Roberto Dunn, el director ejecutivo de Consorcio Nobis y Fundación Nobis. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES

Roberto Dunn, el director ejecutivo de Consorcio Nobis y Fundación Nobis. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES

Roberto Dunn: Un inversionista aporta con contactos

16 de julio de 2018 11:47

Roberto Dunn, el director ejecutivo de Consorcio Nobis y Fundación Nobis habla sobre la inversión de impacto social. Cree que la agricultura sostenible, la educación, el ambiente y los servicios de básicos son sectores que pueden beneficiarse de esta tendencia.


La inversión de impacto social es incipiente en Ecuador. ¿Qué condiciones se requieren para elevarla, para incrementarla?
Al igual que en el caso de las inversiones y emprendimientos tradicionales, es clave fortalecer el ecosistema de inversión de impacto, mejorando nexos e incentivando el rol de cada uno de sus actores. Dentro del ecosistema se debe fortalecer el conocimiento y la capacidad de actuación de cada actor: inversionistas, emprendedores, facilitadores o aceleradores y marco regulatorio. En este tipo de ecosistema los inversionistas deben entender el modelo propuesto por la inversión de impacto y estar dispuestos a financiar proyectos o modelos de negocio con enfoque social, siendo flexibles con respecto al rendimiento económico esperado.

¿Cree usted que las grandes empresas ecuatorianas están conscientes de lo que significa inversión de impacto?
Considero que muchas empresas ecuatorianas todavía desconocen lo que es la inversión de impacto, es por ello que Fundación Nobis en alianza con Innobis organizó el Foro Impact Investment, realizado a finales de junio, al cual asistieron más de 100 empresarios, expertos en inversión de capital de riesgo, representantes de la academia, emprendedores y los diferentes actores del ecosistema. Al finalizar este foro, varias empresas mostraron su interés en sumar esfuerzos para potenciar este nuevo mecanismo de inversión en el país. Las empresas B son un buen ejemplo de impacto social.

¿Qué modelos pueden adaptar las empresas tradicionales de la experiencia de las empresas B?
Las empresas B buscan generar un impacto positivo, se rigen por altos estándares sociales, ambientales y de transparencia, considerando no solo los intereses financieros de sus accionistas, sino también otros intereses de largo plazo tales como los empleados, los proveedores y clientes, la comunidad. Uno de los aspectos que las compañías tradicionales pueden ir adoptando de las empresas B es la incorporación, desde el punto de vista estratégico, de un claro enfoque para lograr el desarrollo sostenible, teniendo en cuenta los intereses y bienestar de todos sus actores. Las inversiones de impacto tratan de atacar una problemática que afecta a la base de la pirámide y las empresas B se enfocan en problemáticas que afectan al entorno en donde se desarrolla su negocio. En ambos casos resaltan el desarrollo sostenible como una tendencia global.

¿Qué papel juegan o deben jugar los inversionistas, pensando en recursos que causen impacto social?
Su trabajo es fundamental, dado que proporcionan los recursos financieros para impulsar el desarrollo y crecimiento de proyectos o modelos de negocio que solucionan una problemática social de manera sostenible y escalable. En el caso de la inversión de impacto, no solo es clave el acceso a recursos sino el involucramiento del inversionista en los emprendimientos, ofreciendo guía y apoyo. En el foro, Fernando Cortés, Director del fondo Inversor en Colombia, resaltó la importancia de tener una perspectiva realista sobre el acompañamiento que se le debe dar al emprendedor y de estar abiertos a encontrar retos diferentes a los de una inversión tradicional. Creo que la práctica nos clarificará un poco la incidencia del rol de los inversionistas en el Ecuador.

¿Qué diferencias existen entre un inversionista tradicional y uno que busca transformación social?

Un inversionista tradicional analiza su inversión en función a la rentabilidad financiera esperada. Un inversionista de impacto busca un efecto social o ambiental positivo junto con un retorno financiero, generando no solo desarrollo económico sino también transformación social. Además, un inversionista de impacto no solo aporta con recursos financieros sino también con su experiencia y red de contactos.
Riesgo, retorno e impacto son las variables que siempre se miden en una inversión.

¿Qué ocurre cuando se trata de una inversión en un tema social?
En la inversión de impacto prima el efecto social sobre una población vulnerable, ya que surge como una iniciativa de transformación social (...) una inversión en un frente social debe tener claramente definido cuál es el impacto positivo que genera e identificar las herramientas e instrumentos para su medición, lo que permitirá valorar el efecto que la organización o proyecto está teniendo, justificando el alcance y efectividad de la inversión.

En su experiencia, ¿qué sectores de la economía ecuatoriana tienen mayor potencial para recibir esta clase de inversiones?
Agricultura sostenible, educación, medioambiente y el acceso a servicios de básicos. En el sector de agricultura, por ejemplo, se pueden desarrollar cadenas de suministros más incluyentes de poblaciones vulnerables, generando de esta forma un comercio justo. En educación estamos conscientes de la importancia de dotar a los niños y jóvenes de oportunidades y herramientas para un mejor futuro.

¿Cómo pueden involucrarse los emprendedores en este tema?
Los emprendedores tienen que proponer modelos de negocio bien estructurados e innovadores, capaces de contribuir a cerrar las brechas de inequidad existentes en el país; deben de entender las redes y aprovechar las oportunidades que el ecosistema de inversión de impacto les ofrece.

¿Cómo piensa que evolucionará el tema en Ecuador?
La inversión de impacto desafía el punto de vista tradicional de que los problemas sociales y ambientales deben abordarse solo mediante donaciones filantrópicas y que las inversiones en el mercado deben centrarse solo en lograr rendimientos financieros. Este mecanismo ofrece oportunidades diversas y viables para que los inversores generen soluciones sociales y ambientales con recursos que también producen rendimientos financieros.