El creador de Gallery Pucará, Césarl Luis Yamberla, lleva 12 años innovando este emprendimiento familiar. Foto: José Luis Rosales / LÍDERES

El creador de Gallery Pucará, Césarl Luis Yamberla, lleva 12 años innovando este emprendimiento familiar. Foto: José Luis Rosales / LÍDERES

La tagua impulsa a este emprendimiento

18 de septiembre de 2018 09:42

Un collar de tagua, al que le dio el nombre de Sacha, es una de las últimas creaciones de César Luis Yamberla, propietario de Gallery Pucará.

El colgante, inspirado en una de sus hijos y en la naturaleza, está diseñado con piezas rectangulares, de tono verde, del marfil vegetal, como también se llama a la tagua.

Las semillas de esta palma que florecen en la región amazónica le permitieron al hábil artesano emprender su propio negocio, hace 12 años. Primero abrió el taller y luego el workshop de Gallery Pucará, que está situado en el cantón Antonio Ante (Imbabura).

Además, hace un lustro abrió la Tienda Yamberla Souvenirs, en el centro de Otavalo. Éste último local es administrado por Olga Morán, esposa del emprendedor.

El productor indígena, de 34 años, desciende de una familia de artesanos tejedores. Cuando aún era niño, su abuelo paterno, Carlos, le transmitió los conocimientos para entrelazar los hilos en un telar de madera, en el que confeccionaba los gruesos ponchos de lana de oveja.

Sin embargo, Yamberla por la necesidad de mantener a sus siete hijos decidió dejar a un lado la tradición familiar y probar suerte en la confección de bisutería.

Recuerda que la idea surgió cuando, junto a su cónyuge, recorría la Plaza de Ponchos. Ahí se percataron que la mayoría de artesanos ofrecían solo productos textiles, por lo que veían pocas oportunidades para crecer.

Por eso, le apostó a confeccionar collares, pulseras y aretes con semillas naturales de tagua, pambil y azahí. Las dos últimas las obtiene en el cantón San Lorenzo, en el norte de Esmeraldas.

Yamberla no sabe con exactitud cuántos modelos de gargantillas ha diseñado. Calcula que son alrededor de 1 000. Uno de los más solicitados, especialmente por turistas extranjeros, es similar a las ‘walcas’, esos collares tradicionales que lucen las mujeres indígenas Otavalo. Pero, el artículo que confecciona Yamberla está hecho con azahí y unas pequeñas esferas doradas de vidrio.

En las tiendas el precio de los artículos oscila de USD 1 a 10. Todo depende del modelo y el material que lleva cada pieza.

Gallery Pucará también recibe pedidos de clientes de Estados Unidos. El mes pasado, por ejemplo, envió 1 000 collares, de diferentes diseños, a Chicago.

Cuando las compras bordean los 2 000, 3000 o más unidades se despachan hasta en 20 días.

En la parte posterior de la residencia familiar se instaló el taller. César Luis Yamberla explica que le fue equipando de a poco. Hoy posee máquinas como torno, cortadora, pulidora, taladro y más.

Con su ingenio también ha desarrollado artefactos como el tambor, que con su movimiento de rotación, permite pulir la tagua. Estima que solo en maquinaria ha invertido unos USD 20 000.

Una cifra similar la destinó para la adecuación del workshop. En este sitio se exhibe las colecciones más recientes de esta firma. En el local resaltan estanterías de caña guadúa, tableros de aglomerado y de fibras de cabuya. Esos materiales más las joyas le dan un toque entre elegante y rústico.

En este lugar recibe la visita de turistas extranjeros a quienes les enseña el proceso de confección de los adornos personales. Una de las cosas que más llama la atención del proceso de fabricación es el tinturado que se realiza con plantas naturales, como el nogal.

La motivación es dar trabajo a su familia. Es el mayor de nueve hermanos. Cuenta que con una parte de los ingresos se educaron varios de ellos.

La próxima meta es trabajar en un plan de turismo con la comunidad de Pucará de San Roque. César Luis Yamberla es convencido que esta parcialidad tiene un alto potencial para atraer a visitantes, especialmente en fiestas ancestrales como el Inti Raymi.