Santiago León, ministro de Industrias. Foto: Cortesía Mipro

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Pedro Maldonado
Editor del Semanario LÍDERES
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Santiago León: 'La gran apuesta es la agroindustria'

3 de octubre de 2016 11:47

Santiago León, ministro de Industrias, habla sobre la nueva política industrial y las inversiones extranjeras que se esperan atraer hasta el 2025. También analiza las inversiones en la actual coyuntura económica y los resultados del país en el índice de competitividad.

El Gobierno presentó la nueva política industrial hace algo más de un mes ¿Qué tan factible o qué tan complicado será lograr los objetivos planteados?

Este tipo de políticas hacia la industrialización son complejas. Es un proceso que necesita la colaboración de todos, tanto del sector público como del privado. El sector público tiene que generar la condiciones y el privado aprovecharlas, pero a pesar de ser un tema complejo, las metas son alcanzables. En este mes hemos tenido reuniones y eventos, pensando no solo en grandes industrias de Quito y Guayaquil sino de todo el territorio. Además tuvimos reuniones no solo con el sector empresarial, sino también con bancos multilaterales.

¿Cuándo y para qué fueron estas reuniones?

El 12 y 13 de septiembre. Allí expusimos la política industrial y sus metas; recordemos que uno de los grandes ejes de acción es atraer 13 600 millones de dólares hasta el 2025. Hay proyectos, potencialidades y oportunidades, pero estos proyectos requieren grandes financiamientos como, por ejemplo, en acero plano donde se necesita una inversión de 500 millones. Además organismos multilaterales presentaron productos financieros para ayudar a este proceso. Tras esas reuniones hubo sugerencias y la CAF, por ejemplo, nos comentó de proyectos similares en España. Así se abren oportunidades.

¿Qué otras reacciones se han dado de parte de los organismos multilaterales ante la nueva política industrial?

En general manifestaron que están dispuestos a financiar con tasas convenientes. De su lado empresarios contaron experiencias; así se va construyendo un entorno favorable para las inversiones.

¿Entonces las inversiones son alcanzables a pesar de la contracción económica?

Por supuesto. A pesar de la situación económica complicada, de la que estamos plenamente conscientes, hemos logrado concretar inversiones interesantes. Un ejemplo es la Ley de alianzas público-privadas, con la cual en estos meses de vigencia se han concretado tres proyectos grandes: el puerto de aguas profundas de Posorja con 1 200 millones, el de Puerto Bolívar con 750 millones y la carretera Río Siete Huaquillas con 665 millones. Y vienen más proyectos en camino como el Puerto de Manta, con un retraso que ya se está corrigiendo, o la vía Santo Domingo-Quevedo-Jujan. Además están los contratos de inversión firmados en varios sectores. Y como gobierno tenemos que hacer nuestra parte, por eso el 14 y 16 de septiembre estuvimos en Chicago y Washington en foros de inversiones y vimos que hay interesados; está por venir una misión de EE.UU. en noviembre. Allá dicen que el país ofrece oportunidades en agroindustria, turismo, minería y energía.

Usted habla de la infraestructura. ¿Pero qué se puede esperar en el desarrollo industrial como tal con las inversiones que señala?

Allí está el reto, en ser capaces de atraer los 13 600 millones de dólares, que nos hemos puesto como meta. Agroindustria es un alto generador de empleo, tiene alto componente nacional, es un sector desde donde se empuja fuertemente la economía del país. Somos muy competitivos en cacao, estamos mejorando en café o en maíz. Tenemos una gran cantidad de productos interesantes y biodiversidad.

¿Entonces ese sector es la gran apuesta?

La gran apuesta en el corto plazo es la agroindustria, definitivamente. Es un sector que nos puede ayudar con generación de empleo inmediato, mayor valor agregado. Basta ver un supermercado hoy en día en donde el 95% de los productos son ecuatorianos, con calidad e innovación. Hay bebidas de guayusa, de soya o de horchata con alto valor agregado y que pueden competir a nivel mundial. Allí existe mucha investigación.

Muchos de esos productos que menciona son resultado del esfuerzo privado y de investigación con universidades. ¿Cómo aporta el sector público?

Justamente generando condiciones y ambiente. Los emprendimientos se basan en investigación y eso se mejora, por ejemplo, con laboratorios para investigar. Allí hemos aportado con equipos en Azuay, Loja o Tungurahua. Una gran empresa puede invertir en su propio laboratorio, pero un pequeño emprendedor difícilmente puede, pero ahora va a tener un laboratorio. Además el Estado trabaja en reducir tramitología para que los emprendedores puedan desarrollar productos con orientación exportadora, que es donde veo una enorme oportunidad.

En este proceso la inversión es clave. ¿Qué tan factible es que el sector privado invierta en el actual momento de la economía?

Estamos en una situación compleja, algunas empresas sienten la falta de liquidez y eso limita la inversión, pero allí vienen las sociedades estratégicas. No necesariamente toda la inversión tiene que venir del mismo país. En los contratos de inversión firmados, por ejemplo, el 80% es capital extranjero, esto es positivo por ser dinero fresco y porque con inversión extranjera vienen conocimientos y tecnologías. No tenemos por qué asustarnos de la inversión extranjera. Por otro lado hay empresas nacionales con liquidez suficiente, esto se ve si comparamos las utilidades: hace 10 años estaban en un promedio de 2 600 millones y el año anterior fueron por 9 000 millones. Allí nos damos cuenta de que existen recursos en la economía. Además hay varios miles de millones en el exterior, por eso insisto en que el desarrollo se va a lograr entre el sector público y privado.

La semana pasada se presentó el reporte global de competitividad en el que Ecuador cayó 15 puestos. ¿Qué lectura se puede dar a ese resultado?

El índice tiene 12 pilares y la caída principal del país está en tres pilares: uno es el desarrollo de mercado financiero, pero allí yo pregunto a quién le corresponde el desarrollo financiero ¿al Gobierno o a la banca? También caemos en innovación y al respecto el mismo sector empresarial reconoce que no ha invertido lo suficiente. Y el tercer pilar en el que caemos es eficiencia del mercado laboral, que se basa en qué tan rápido se puede contratar o despedir personal. Es un índice de percepción, pero lo tomamos en cuenta para tomar decisiones.

La banca y el sector productivo alegan que hay regulaciones que les han afectado.

En eficiencia laboral mañana puedo pasar una ley para despedir gente y así mejoro la eficiencia laboral del reporte, pero eso no es lo que quiero para el Ecuador. En el sector financiero, por su parte, habría que ver qué pasa, a lo mejor hay algo que el Gobierno no ha cumplido, pero hay una corresponsabilidad. A la banca le ha ido bien y no puede ser que un mercado no se desarrolle porque el Gobierno no hace algo.

Hoja de vida

Formación. Tiene un título de economista en la Escuela Politécnica del Litoral, un Máster en Administración Pública y un MBA de la Universidad de Nueva Orleans, en Estados Unidos.

Además cursó el programa de Gobernanza y Liderazgo Político en el IDE Business School.
Cargos en el gobierno.  Fue director del Servicio Nacional de Aduana, ministro Coordinador de la Producción y desde julio de este año está al frente del Ministerio de Industrias y Productividad.

Docencia. Fue profesor de la Universidad Santa María, en la Escuela de Negocios Universidad del Pacífico, en la Espol.