá no se puede. Yo actuaría preventivamente, antes de que los problemas vengan. Si Macri llamaba al Fondo en enero del 2016 hubiéramos tenido menos problemas que ahora.

¿Usted recomienda que Ecuador llame al FMI?
Yo diría maximizar la ayuda internacional, antes de que los problemas nos afecten.
El Gobierno ecuatoriano apunta al equilibrio fiscal con una nueva ley económica que está en camino...

He escuchado varias cifras sobre el desequilibrio fiscal. Yo diría que un régimen dolarizado debe estar cerca del equilibrio fiscal.

¿Qué tan fácil es eso?
Si reconocemos la realidad del problema es fácil, porque se advierte el peligro y se decide bajar gasto y subir ingreso, hasta lograr el equilibrio. Es un concepto básico, no hay que darle vuelta al asunto, no hay que perder tiempo y se debe enfrentar el problema tal cual es. Fijémonos en el riesgo país. Acá los semáf oros están prendidos, las sirenas suenan.

Hay que escuchar esas alertas...
Hay que actuar antes de que los hechos nos obliguen. No caería en lo que hizo Macri, que actuó cuando ya estaba en dificultades.

En esta situación, ¿cuáles son las posibilidades que tiene Ecuador para acudir a los mercados internacionales?
Con ayuda del Fondo tiene una posibilidad importante. Sin el Fondo, el margen es menos. En Argentina no se va a usar el Fondo como sustituto del mercado de capitales, sino para ir con el FMI a los mercados de capitales, con la certeza de que en el evento más desfavorable tenemos el respaldo del Fondo.

¿A Ecuador le aconseja lo mismo?
Yo veo al mundo muy complicado para los países emergentes. ¿Para qué esperar que lleguen las dificultades? Cuanto antes enderecemos el barco es mejor y si para algo existen los organismos internacionales es para estas circunstancias.

¿Y si Ecuador no actúa como usted sugiere?
El riesgo es que tenga una crisis de confianza y no pueda colocar deuda. En Ecuador los números están muy ajustados, pero todavía tiene tiempo.

Hoja de vida

Trayectoria. Fue ministro de Economía y de Infraestructura y Vivienda durante la presidencia de Fernando de la Rúa. Es licenciado en Economía de la Universidad Nacional de La Plata, con maestría en Economía de la Universidad de Chicago.
Cargos. Se desempeñó como consultor y asesor económico de empresas, inversoras internacionales e instituciones financieras de Argentina y de América Latina. Entre sus funciones más destacadas se encuentran: Consultor del BID, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional y Economista Jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).
Academia. También ejerció la docencia académica durante 25 años en su país natal.