Royal Dutch Shell anunció el jueves 30 de julio del 2015 que suprimirá 6 500 puestos de trabajo este año, entre su personal y los subcontratistas directos, debido a la caída de los precios del petróleo. El grupo petrolero angloholandés prevé además reducir sus inversiones para hacer frente a una debilidad de los precios que podría "durar varios años", según un comunicado.

Las inversiones alcanzarán los USD 30 000 millones este año, es decir USD 3 000 millones menos que lo previsto en abril y USD 7 000 menos que en 2014. Shell, que comprará su competidor británico BG Group, anunció asimismo este jueves una caída del 25% de su beneficio neto en el segundo trimestre, hasta USD 3 986 millones.

Sin embargo, estos resultados son superiores a lo que se esperaba, hasta el punto de que las acciones de Shell subieron 3,40% al poco de abrir la bolsa de Londres. La subida de las acciones se explica porque "la dirección ha tomado las riendas para reflexionar sobre las actividades y afrontar los precios bajos del petróleo", estimaron los analistas de Barclays.

El grupo británico de energía Centrica también anunció este jueves su intención de recortar 4.000 efectivos, como parte de un plan de ahorro. La casa matriz de British Gas quiere suprimir por su parte 6.000 empleos, pero tiene la intención de crear 2.000 nuevos. Además de los recortes de empleos, Shell seguirá vendiendo activos por un valor total de USD 20 000 millones, unas ventas que arrancaron el año pasado.

"Tenemos que demostrar capacidad de adaptación a un mundo en que los precios del petróleo seguirán siendo bajos durante un tiempo,", explicó Ben van Beurden, director general de la multinacional. Pese a estas palabras, Shell apuesta por un regreso a los precios entre USD 70 y USD 90 el barril "a medio plazo". El barril de petróleo del mar del Norte se pagaba a alrededor de USD 54 el jueves por la mañana.