Ejecutivos y colaboradores de Fácil Delivery, un emprendimiento que surgió durante el inicio de la pandemia. Foto: José Luis Rosales/ LÍDERES

Ejecutivos y colaboradores de Fácil Delivery, un emprendimiento que surgió durante el inicio de la pandemia. Foto: José Luis Rosales/ LÍDERES

Con su servicio se adaptan al cliente y al emprendedor

5 de octubre de 2020 15:15

Una oportunidad para desarrollar un emprendimiento durante la pandemia y bajo un principio de asociación es lo que generó Fácil Delivery.

La firma, que empezó operaciones el 20 de abril pasado, arrancó en Ibarra con el servicio de delivery expres y luego se extendió a Quito con courier.

La iniciativa surgió de Juan Nicolalde y Felipe Ponce, quienes ya habían sido socios en negocios enfocados al entretenimiento.

Al equipo se sumaron como accionistas Estefanía y Pablo Echegaray y Katherine Sánchez.
Una de las razones que alentó este emprendimiento es que en la capital imbabureña esta línea de servicio era poco explotada.

Según Estefanía Echegaray, gerente general, las personas acostumbran relacionar al delivery solo con comida. Sin embargo, la propuesta de Fácil es que sea útil tanto a empresarios, emprendedores y consumidores.

Juan Nicolalde, gerente financiero, agrega que este negocio fue concebido para ser inclusivo y diferente a los demás.

La firma empezó con un mensajero, pero ahora tiene 12. En total laboran 17 personas, incluidos los socios. En sus planes está incorporar a personas con discapacidad en su equipo de trabajo.

Entre los primeros clientes estuvieron tres locales comerciales y un patio de comidas, que abarca 12 restaurantes. Hallaron un buen nicho en negocios que surgieron a raíz de la pandemia.

La curva de aprendizaje ha sido importante para este desarrollo, dice Felipe Ponce, gerente de Logística. “Eso nos dio las bases de lo que se debe hacer y lo que no”.

Otro de los aspectos que resalta es apostar por un transporte ecosustentable. Por eso adquirieron 10 motos eléctricas, cuyas partes son fabricada en China y ensambladas en Ecuador.

Una de la razones para elegir este sistema es que requieren de un mantenimiento básico. Cada vehículo recorre unos 250 kilómetros al día, en promedio. La proyección es contar con una flota de 200 motocicletas hasta el 2021 .

La inversión inicial bordea los USD 60 000. Una parte ha sido asignado al desarrollo de una aplicación para teléfonos celulares, que es diseñada por programadores ecuatorianos. Se alista su presentación en el mercado.

Pablo Echegaray, otro de los ejecutivos, asegura que la app Fácil Delivery permite que el cliente acceda a todos los servicios que hay en una ciudad.

Este software, que posee una interfaz con animaciones, tiene seis categorías. El usuario podrá acceder a mapas, pedidos, ubicación, principal, interactivo, entre otras.

Uno de las próximos servicios es ofrecer a los clientes la posibilidad de que realicen sus compras y contratar servicios. “Si alguien necesita contratar un abogado o un contador, o si requiere compras un regalo o ropa, lo podrán hacer”, dice Estefanía Echegaray.

Por lo pronto, operan a través de una central telefónica. Han establecido protocolos de bioseguridad y de comunicación integral.

El objetivo es brindar seguridad, precio justo y entrega oportuna. El costo por entrega en Ibarra es de USD 1,50 y en Quito de 3. Para emprendedores abrieron un sistema prepagado; USD 30 por 11 entregas, que deben ser previamente programadas. 

60 000 dólares es la inversión inicial de este emprendimiento que surgió en Ibarra.