Marilú Cordobés presenta algunos de sus productos en el taller principal de la marca ubicado en Cumbayá. Foto: LÍDERES

Marilú Cordobés presenta algunos de sus productos en el taller principal de la marca ubicado en Cumbayá. Foto: LÍDERES

Tejidos manuales elaborados con lana de alpaca

5 de julio de 2018 09:33

La línea de productos elaborados con lana de alpacas nació en El Inga, sitio arqueológico ubicado en la parroquia de Pifo, al oriente de Quito.

Marilú Cordobés, fundadora del emprendimiento Inga Alpaca nació y se crió en una hacienda ubicada en El Inga junto a su familia.

Alfredo Cordobés, padre de la emprendedora era comerciante de productos lácteos debido a las vacas que mantenía dentro de su vivienda. La familia decidió invertir en la compra de alpacas para tener mayor sustentabilidad en el mercado. En la actualidad cuentan con 3 500 alpacas.

En el 2007 Cordobés decidió posicionar su marca en el mercado con la elaboración de prendas de vestir fabricadas con base de la lana que expulsan estos animales.

En los primeros meses del negocio, la emprendedora contrató dos tejedoras que le ayudaron con la elaboración de chompas y chalecos. Tras 11 años del emprendimiento, Cordobés cuenta con, aproximadamente, 12 empleados que aportan con la fabricación de su línea de productos.

Inga Alpaca se encuentra en los grandes mercados del país. Sus productos se ofertan en los aeropuertos de Cuenca y Guayaquil. En locales como Galería Ecuador Gourmet y Galería Artik en el norte y centro de la capital. Imbabura es otro de los mercados de la marca, en un local cerca del emblemático Lago San Pablo.

La marca ha sobrepasado fronteras como EE.UU y París en los que se han ofertado sus productos a través de ferias de emprendimiento. Asimismo se han realizado envíos a Rusia y España.

El crecimiento que Inga Alpaca obtuvo desde el año en el que arrancó, fue de un 40% . Sin embargo las ventas han disminuido debido a la situación económica del país.

La inversión inicial de la microempresa fue de USD 300 000 por la maquinaria de tejidos que fue importada desde Canadá.

En cuanto a la materia prima, ésta proviene de la hacienda de su padre. Él es quién le vende la lana de alpaca a su hija para la respectiva fabricación.

Según Cordobés, el negocio le permite tener ingresos de USD 2 000 a 3 000 al mes, cantidad que se invierte en la mano de obra de los tejidos.

La marca ofrece una variedad ‘exótica’ de productos. Se ofrecen desde accesorios como bufandas, cuellos, guantes, chompas y chalecos, hasta edredones y cobijas. Es importante destacar que los edredones son su producto estrella en el mercado.

El emprendimiento participa continuamente en la Feria ‘El Gran Bazar’ que se realiza periódicamente en Cumbayá. Dentro de esta obtiene mayor número de clientes y reconocimiento de sus productos.

Mireya Cáceres adquirió un accesorio de Inga Alpaca. Ella dice sentirse cómoda con la marca.