Redacción Quito, Guayaquil y Cuenca
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El ritmo en el gasto enciende alertas

Casi la mitad de los hogares del país tiene más egresos que ingresos. Así lo sostiene la Encuesta nacional de ingresos y gastos en hogares urbanos y rurales, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

39 617 hogares fueron encuestados. De estos, el 41,1% se halla en esta situación financiera, lo que ha generado preocupación en diferentes sectores.

"Esto inició hace 13 años, al implantarse la dolarización. Se ha venido agudizando conforme el paso del tiempo. Hay un alto gasto familiar y un elevado endeudamiento", indicó Víctor Hugo Albán, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha.

Datos de la Superintendencia de Bancos y Seguros revelan que a finales del 2012 el total de la cartera de crédito del sistema financiero fue de USD 15 774 millones. Mientras que en el 2004, fecha en que el INEC hizo la anterior encuesta nacional de ingresos y gastos, el crédito otorgado fue de USD 4 260 millones.

Las cifras no han sido lo único que ha despertado la alarma del Colegio de Economistas. Durante los últimos dos años este gremio viene recibiendo a gente que busca ayuda para reestructurar deudas que mantienen con entidades financieras y tarjetas de crédito (10 000 casos).

Esto impulsó al gremio a realizar una encuesta similar a la del INEC, con una muestra de 300 000 personas, divididas en cinco segmentos poblacionales. La conclusión a la que llegó fue que un total de 240 000 están endeudas, particularmente las que ganan hasta USD 300.

Esto es peligroso para el país porque rompe el círculo económico, asegura Albán. "El ciudadano no paga, el banco tiene menos utilidades y menos capacidad de crédito. El sector productivo tendrá pocas posibilidades para desarrollarse y generar ingresos con los que pague a los ciudadanos, que son los consumidores. Esto genera inestabilidad en el sector financiero".

Albán dice que la gente mantiene deudas principalmente con tarjetas de crédito. El uso de dinero plástico crece. Hace diez años, unas 750 000 personas tenían una. Ahora existen 2,5 millones de tarjetahabientes.

Esta tendencia ha crecido de mano del consumo. En el país, según el INEC, el gasto promedio mensual es de USD 809,6. "Hay dos tipos de personas que están en esta situación. Unos son los que ganan muy poco, no les alcanzan sus ingresos para el mes y deben gastar más de lo que ganan, generando deudas. Los otros son quienes sin importar lo que ganen tienen más egresos", señala Wilson Araque, director del área de Gestión de la Universidad Andina.

Él, además, explica que el panorama del país no es tan malo, pues el 58,8% de las personas tienen más ingresos que egresos. El 83,5% llega por ingresos de trabajo, seguido de otras transferencias.

Esta gente es quien tiene capacidad de ahorro, según el INEC. Sin embargo, la entidad no explica sí efectivamente están ahorrando. El dato más cercano es el de la Superintendencia, que dice que los depósitos se han cuadruplicado en la última década. Hasta mediados de abril pasado llegaban a USD 22 136 millones.

Araque explica que la gente que sí ahorra ha tomado conciencia de que debe destinar una parte de su sueldo para una meta en particular.

"Destinar alrededor del 10% al 20% de los excedentes para un fondo de ahorros es una buena práctica. La gente que puede hacer eso tiene un presupuesto que le permite cubrir holgadamente las necesidades básicas. En el país, por lo que se ve, seis de cada 10 personas puede hacerlo, y es un porcentaje muy significativo. Eso nos dice que Ecuador ha mejorado su nivel de ingresos", dije Araque.

El analista indica que al existir esta capacidad, urge que el Estado y las empresas privadas, sobre todo las vinculadas al sistema financiero, eduquen al ciudadano para el ahorro: cuentas en bancos, espacios de inversión que les generen rentabilidad con el mínimo riesgo posibles, entre otros son los mecanismos que recomienda para fomentar el ahorro.