Santiago Merchán y María José Saldaña son los administradores de este negocio cuencano que calcula crecer un 5% durante este año. Foto:  Xavier Caivinagua para LÍDERES

Santiago Merchán y María José Saldaña son los administradores de este negocio cuencano que calcula crecer un 5% durante este año. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES

La ropa y las camas para perros son la especialidad

15 de enero de 2019 08:58

Ropa, camas, collares, champú, juguetes y otros accesorios para el cuidado de perros forman parte de la oferta de la empresa cuencana Betoven Pet Shop. La diversificación es una de sus principales estrategias que le permitió crecer en el mercado.

En 1995, Luis Saldaña abrió en la capital azuaya el local Betoven Pet Shop donde vendía artículos para mascotas y en la parte posterior tenía un par de máquinas para confeccionar collares, ropa y camas para perros.

Este negocio dio un giro a partir del 2009 cuando se constituyó en una empresa por decisión de su hija María José Saldaña, quien asumió la gerencia. Otra apuesta fue registrar la marca Betoven Pet Shop para diferenciarse de la competencia externa y siempre mejorar la calidad tanto en insumos como en telas.

Desde entonces, las ventas crecieron. Durante una década se elaboraban 1 000 unidades mensuales, que se fabricaban bajo pedido. En la actualidad, la producción supera las 5 000 al mes, entre camas, ropa y otros artículos que se comercializan en todo el país.

María José y su esposo Santiago Merchán aplicaron nuevas estrategias para consolidarse en los mercados local y nacional. Entre otras, la ampliación de los puntos de venta, contratación de más vendedores directos y el ingreso a grandes cadenas comerciales como Comisariatos Santa María, Coral Hipermercados y Megatienda del Sur.

Los talleres de Betoven Pet Shop producen 5 000 unidades al mes, entre camas, ropa y otros artículos para mascotas. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES

Los talleres de Betoven Pet Shop producen 5 000 unidades al mes, entre camas, ropa y otros artículos para mascotas. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES


Además, aprovecharon que en los últimos cinco años existe una mayor preocupación de los dueños para cuidar a sus perros, destaca Merchán. Como parte de su diversificación optaron por abrir peluquerías en la capital azuaya desde el 2014. Tienen el nombre de Perrupequerías y también son puntos de venta directa de sus artículos. Cuentan con tres locales, que atienden a más de 100 perros cada uno, en promedio. Para este año tienen previsto ofrecer franquicias en todo el país.

Saldaña señala que la intención fue conocer más de cerca cuáles eran las necesidades y los gustos de los dueños de los perros y esa información trasladarla a su empresa para elaborar productos que cumplan con los requerimientos.

Además, esas peluquerías aportaban con liquidez para financiar la producción de los productos, que se vendían a crédito, agrega Merchán. Betoven Pet Shop cuenta con 12 modelos de camas para perros desde los más pequeños como los chihuahuas hasta los más grandes como san bernardo.

Son la especialidad de la fábrica y los modelos se renuevan cada tres meses. Lo mismo ocurre con la colección de 12 prendas de vestir. El precio por unidad oscila entre USD 6 y 12. Para gatos solo confeccionan collares y camas.

Saldaña señala que los diseños están inspirados en las tendencias de moda de las personas. Tienen una diversidad de estilos porque los propietarios de las mascotas son niños, adultos y personas de la tercera edad, que tienen diferentes preferencias.

Otra línea es el champú, que fue una iniciativa que empezó con Luis Saldaña, pero fue retomada hace dos años luego que consiguieron el registro sanitario para la comercialización. Es un producto antipulgas, acondicionador y champú a la vez. Se venden 1 000 unidades cada mes.

Para consolidar su empresa, el año pasado invirtieron en el mejoramiento tecnológico en la producción y comercialización y en infraestructura. Los esposos invirtieron más de USD 20 000 en la renovación de maquinaria para la confección, otra para estampados, entre otros rubros.

La facturación mensual del año pasado osciló entre USD 35 000 y 40 000 y en las épocas de mayor demanda sube a USD 55 000. Para el 2019 se prevé el crecimiento del 5% considerando la actual situación económica. Los meses de mayor movimiento son octubre y noviembre porque sus clientes hacen pedidos para la Navidad.

Otras temporadas importantes son las vacaciones escolares porque los dueños, por lo general, pasan más tiempo con sus mascotas y se preocupan más por ellos, señala Merchán.

Leonardo Beltrán, del local Mascotas y Algo Más de Guayaquil, destaca la calidad de los productos que fabrica esta empresa cuencana, por lo que tienen demanda entre sus clientes.


Helen Quiñónez: ‘En este trabajo le tomé cariño a las mascotas’
Administradora de la empresa

Hace cuatro años ingresé a la empresa y todo era más pequeño. En la actualidad, las ventas son mayores y, por ende, hay más trabajo, lo que es bueno para todos quienes laboramos aquí. Me encargo de la administración y doy el soporte a la gerenta, María José Saldaña. Estoy a cargo de todo el personal que labora en la fábrica y colaboro en la coordinación del área de ventas. También estoy pendiente de las cobranzas, pago de comisiones a los vendedores y sueldos a los trabajadores, facturación electrónica y apoyo en la coordinación de la logística para que todos los pedidos sean entregados a tiempo. Es un trabajo muy motivante. Cuando ingresé no me gustaban los animales y aquí cambié mi forma de pensar. Ahora tengo cuatro mascotas en mi casa y me gusta ayudar en obras sociales en beneficios de los animales. Esta empresa también colabora con organizaciones que impulsan el cuidado y el rescate de los animales. En el terremoto del 2016 entregamos zapatos para las mascotas que ayudaban en el rescate.