Redacción Cuenca
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Un robot apoya a la investigación

Un hexápodo (una suerte de araña mecánica de seis patas) reconoce colores, rostros, fauna y flora, logos y cualquier objeto o especie que se programe desde una computadora, donde funciona su software.

“Parece un invento desarrollado en la NASA”, pero fue creado por cuatro jóvenes de la Universidad del Azuay. Lo dicen, mientras relatan cómo trabajaron en el proyecto y cómo programan el hexápodo para que localice un objeto de color rojo. La araña, que tiene un celular Android con cámara en la parte delantera, busca este color y cuando lo encuentra se aproxima a cinco centímetros de su objetivo y envía la imagen a la computadora.

Los realizadores de este proyecto son Gabriel Delgado, Mateo y Andrés Cabrera y Tatiana Sarmiento, quienes cursan el noveno ciclo de Ingeniería Electrónica en esta universidad.

En julio surgió la iniciativa para construir un robot que sirviera para la investigación. Por ejemplo, que el hexápodo ingrese al Parque Nacional El Cajas, para explorar la fauna y flora, explica Delgado.

Entre los cuatro integrantes del equipo reunieron USD 500 que fue lo que costó producir el robot.

Para la estructura y las patas usaron un material que fusiona algodón y plástico, de esta forma es liviano y resistente. También añadieron 12 motores pequeños, para que tuviera autonomía y microprocesadores para captar la orden que se envía desde la computadora. Igualmente, desarrollaron el software para que el hexápodo identifique los objetos con una cámara de video, que puede ser el celular.

Para el decano de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UDA, Germán Zúñiga, explica que el trabajo de los jóvenes es importante, porque surgió de la enseñanza que reciben en la academia.

Con este proyecto, dice Zúñiga, los chicos participarán en el Concurso Ecuatoriano de Robótica de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), que tiene previsto realizarse en diciembre.

Por esa razón, añade el decano, la UDA está apoyando a los jóvenes cambiando las piezas del robot, para que sea más resistente y explore superficies más agrestes. Marcelo Cabrera añade que esta ayuda significa unos USD 600.

En el Campus Party que se realizó en Quito en septiembre pasado, estos estudiantes dictaron una charla de Cómo construir tu propio hexápodo. Para Daniela Rojas, de 23 años, quien asistió a la conferencia, “estos cuencanos son la prueba del talento ecuatoriano”.

La perspectiva de estos jóvenes es continuar mejorando este modelo. La comercialización no está entre sus planes, sino que sea una herramienta para investigar.